
Cuando ya tenemos definidas la final masculina, ahí donde Nadal y Djokovic se enfrentarán por la copa de Mosqueteros y por ser número 1, el serbio deberá luchar por hacer que Nadal hinque la rodilla sobre la arcilla parisina, ahí donde sólo cayó una sola vez en diez ediciones. El único hombre que le logró derrotar fue Robin Soderling, allá por 2009. El mismo hombre que lleva tres años apartados de las pistas por una mononuclesosis, hoy ve la vuelta más cerca que nunca.
En una entrevista para el Sports Illustrated, Robin cuenta que en todo este tiempo fuera se ha dedicado a la pesca. Confiesa que pesca él mismo los peces, los cocina y luego los come en familia, donde tiene una boca más que alimentar ya que hace casi dos años nació su hija Olivia. También se ha envuelto en un proyecto donde ha creado su tipo de bola de tenis. "Me preguntaron cuál era la mejor bola y no pude responder, tenía que desarrollar yo mismo un modelo de pelota, y así empecé en este proyecto, como algo divertido", explica.
Mucha gente se preguntaba qué fue de Soderling, tanto tiempo desaparecido en los medios de información, ahora también es el director del torneo de Estocolmo y eso le ha dado un punto de vista diferente acerca de los torneos. Pero, ¿cómo sucedió todo lo de la mononucleosis?
Soderling, tres años atrás, mientras se encontraba en Wimbledon, comenzó a sentirse enfermo. Sólo alguien que haya pasado por una enfermedad como la mononucleosis (como el que les escribe) puede entender cómo se siente eso. Su garganta dolía mucho y su estómago no andaba bien. Se sentía sin fuerzas y eso le hizo perder en tercera ronda ante Tomic en tres sets. Pero su salud mejoró un poco y a la siguiente semana después del Abierto de Londres, ganó el Open de Suecia sin perder ni un solo set. Fue ahí donde las mismas sensaciones que sintió en Londres, volvieron, pero de una manera mucho más feroz.
Le diagnosticaron mononucleosis, algo que le hizo bajarse de los torneos venideros, de todo el 2012 y todo el 2013. No ha vuelto a jugar desde entonces. Depende cómo te ataque el virus, te puede afectar más o menos, en su caso, fue brutal y eso le ha hecho ver su vida cotidiana más limitada de lo normal. Ahora que se encuentra bastante mejor y que las altas fiebres están desapareciendo, sueña con volver a las pistas a corto tiempo y está volviendo a golpear pelota en una pista indoor aunque a un ritmo bajo. "Si intento ir un poco más intenso, me paso el siguiente día intentando recuperarme", declara.
Después de 18 meses sin golpear una pelota con su raqueta, Robin se siente con más ilusión que nunca. "Fue difícil para mí dejar un deporte que estuve practicando desde que tenía cuatro años", confiesa. "Pero veo a Tommy Haas, que tiene 36 años y le veo entre los 20 mejores del mundo y me da mucha energía positiva", cuenta con ilusión de poder conseguir lo mismo que el alemán.
"Si me preguntas si me he retirado te diría que no, que aún no me he retirado. Quiero hacerlo cuando sienta que ya no pueda dar más y por el momento, sí que puedo", concluye.