El número 1 del mundo tuvo en la tarde de hoy en Indian Wells un tremendo apagón de tenis y físico ante Philipp Kohlschreiber. Irreconocible desde todo punto de vista, con signos claros y evidentes de estar sufriendo físicamente, Novak Djokovic se despidió, sin paliativos, de Indian Wells, en dos mangas y apenas batalla (6-4 6-4). A la espera de conocer los motivos que han provocado la puesta en escena vista sobre la pista central, el cinco veces campeón apenas compitió ante el jugador alemán, que pudo celebrar una gran victoria, cerrando en dos parciales.
Mostró muchas dificultades el balcánico con las condiciones con las que se jugó el choque, pero más si cabe se vio mermado por una notable desconexión entre su movilidad, su consistencia desde el fondo y su transición hacia el ataque. De principio a fin, nada de ello se dejó ver sobre el asfalto y ofreció a Kohlschreiber una oportunidad única para vencer al número 1 del ranking mundial.
En el ritmo de golpeo, algo estaba ocurriendo. Si bien es sabida la capacidad técnica y lectura del alemán para jugar con la altura del bote, bajando, subiendo, templando y abriendo, Djokovic carecía por completo de su consistencia en los intercambios medios y largos. En cuanto la pelota cruzaba más de 6 o 7 veces la red, Nole perdía la concentración y el timing, mandando la pelota lejísimos de las líneas. Como si no estuviera preparado para cubrir la pista y perseguir la pelota con su reconocible equilibrio y elasticidad, Djokovic, en movimiento o en parado, estaba odiando el tenis durante gran parte del partido.
Abrochada la primera manga, tocaba reacción del serbio, que fue muy tímida y con los muebles en el mar. Porque si de la primera manga pudo sacar lecturas el de Belgrado, no las pudo interpretar, pues comenzó a encontrarse todavía peor. A sus malos gestos, de enfado, transmitió más muecas de esfuerzo, desgana y sobre todo, malestar corporal, macedonia que el germano supo aprovechar para continuar castigando con bolas liftadas y cortadas su defensa del ancho de la pista.
Con marcador a favor, Kohslchreiber manejó bien la situación, entre el provecho y la cordura, hasta que con 6-4 y 5-2, Kohlschreiber sintió un pequeño amago de angustia que se quedó en susto. El estado de Djokovic no permitió más batalla y produjo la gran sorpresa de la temporada hasta el momento. Toca descanso para un Djokovic completamente desaparecido hoy en California.