Muy esperada esta cita en la noche porteña de Buenos Aires con un Juan Martín del Potro que enfrentaba el que podía ser el último partido de su carrera. Y lamentablemente así iba a ser. Federico Delbonis hizo su trabajo y despachó al gigante de Tandil por un claro marcador de 6-1 y 6-3 con el que se acaba una fantástica carrera lastrada por las lesiones pero llena de grandes momentos. Delpo evidenció grandes problemas de movilidad y de falta de competición en su regreso al circuito más de dos años y medio después.
Espectacular el ambiente que había en el Court Central Guillermo Vilas del Lawn Tennis de Buenos Aires. Gradas totalmente abarrotadas para recibir a todo un ídolo como Juan Martín del Potro, que entraba en la pista entre enormes vítores. Se asemejaba más a un estadio de fútbol tipo La Bombonera que a una pista de tenis. Muchísima expectación ante lo que podía ser el último partido oficial de la brillante carrera de Delpo.
El encuentro arrancaba con un ritmo muy extraño. Tanto Del Potro como Delbonis estaban muy nerviosos, con mucha tensión. El zurdo Delbonis había empezando sacando e iba a ceder el saque tras un juego con muchos errores por su parte. La gente rápido demostraba que estaba al 1000% con la 'torre de Tandil'. Se celebraban de una manera muy intensa sus puntos aunque siempre con respeto a todo un Delbonis, argentino igualmente y héroe de la Davis ante Croacia en 2016.
Esa ventaja inicial de Delpo iba a ser todo un espejismo de lo que se vería en el primer set. Rápido se hicieron patentes los problemas de movilidad de Juan Martín, pesado, zarandeado con facilidad por Delbonis, que iba poco a poco soltando su juego. Con esa dinámica, Del Potro cada vez iba a quedarse más fuera del set, sin hacer daño con sus golpes, fallando más de la cuenta, llegando tarde a las bolas. Delbonis, incrementando progresivamente su nivel, encontrando 'winners', jugando a placer incluso. Se hacía muy evidente que Del Potro estaba lejísimos de nivel aceptable para él para competir. Pero lo importante y lo relevante ya no era eso. Con demasiada rapidez para lo esperado y deseado, Delbonis se hacía por 6-1 con la primera manga.
Por suerte para el espectáculo, la emoción aumentaría claramente en la segunda manga, con un Del Potro más entonado, más activado. Se movía ligeramente mejor de piernas, pegándole con más precisión y fuerza a la pelota. De esta manera iba aguantando sus saques, por primera vez en el partido. Pero aguantaría hasta el séptimo 'game'. Ahí, los errores llegarían y Delbonis iba a estar perparado para aprovecharlos. Salvaría Delpo un 0-40 para deleite de todo el público de la pista central. Pero tras un largo juego, acabaría cayendo del lado del zurdo de Azul. Cada vez olía más al final de Juan. Aunque no se podía negar que le estaba poniendo mucha garra y dedicación al segundo set.
Duros y muy sentimentales momentos finales
A continuación, tremendas imágenes las que se iban a presenciar. Juan Martín rompiendo a llorar cuando encaraba el arranque del 3-5 y saque propio. No podía seguir. Las lágrimas inundaban su rostro, teniendo que taparse con una toalla. Muy duros momentos, vislumbrando ya el final del partido y de su carrera. La gente animaba todo lo que podía pero Delpo no daba para más. Delbonis lo castigaba con dejadas y percutía sobre el maltrecho juego de fondo del de Tandil. Finalmente por 6-3, Delbonis sellaba su victoria y ponía el broche a la carrera profesional de Juan Martín del Potro. La central era un clamor en agradecimiento por todo lo que ha dado al tenis en general y al tenis argentino en particular un pedazo de tenista, que ahora dice tristemente adiós en una noche muy especial en Buenos Aires.