Críticas salvajes a la pista azul de Madrid

El Mutua Madrileña Madrid Open presentaba la novedad mundial de las pistas de tierra batida azul y se aguardaba el debut de la competición para conocer, de primera mano de los grandes protagonistas, cuál era su opinión sobre las mismas y por fin la respuesta ha llegado, pero con un claro mensaje, en Madrid se está jugando sobre las perores pistas del circuito ATP y WTA. La polémica con la pista de tierra batida azul comenzó simplemente por el color de la superficie, pero lo que está claro es que visualmente el color ayuda al seguimiento del partido por parte de los espectadores presenciales y mucho más de los espectadores que siguen el torneo a través de televisión o de livestream por internet. Sin embargo, lo verdaderamente importante de las pistas de tierra batida es que tengan un buen mantenimiento y que sean regulares: No lo son. De momento las quejas más importantes son al respecto de las pistas más pequeñas. Al parecer, la central y las pistas más grandes están en condiciones de jugar al tenis, el problema se encuentra en las pistas de entrenamiento y las laterales donde se juegan las primeras rondas. Las críticas están siendo salvajes. Sin embargo, en la explicación de los grandes responsables de las pistas del torneo, todo parecía apuntar bien:

Algunos jugadores

Sin embargo, el tenis es de los tenistas y son estos los que realmente tienen que opinar sobre el estado de las pistas. Las primeras quejas llegaron de parte de Nadal, fueron en 2009 cuando se hizo un primer balance en plan cuestionario a los jugadores del experimento. Así reaccionó Rafa:

Una de las principales polémicas se generaron, precisamente de la forma en que Nadal ha criticado desde siempre el torneo de Madrid, el más importante que se juega en España. El cambio en el calendario con la intromisión de un torneo distinto y en altura,a 550 metros de altura, aunque sea "en casa" no le gustó nada. Sus constantes polémicas parecía ser un capricho más de Rafa, pero en su llegada este año a Madrid, no ha atacado a la organización del torneo, sino a los jugadores, los que forman la ATP, por haber permitido esta situación. Se ha puesto manos a la obra y no ha dudado incluso en barrer con sus propias manos la pista.

En principio, los principales protagonistas y los que más peso tienen en las decisiones del Consejo son los primeros jugadores del mundo. En este sentido se pronunció Djokovic en su llegada a Madrid. Claro que, nada más aterrizar en el aeropuerto de Barajas al serbio lo llevaron a hacerse una foto con Santana en la que tuvo que sonreir para dar su forzado aprobado. Federer, como Presidente del Consejo de jugadores, también es una voz autorizada. El suizo tampoco parece ensusiasmado con las pistas y el resultado que se ha conseguido, aunque Roger, de momento, no conoce lo que es competir en pistas laterales, las que están trayendo más problemas.

Pero, a fuerza de ser sinceros, los problemas con la tierra azul no están siendo muy relevantes en la pista central. Las condiciones meteorológicas no empobrecen la tierra y el proceso que ha sufrido. Hay que recordar que la Caja Mágica tiene un techo retráctil y se puede cubrir en condiciones de lluvia o humedad. El problema está en las pistas laterales y los jugadores y jugadoras que las están probando están claramente contrariados. Las dos principales críticas han llegado de dos jugadores que han sufrido suerte dispares en el torneo. El argentino Eduardo Schwank, tras su derrota Hanescu mando por twitter la siguiente reflexión: "Perdí con Hanescu. Nunca vi canchas tan pero tan malas en mi vida como en Madrid! Por lo menos para mí. No es una excusa, me gano bien".

Si el mensaje de Schwank puede ser de poco peso, quizá algo más tenga Segiy Stakhovsky: "Después de jugar un partido en tierra azul en la pista 6, puedo decir, con toda la responsabilidad sobre mis hombros, que es la peor pista del circuito ATP World Tour".

Durísmo.

Hay jugadores que siguen defendiendo la superficie y otros que no se han querido pronunciar públicamente. La red social twitter, permite que los tenistas que disponen de ella se pronuncien más ligeramente, pero otros, con una carga de responsabilidad más importante, han decidido jugar y callar. Claro que, insistimos, no es lo mismo jugar en las pistas donde parece que la tierra es arena de playa que en aquellas en las que se ha puesto más cuidado y esmero. Esta es una foto que nos documenta más al detalle de cómo están las pistas con las suelas de las zapatillas de Ana Ivanovic:

Las sensaciones de muchos jugadores al entrar en contacto por primera vez con las pistas han sido muy variopintas, aunque las fotos no dejan lugar a las dudas. Las pistas no son exactamente iguales a las habituales ocres y el bote el más bajo. De esto no cabe duda. Hoy comienzan los primeros partidos de las grandes estrellas, en parte, las principales responsables de haber consentido esta novedad. Madrid presentó así la gran novedad mundial:

Ahora, los jugadores se han pronunciado, pero un torneo de estas dimensiones y trascendencia mediática no puede dejar hilos sueltos y desde luego, tiene que estar a gusto de los tenistas. La conservación de las pistas de tierra batida es muchísimo más barata y sencilla que una de hierba, por ejemplo, pero, después de las críticas vertidas sobre Monte Carlo, que le costó la lesión a Mónaco y Benneteau, esperemos que, al menos, no sean dañinas para la salud de los jugadores.

Con la presencia de las grandes estrellas del tenis mundial a la alta competición, de nuevo los resultados y los partidos volverán a ser el principal atractivo. Sin embargo, y como analizaba Santana antes de comenzar el torneo, las cosas están para evaluarse y tomar decisiones en la medida en que sean necesarias. El color azul, probablemente, prevalezca mientras el patrociandor así lo quiera mantener y mientras que los jugadores no se planten. Pero insistimos, no es el color de la pista lo que molesta, lo que molesta es la textura y la cantidad de tierra que hay en las pistas donde los "currantes" del tenis se están jugando el pan. Para ellos, también un respeto.