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27 Sep 2024 | 17.30
El balance de Caroline Garcia en la presente temporada es de 17 victorias en 17 torneos disputados. Su nombre sigue apareciendo dentro del top40 mundial, pero las ambiciones de una de las mejores jugadoras del vestuario no se pueden conformar con algo así. Tras su último paso por Guadalajara, la tenista de 30 tomó una decisión valiente: dar por concluido el calendario. Pero para valiente lo que ha hecho esta mañana, compartir un texto en redes sociales explicando cómo se siente, por qué tanto sufrimiento y qué sueños tiene para el futuro. Un ejercicio de transparencia vital para empatizar con el ser humano que se esconde detrás de cada atleta.
Guadalajara marcó el final de mi temporada 2024. No fue una decisión fácil, porque en el tenis cada semana de descanso se siente como dar un paso atrás, perder puntos en el ranking y dejar pasar oportunidades, pero sé que esta es la decisión correcta para volver más fuerte en 2025 y luchar de nuevo por vivir esos momentos importantes.
Físicamente, siento que he llevado mi hombro al límite, intentando recuperarme mientras compito, pero no ha funcionado. Lo cierto es que necesito más tiempo de descanso para recuperarme adecuadamente.
Mentalmente, creo que necesito un reinicio, necesito alejare de la rutina constante que supone el tenis, tomarme unas verdaderas vacaciones, recolectarme con mi familia y mis seres queridos, además de permitirme respirar sin esa presión que siempre trae el rendimiento deportivo.
Este año he tenido una mentalidad tóxica. Perdí el contacto con la alegría de ser tenista, me obsesioné con el ranking y las victorias. Mis resultados no coincidían con las metas que me había fijado ni con las expectativas que tenía. El trabajo, los sacrificios, el dolor… todo seguía igual que antes, pero los resultados no estaban ahí, así que no podía competir al nivel habitual que sé que puedo alcanzar. Todo esto fue muy difícil de aceptar.
Ahora que tengo 30 años, puedo ver que he tenido una carrera increíble: he ganado títulos de WTA 1000, las WTA Finals, Grand Slams en dobles y llegué al Nº4 mundial. Sin embargo, mentalmente me he estancado en todo esto que he logrado: nunca llegué al Nº1, nunca gané un Grand Slam y nunca subí a un podio olímpico. He sido inconsistente, incapaz de permanecer en el top10 durante un año completo.
¿Si creo que todavía puedo alcanzar estos objetivos? Algunos días sí, pero hay otros en los que no estoy tan segura. No estoy segura de poder seguir esforzándome de la misma manera que antes.
Estoy agotada por la ansiedad, los ataques de pánico y las lágrimas antes de los partidos. Cansada de perderme momentos familiares y de no tener nunca un lugar al que realmente pueda llamar hogar. Estoy cansada de vivir en un mundo en el que mi valor se mide por los resultados de la semana pasada, mi clasificación o mis errores no forzados.
Durante mucho tiempo he dejado que el tenis me consumiera, por ello sufrí los altibajos emocionales de cada resultado. Pero soy mucho más que eso, soy una mujer con valores, talentos, pasiones, defectos y fortalezas. No soy perfecta, pero lo hago lo mejor que puedo.
Ojalá fuera fácil cambiar, crecer y adoptar una nueva mentalidad. Ojalá pudiera salir a jugar libremente, sonreír y dar lo mejor de mí cuando fuera necesario. Pero bueno, como dice mi amiga Alizé Cornet, el cambio real lleva con el tiempo. No se pueden desdibujar tantos años de conocimiento de la noche a la mañana.
Últimamente me he sentido abrumada por la gira, esa presión por rendir y las miradas que observan cada uno de tus movimientos. He estado luchando contra la ansiedad, encerrándome a mí misma, sintiéndome atrapada en la cancha. Ganar ya no me resulta satisfactorio, solo me brinda alivio saber que se acabó.
A pesar de todo, me encanta el tenis. Me ha aportado muchísimo: lecciones, experiencias, gente maravillosa (como mi prometido) y emociones individuales. El tenis me ha convertido en lo que soy a día de hoy. Así que he decidido alejarme por ahora, me tomaré unas semanas de descanso para recargar las pilas y luego empezaré a preparar 2025 con antelación. Me prepararé física, mental y tácticamente.
Cuando finalmente deje el tenis, quiero mirar atrás y decir que disfruté del camino, que estoy orgullosa de mí misma y que di lo mejor que tenía. Al final gané algunas cosas importantes por el camino y eso siempre quedará ahí.
Gracias a todos por vuestro apoyo, nos vemos en Australia.
Caro.
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