Anderson se lleva una maratón histórica ante Isner

El sudafricano obtuvo billete para otra final de Grand Slam después de mostrar una mayor templanza que Isner en un partido interminable que duró 6 horas y 35 minutos.

Diego Jiménez Rubio | 13 Jul 2018 | 20.49
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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El espectáculo ofrecido por Kevin Anderson y John Isner no ha sido el más vistoso a ojos de un aficionado pero ello no ha de conducir al menosprecio de su tenis. Tanto sudafricano como estadounidense son el claro exponente del progreso humano, de gigantes con agilidad felina, de hombres de más de dos metros capaces de desplazarse por la pista con naturalidad y frescura así como de ejecutar todo tipo de golpes. La emoción vivida en la pista central del All England Lawn Tennis Club en este interminable duelo entre hombres ilusionados por explorar sus límites provocó miles de comentarios en redes sociales y terminó tras 6 horas y 35 minutos, como el segundo partido más largo de Grand Slam de la Era Open.

La primera semifinal de Wimbledon 2018 ha transcurrido entre vistazos constantes de los aficionados al reloj, esperando con ansia el gran duelo entre Djokovic y Nadal, y meciéndose al vaivén de saques y puntos cortos que marcaron el devenir de este encuentro. No es el tenis más vistoso pero cada cual ha de luchar con sus armas. Cinco sets, trestiebreaks, una maratón, máxima igualdad y pequeños detalles los que han decantado la balanza del lado de un Anderson que pisa por segunda vez en su carrera la final de un Grand Slam, confirmándose como uno de los jugadores de mayor progresión en el circuito.

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Todos conocían cuál sería el guión del partido y no hubo sorpresas más allá de las cuatro bolas de rotura existentes en la primera manga. Se concentraron en favor de Isner en un tercer juego realmente larga, tras el cual hubo un acuerdo tácito de alto el fuego hasta los compases finales. Se llegó al tiebreak como el río que desemboca en el mar y ahí fue el sudafricano quien estuvo más atinado y logró adelantarse en el marcador.

Aún menos alternativas al resto hubo en el segundo parcial, donde tan solo se contabilizó una en favor de un Kevin que se desinfló en el tiebreak. Se despistó incomprensiblemente al inicio, viéndose 0-5 abajo. Remó contracorriente hasta situarse a tan solo un punto del de Greensboro, pero un minibreak de desventaja con John es un mundo. Se igualó el marcador y el drama se mascaba en el ambiente, tanto por los nervios de los involucrados como por la calma tensa de un público que resoplaba con ansiedad por ver otros contendientes. En el tercer set llegó el milagro... pero fue doble. Y es que Anderson hizo break en el octavo juego pero pecó de inocente al no imponer su ley con el servicio y ver cómo le igualaba de nuevo Isner. Otro tiebreak, éste con máxima igualdad, en el que John salió victorioso.

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Se abrieron más opciones en un emocionante cuarto parcial, donde Anderson tomó ventaja y vio cómo de nuevo era incapaz de consolidarla. No obstante, siguió jugando con intensidad y aplomo y recogió el premio merecido en forma de break, que permitió llevar el partido a la quinta manga. Sin una muerte súbita que pudiera frenar la deriva sacadora, el cansancio físico y mental fue apoderándose de ambos, en especial de un Isner que acabó cediendo finalmente en el 49º juego de este quinto set ante la buena lectura al resto de Kevin Anderson, el rey de las quintas mangas en Wimbledon 2018. Tras seis horas y 35 minutos de juego, el resultado final fue de 7-6 (6) 6-7 (5) 6-7 (9) 6-4 26-24 en favor del sudafricano, el héroe que destrona a John Isner como el dominador de los partidos interminables.