La revolución de Ulises Blanch

Descubrimos a un joven estadounidense que llegó a ser número 2 del mundo en el circuito junior ha roto moldes en los últimos tiempos.

Diego Jiménez Rubio | 23 Jul 2018 | 08.04
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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De ilusiones no se vive pero sí alimentar un sueño para que poco a poco se torne en realidad. Ulises Blanch es uno de esos muchachos que destacaron en categorías inferiores pero al que no le está resultando fácil dar el salto al profesionalismo pero lo logrado en el ATP Challenger Perugia puede ser un punto de inflexión. Su historia es tan evocadora como apasionante; nacido en Puerto Rico, hijo de padres españoles y niño dúctil y maleable, capaz de adaptarse a los constantes cambios de residencia por el trabajo de su padre, trabajador de Coca-Cola. El bueno de Ulises ha vivido en China, India y su amor por el tenis nació en Tailandia.

A los 13 años, la familia emigró a Argentina donde Blanch se ha moldeado como jugador, siendo la tierra batida su superficie favorita, algo que no suele casar con la bandera que porta en su pasaporte. "Empecé a jugar a tenis cuando tenía cinco años y al principio no me gustaba. Luego fui ganando a chicos mayores pero donde todo cambió fue en Argentina", asevera este chico cuyo nombre literario no es el único en la familia, portando sus hermanos nombres tan románticos como Dali, Darwin y Crystal.

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Reclutado por la USTA en el campus de Florida, este talento puro de 1,91 de altura ha sido protagonista en el circuito junior y está siendo asesorado por el mismísimo Ivan Lendl. "Su ayuda me ha generado un gran impacto. Fue increíble la primera vez que le vi. Es quien realmente me está enseñando a jugar, a escoger bien los golpes y ser inteligente en pista", dice en la web oficial de la ATP. Su juego incisivo ya brilló en torneos tan prestigiosos como la Orange Bowl o la Eddie Herr de hace años, llegando a cruzarse en semifinales de Wimbledon 2016 Junior con Álex de Miñaur. Sin embargo, no estaba hecho como jugador, algo que parece estar resolviendo a tenor de sus resultados y declaraciones.

"Yo jugué muchos años a esto sin entender nada. Simplemente golpeaba la pelota lo más fuerte que podía pero en Argentina aprendí a tener un esquema. Creo que puedo adaptarme bien a cualquier superficie aunque aún estoy lejos de poder consolidarme en la élite", asevera un hombre que pasó la fase previa y ganó ocho partidos en el primer torneo del ATP Challenger Tour que disputó en su carrera, alzándose con el título como debutante, algo que solo había logrado Casper Ruud en los últimos tiempos.

Blanch tiene claro qué necesita para seguir progresando. "La mayor diferencia entre juniors, Futures y Challenger es el aspecto mental. Todos podemos jugar a gran nivel pero no es fácil mantenerse ahí y a poco que bajes un poco la guardia entras en dinámica negativa", comenta un Ulises que tras imponerse a jugadores como Nicolás Almagro, Carlos Taberner, Attila Balazs o Gianluigi Quinzi, no pudo interiorizar la resaca del éxito y sucumbió en primera ronda del siguiente torneo; el Challenger San Benedetto.

"Lo único que deseo es seguir progresando y disfrutar de este deporte. La semana en que gané el torneo fue un sueño, algo increíble, pero no deseo que sea algo aislado". Ulises Blanch ya ha pasado a la historia por la hazaña conseguida en el Challenger Perugia pero, a sus 20 años, da la sensación de haber encontrado la cuadratura del círculo y ser capaz de continuar desarrollándose y mostrar el flujo inagotable de tenis que demostró en su semana grande. Actualmente es el 308 del ranking ATP. ¿Cómo terminará el año?