
Si buscamos nombres propios y grandes revelaciones dentro del circuito ATP, hay que apuntar el nombre de Matteo Arnaldi en rojo dentro de esa lista. Astuto, veloz, ágil y con una derecha muy mejorada, el italiano se ha metido de lleno en la élite... pero su cabeza ya tiene en mente nuevos objetivos y grandes sueños.
Quizás muchos escuchasen por vez primera el nombre de Matteo Arnaldi hace apenas un mes. Durante el US Open 2023, este italiano de 22 años llegó a su primera segunda semana de Grand Slam. Lo hizo no sin dejar grandes sorpresas por el camino, inclinando a todo un top-20 como Cameron Norrie y a otro de los jóvenes más destacados del circuito, Arthur Fils. Los octavos de final le agasajaron con una recompensa merecida al trabajo bien hecho: Pista Central y duelo ante el número uno del mundo. Carlos Alcaraz le dio la bienvenida a las grandes ligas sin dejarle apenas respirar, con un partido vibrante y vertiginoso cuyo ritmo no pudo aguantar Matteo. Eso sí, el transalpino tiene grandes recuerdos de aquella tarde: como confesaba en una entrevista con Tutto Sport, le ha dado gasolina para mejorar en determinados aspectos y hacer aún más sonada su eclosión en el circuito.
"Mi camino en el US Open me permitió debutar con Italia sin tener tanto respeto o tanta impresión por los grandes escenarios. Jugar en el estadio más grande del mundo, lleno de gente, y contra un número uno del mundo fue la mejor experiencia que podía llevarme conmigo. Salí de ese partido con la sensación de que no estoy tan lejos de los jugadores más top. Está claro que aún tengo muchas áreas en las que mejorar, pero el partido ante Carlos fue un punto de referencia para mí, me ayudó a entender qué es lo que estos campeones hacen mejor", señalaba con una sonrisa Arnaldi, valorando de forma positiva su experiencia en Flushing Meadows, que no en vano le llevó a ser top-50 por primera vez en su carrera.
Curiosamente el top-50 era una de las grandes metas de Matteo de cara a este 2023. Objetivo cumplido, sí, pero ni mucho menos quiere Arnaldi parar ahí. "Soy alguien que siempre es muy exigente consigo mismo, que tiene grandes expectativas y retos constantes. El primer reto que tengo ahora es mantener esa posición en el top-50, me toca defender en torno a cien puntos de aquí a final de año y no es un reto fácil. Quizás, el reto más exigente que me he propuesto ahora mismo es terminar el 2023 en una posición que me permita ser cabeza de serie de cara al próximo Open de Australia", afirmaba Arnaldi, que ha viajado a Asia y ya debutó en Zhuhai (con derrota) para dar el pistoletazo de salida al último tramo de temporada.
LA COPA DAVIS, UN ORGULLO
Pero quizás otro de los highlights de su carrera deportiva fuera su debut en la Copa Davis. Llegó hace apenas una semana, siendo el número dos de la selección italiana durante la fase de grupos. Tras conseguir dos grandes triunfos ante Cristian Garín y Leo Borg, Matteo ayudó a su selección a clasificar a los cuartos de final de una competición legendaria que ocupa un enorme lugar en su corazón. "No sé cómo expresar de verdad las emociones que viví jugando para mi país. Tengo que decir que me gusta jugar con la presión del público: fue genial sentir su apoyo, fue una inyección de energía. Al principio ni siquiera me llamaron para jugar, de ahí a ser uno de los líderes del equipo en la eliminatoria... es una locura. Fue un esfuerzo de equipo, eso sí, no solo mío. En cierto modo, creo que me lo merecía: llegué de Nueva York, donde jugué el mejor torneo de mi vida, tenía buenas sensaciones y mucha confianza en mí mismo".