Sabalenka y Swiatek, en un nuevo episodio de la lucha por el número uno

Analizamos en qué momento llega la pugna antes de que arranque la gira americana y cuáles son los escenarios posibles de cara al primer puesto del Ranking WTA.

Raquel Bermúdez Rodríguez | 5 Aug 2023 | 18.30
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Aryna Sabalenka e Iga Swiatek en su último enfrentamiento en el WTA Madrid 2023. Foto: Getty
Aryna Sabalenka e Iga Swiatek en su último enfrentamiento en el WTA Madrid 2023. Foto: Getty

De manera muy diferente a la pasada temporada, Aryna Sabalenka aparecía por todo lo alto en el circuito femenino para darle emoción al número uno del Ranking WTA, puesto que defiende Iga Swiatek. De hecho, el pasado mes de junio, la polaca se convertía en la jugadora en activo con más semanas como número uno.

Wimbledon, una oportunidad perdida para Sabalenka

Si bien es cierto que la exigencia para arrebatarle el primer puesto a Swiatek en Roland Garros era demasiada alta (ganar el torneo), Aryna se encontraba con una nueva oportunidad en Wimbledon. Habiendo caído Iga en cuartos de final frente a Elina Svitolina, Sabalenka superaba esa fase para tener en su mano el número uno del mundo. Aun así, la bielorrusa perdía en semifinales ante Ons Jabeur, lo que le dejaban como la número dos durante unas semanas más.

Nueva ronda: la gira americana

Tanto Aryna como Iga arrancan la gira americana en el WTA 1000 Montreal, aunque Swiatek estrenaba la competición sobre pista dura en Varsovia, torneo en el que se llevaba el título. Ambas jugadoras, curiosamente, caían el año pasado en Canadá en la misma ronda, octavos de final. En el caso de que Sabalenka ganara el torneo e Iga no superara su marca del año pasado, el primer puesto del ranking tendría nueva dueña. Teniendo en cuenta que Swiatek viene de levantar un trofeo en un torneo sobre cemento y el buen papel de Sabalenka sobre estos eventos, cualquiera podría hacerse con el título, aunque sorprendería ver una derrota temprana.

Mirando el cuadro de Montreal, las dificultades llegan para Iga mucho antes que para Sabalenka, lo que podría otorgar cierta ventaja a la ahora número dos del mundo. Swiatek podría enfrentarse con Pliskova en segunda ronda o con Muchova en la tercera, mientras que Aryna debería llegar sin demasiados problemas a cuartos. Hay que tener en cuenta que ninguna de las dos ha llegado nunca a la final, por lo que quizá Montreal sea una primera etapa de una guerra que puede culminar en el US Open.

Sabalenka, con más que perder en Cincinnati

La pasada temporada, Iga perdía en octavos de final también en Cincinnati, por lo que no tiene demasiada presión de llegar a las últimas rondas del torneo para ganar puntos. Aryna, por su parte, alcanzaba las semifinales en el torneo estadounidense, lo que quizá no juegue demasiado a su favor de cara a este año. Si consigue muchos puntos en Montreal, Aryna tendrá que esforzarse también a la próxima semana casi sin descanso para no perder los que defiende en Cincinnati. Por su parte, Swiatek puede tener algo más de ventaja para repartir la carga de trabajo.

El US Open, la prueba de fuego

Pase lo que pase en Montreal y Cincinnati, el escalón definitorio de la batalla estará en el US Open. Iga era quien levantaba el trofeo el año pasado, mientras que Sabalenka caía en las semifinales, precisamente, frente a Swiatek. Esta temporada ambas llegan empatadas en cuanto a Grand Slams, habiendo Aryna ganado en Australia, e Iga, en París. Quizá el hecho de conquistar su primer Grand Slam a principios de año sobre pista dura da un extra de confianza a Sabalenka.

Con una hipotética final entre ambas, ya que no podrán ir en el mismo lado del cuadro, Aryna tendría más opciones que nunca. La bielorrusa no ha dejado de ganar seguridad en la pista. Ya el año pasado superaba a Swiatek en Guadalajara y este año en Madrid, aunque seguro que Iga tiene mucho que decir en la pista.

Tendremos que estar pendientes de las distintas grandes citas de esta gira americana en el circuito femenino para saber cuántas opciones tiene cada una de estar en ese primer puesto y si Aryna consigue ahora dar ese paso hacia delante que no ha sido capaz de dar hasta el momento.