Sinner se pone la piel del lobo ante un Rublev que murió matando

Jannik Sinner volverá a verse las caras con Novak Djokovic. Será en la semifinal del Open de Australia, después de que el italiano venciera a Andrey Rublev. El de San Candido firmó un resultado de 6-4 7-6(5) 6-3 tras un partido de alta intensidad en el que el ruso le obligó a hacerse grande, pero reflejando un control y una fortaleza mental espectaculares. Bien Sinner que llega ante Nole muy confiando y sin ceder sets.

El encuentro comenzó con un Rublev bastante atento, aguantando el ritmo de bola de Sinner, muy dinámico y jugando muy profundo. Ambos muy bien al saque, sobre todo el italiano que vio cómo su rival le estaba golpeado de manera magnífica y al que le corría la bola una barbaridad. Por su parte, el italiano lo devolvió absolutamente todo, como de costumbre, siendo los peloteos largos los que más cayeron del lado de Jannik. Sin embargo, fue el ruso quien puso en problemas el primero a su rival con restos brillantes, aunque el italiano se defendió mejor aún y aprovechó que Rublev se enganchó con su derecha para salvar los muebles. Y es que el ruso no dejó de subir la intensidad en sus golpes para lograr hacer daño a un Sinner que llegó a todo.

No le sirvió, pues el italiano se hizo con el break muy fácilmente y sin oposición alguna. Rublev fue yendo a mejor con su derecha y pegando unos buenos palos a diestro y siniestro, pero no fue suficiente para desesperar a un Sinner contra el que necesitó ganar el mismo punto más de una vez. A partir de entonces, el ruso empezó a mostrar ese fuego que lleva dentro, golpeándose en las rodillas con su raqueta para soltar esa frustración de dentro. Ante un Sinner centrado, con un servicio imparable y un revés cruzado para enmarcar, Rublev no tuvo escapatoria y el italiano se apuntó el set en blanco.

El subidón de Rublev no tiene recompensa

En la segunda manga, el ruso elevó su tenis a otro nivel, a diferencia del anterior en el que solo se llevó 7 puntos al resto. Sinner lo comenzó yendo a lo suyo y solucionando cualquier momento difícil con el servicio. Ambos desplegaron su juego a un ritmo frenético, con Rublev salvando los muebles el primero, otra vez. Andrey seguidamente se vino arriba para forzar a un Sinner contra el que empezó a tomar la iniciativa en los duros intercambios y en los que Rublev aceleró la derecha espectacularmente. Sin embargo, aunque estuvo haciéndolo todo bien y salvando algún que otro susto, el ruso no lograba convertir las pocas oportunidades de break que tuvo. En el 3 iguales, Sinner empezó a bajar un poco su porcentaje de primeros servicios, al mismo tiempo que se llevó las manos al estómago.

Parecía que el italiano estaba sufriendo dolores en la zona, lo que asustó a todos y lo que hizo que su nivel bajara un poco, al mismo tiempo que Rublev subió el suyo. El ritmo de bola siguió siendo increíble entre ambos, con el ruso mucho más metido en el partido en este set, siendo muy valiente y sin esa desesperación suya tan característica. Ninguno fue capaz de penetrar en el servicio del otro, así que el encuentro se fue a un emocionantísimo tie break. Cuando parecía que el ruso iba a tener su recompensa después de repartir por todos los lados y dominando a Sinner, el italiano hizo gala de una fortaleza mental de otro mundo para apuntarse 6 puntos consecutivos y poner el 2-0.

A partir de entonces, Rublev explotó al comienzo del tercer set, sabiendo que lo emocional iba a ser determinante. Poco a poco fue mejorando en ese aspecto y con una mejor actitud puso en aprietos a su rival. Y es que la capacidad de aguante del italiano fue algo desesperante también, pues Rublev estuvo obligado a jugar al límite todo el rato. El ritmo no bajó y Sinner movió a su rival de un lado a otro para terminar rompiendo su servicio con una confianza absoluta. Con la cabeza ya pensando en las semifinales, el italiano cerró un encuentro muy completo en este Open de Australia ante un Rublev que no bajó los brazos en ningún momento y que vuelve a caer en esta ronda de Grand Slam.

Cita con Novak Djokovic en semifinales

Así, Sinner se volverá a ver las caras con el número 1 del mundo de nuevo en unas semifinales de Grand Slam, como ya lo hiciera el pasado año en Wimbledon. En aquel momento la victoria se la llevó el serbio, al igual que en su dos anteriores enfrentamientos. Sin embargo, a partir de las ATP Finals, cuando el italiano consiguió vencer por primera vez a Nole, nació una emocionante rivalidad que ilusiona a los amantes del tenis. El italiano tendrá delante de él una oportunidad única para hacerse grande en un Slam y quitarle la posibilidad a Novak de sumar su título número 25. Además, será también una oportunidad única por el momento en el que ambos llegan, con un Sinner un poco más acertado.