El padre de Djokovic carga contra Federer: "No entiendo por qué sigue jugando si tiene ya 34 años"

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En el pasado hemos tenido enfrentamientos entre el padre de Novak Djokovic y Roger Federer, con el suizo gritándole que se callara en medio de un encuentro o Srdjan dejando unas declaraciones sobre el de Basilea que hicieron pedir perdón a su hijo por esas palabras hace ya varios años. En una entrevista para Newsweek, el padre de Nole ha hablado sobre su hijo y su camino hacia el éxito y cargó contra Roger por un episodio pasado en un encuentro contra Novak.

Srdjan comienza la entrevista hablando sobre su hijo, del que cuenta que nada más ver que tenía un talento especial, todo lo centró en él. "El resto no importaba, sólo él", afirma. "Todos nosotros, incluso su familia y entrenadores, no importaban. Todo fue hecho para que Novak consiguiera todo lo que ha conseguido. Tan pronto como viera que algo no iba según lo planeado, me iba a buscar otro entrenador", añade.

El padre de Djokovic admite que él no obligó a su hijo a convertirse en un gran deportista sino que sintió la obligación de fomentar su talento. "Los padres no son realistas con las carreras y sueños de los hijos. Ellos deciden que sus hijos son geniales y ponen mucha presión sobre ellos que acaban por no saber manejarla. Cuando crecen, llega el caos. Toda la familia es destruida. Yo no decidí que mi hijo era un talento porque no soy tenista, escuché el consejo de otros".

Cuenta Srdjan que todos sus hijos se aficionaron al deporte de raqueta, algo que no hacía especial gracia a su madre, que veía como muchas de las cosas de casa se rompían a causa de los golpes con las pelotas. "Yo le decía que les dejara, que eso era lo que ellos amaban hacer", dice el padre de Nole que recuerda que su hijo golpeaba ya con 4 años el revés de la misma manera que hoy día. En cuando Jelena Gencic, primera entrenadora de Djokovic, le dijo a su padre que la única tenista que había visto con ese mismo talento a la edad del chico, con 7 años, había sido Monica Seles, Srdjan se llevó a Novak a Estados Unidos, Italia y Alemania, para que se curtiera en distintas academias. "En 10 años nunca me alejé de él", admite.

Cuando le toca hablar de sus rivales, a Srdjan no se le puede olvidar lo ocurrido en 2006 durante un partido de Copa Davis en el que Federer estaba presente. "Novak tenía 19 años por aquél entonces. Sufría de sinusitis y no podía respirar bien", revela el padre de Nole. "Federer intentó de todas las maneras posibles faltarle el respeto por sus problemas respiratorios. Novak derrotó a Wawrinka en cinco sets y tuvo que llamar varias veces al fisio para que viniera a verle. Después de aquello, Federer dijo que sus problemas físicos parecían una broma".

"Él ha demostrado ser el mejor jugador del mundo pero no como buena persona por aquél entonces", admite Srdjan. "Nadie ha tratado a Novak así nunca. No entiendo por qué Federer sigue jugando a tenis. No sé por qué si ya tiene 34 años", continúa.

Sobre los abucheos que recibe el serbio en muchos estadios, Srdjan admite que "le hacen aun más fuerte". "Siempre le he explicado que viene de un país pequeño, bombardeado, con guerras y que tendrá que recorrer un duro camino a lo largo de toda su carrera", asegura. "Cuando Novak ganó a Federer en las semifinales de 2011 del US Open, 23.000 de las 24.000 personas que habían allí animaban a Roger. Pero Novak cogió el micro y dijo que eran el mejor público que había en el mundo. Esto es fortaleza mental. Como el granito", expresa Srdjan.

Las buenas palabras que no tiene hacia Federer sí las tiene hacia Murray. "Es genial, un gran talento, uno de los mejores de la historia y una gran parte de él que no llega a usar debido a que mentalmente no juega calmado", asegura. "Se frustra enseguida. Cuando va ganando tiene una confianza brutal pero cuando comienza a perder su mente se da la vuelta y parece perdido. Se dirige a su box y eso le distrae. Si aprende a calmarse logrará una gran carrera, más grande de lo que es ahora. Me encantaría ver a Murray alcanzar su potencial".

Actualmente, a diferencia de hace años, Srdjan no suele acudir a muchos torneos a ver a su hijo. "Me pongo muy nervioso viéndole jugar ahora. Es muy difícil para mí contener mis emociones, es por eso que sólo voy a verle un par de meses al año", revela, y lanza un mensaje sobre el futuro de su hijo: "Se convertirá en el mejor de la historia. Puede ganar otros 10 Grand Slams más", concluye.