Nadie es perfecto. Carlos Alcaraz, tampoco. Hay gente que piensa que por ganar tres Grand Slams ya debe ganar todos sus partidos por un triple 6-0. Y la cosa no funciona así. El murciano, como todos nosotros, es humano y lejos de ser perfecto. También tiene sus debilidades. Y con 21 años, hay cosas que todavía no ha podido aprender ni mejorar porque necesita tiempo y experiencia, algo que todavía no tiene, por razones obvias. Lo mejor de todo: él lo sabe, pero está dispuesto a cambiarlo cuanto antes.
Y, en concreto, nos referimos a esas famosas “desconexiones” que suele tener durante los partidos. Desde sus inicios, rara vez termina un torneo sin dejar unos 15-20 minutos, a veces más, donde “se va” del encuentro y se le empieza a complicar los encuentros. En el pasado Roland Garros, por ejemplo, ese set que se dejó ante De Jong en segunda ronda, o las idas y venidas que tuvo durante la semifinal ante Sinner o la final ante Zverev. O en este Wimbledon, sin irnos más lejos, cuando se vio contra las cuerdas ante Tiafoe o cuando se le complicó el encuentro ante Humbert tras dos sets perfectos.
Sí, las desconexiones existen, pero es lo que decimos, tiene solo 21 años y es completamente normal que las tenga. No hay persona que con 21 años ya tenga la madurez y las cosas aprendidas de alguien de 40. Es imposible. Y no se puede pretender cambiarle de la noche a la mañana. Carlos es así, con sus virtudes y defectos, y hay que quererle y disfrutarle de esa manera. Por eso, quienes siempre aprovechan esos momentos de desconexión para castigarle, que recuerde que tiene solo 21 añitos y que tiene por delante un camino muy largo para irlo corrigiendo.
Sí, ya ha perdido varias veces por culpa de esas desconexiones. Ante Zverev en Roland Garros 2022 o el propio Sascha en el pasado Open de Australia, entre otros torneos, pero hay que interiorizar que seguirá pasándole, y bastantes veces más. Que, en ocasiones, levantará el partido por la calidad que tiene, pero en otras no. Que la desconexión le llevará a perder y volverá a entender que tiene que ir trabajando aún más en ello.
Alcaraz se refiere a las desconexiones en rueda de prensa
Tras su última victoria en cuarta ronda, Carlitos fue preguntado por la prensa española acerca de esos momentos de desconexión. El Diario AS recogió la respuesta del murciano.
“Siguen estando, pero una cosa son las desconexiones y, otra, no lucharlo. Una de las cosas que tengo que cambiar es que esas desconexiones pasen lo menos posible. En el tercer set, Humbert ha subido el nivel y no me ha dejado entrar, o quizá yo me dejé llevar un poco por cómo estaba jugando y no ver hueco. Sí, las desconexiones me pasan, pero no luchar el partido es otra cosa diferente. Yo intento luchar cada bola, y que pase lo que tenga que pasar, pero sí, intento que esos periodos de desconexión pasen el menor tiempo posible”.
Veríamos un gran problema aquí si él mismo no lo viera o no quisiera cambiarlo, pero Alcaraz sabe perfectamente lo que le ocurre y seguro que él y el equipo están al tanto de eso. Recordamos: solo 21 añitos, y que no puede ser perfecto a esa edad.
Porque, ¿saben lo mejor de todo? Que pese a que tiene esas desconexiones y que no es perfecto, ha conseguido ganar tres Grand Slams a su edad y romper récords que tenían polvo en la historia del tenis. Imaginen de lo que puede ser capaz Carlitos el día que no las tenga o el día que empiece a controlarlas. Ahí será cuando alcance otro nivel superior, mucho mejor del actual. Uno solo puede ilusionarse al saber esto.