Un espejismo llamado Novak Djokovic

Como si de un espejismo se tratara, Novak Djokovic mostró una imagen frágil y dubitativa de lo que suele ser normal en él en su primer partido en Indian Wells donde sufrió para derrotar a Bjorn Fratangelo, 159º del mundo, que logró arrebatarle incluso un set (2-6, 6-1 y 6-2). Hubo momentos donde flotaron dudas en el aire ante la imagen que Nole ofreció hoy, la peor que se recuerda en mucho tiempo.

Inesperado. Así fue el inicio de encuentro de un Djokovic que volvía al circuito ATP desde aquella retirada en Dubai por el problema de su ojo. Con dobles faltas y errores poco habituales en él, entregaba a las primeras de cambio su servicio entre el rumor del público que se congregó en la preciosa central de Indian Wells. Llama la atención la posición de Nole en estos primeros compases de encuentro. Él, acostumbrado a jugar siempre montado sobre la línea y dominando a su rival, se echa un par de pasos hacia atrás en el fondo y le vemos golpear sin patrón claro de juego, descompensado en sus movimientos y totalmente fuera del partido. Tal es así que Fratangelo se colocó con 4-0 por delante ante el serbio.

El viento, enfrentarse por primera vez a un tenista contra el que no lo hiciste antes, la solidez desde el fondo del estadounidense y la poca paciencia con la que salió Novak a pista estaban jugándole una mala pasada al número 1 del mundo que no podía creerse el mal comienzo de encuentro que estaba teniendo. El descalabro se consumaba tras poco más de media hora de partido al llevarse Bjorn Fratangelo el primer set del encuentro por 6-2 ante un Novak que cometió hasta 16 errores no forzados.

El padre de Fratangelo decidió llamarlo Bjorn en honor a Borg, y un poco de ese carácter de hielo de la gran leyenda sueca estaba demostrando hoy el estadounidense que no parecía temblarle la mano en demasía teniendo contra las cuerdas a todo un Novak Djokovic, levantando incluso varias bolas de break en contra, y enseñó lo duro de sus golpes desde el fondo, sobre todo cuando golpeaba de derecha, su mejor arma. El serbio estaba herido en su orgullo. Era el primer set que perdía ante un jugador de fuera del top 100 desde hacía casi cuatro años y en esta segunda manga ya empezó a parecerse un poco más al Novak que todos conocemos, cometiendo menos errores y tomando el control del encuentro.

Pasada la tremenda pájara inicial, Djokovic se recompone, afina su puntería y empieza a golpear de verdad. Saca a Bjorn de pista y domina por completo todas las facetas del juego aunque cometiendo todavía algún error de bulto que hacía ver que no lograba dejar del todo atrás al Novak del primer set. El serbio finiquita esta segunda manga en tan solo 24 minutos y tranquiliza a su box y a sus fans...

... aunque no por mucho tiempo. Porque comienza el tercer set y de nuevo aparece el Novak de los primeros compases del encuentro. Casi no se puede creer ver tan frágil a un Djokovic hoy desconocido. Por primera vez en mucho tiempo, el de Belgrado parece un tenista inseguro. Comienza a dudar. No está al 100% metido en el partido y tiene momentos que resultan incluso cómicos como ése en el que piensa que una bola se va fuera y 'abandona' el punto para ver que el viento la mete dentro para su sorpresa.

Era sin duda el peor Djokovic que recordamos en mucho tiempo pero es lo que tienen los campeones que incluso jugando mal son capaces de sacar los partidos adelante. A trompicones y con sufrimiento, Nole fue cerrando juegos no sin mucha batalla y definitivamente, el encuentro a su favor, para su tranquilidad.

Los espejismos, imágenes engañosas de lo que es la realidad, se suelen dar en los desiertos. En el californiano, donde se encuentra Indian Wells, hoy hemos presenciado uno y de los buenos. Casi como si de una ilusión se tratara, hoy vimos a un Djokovic desconocido que aun sin tener su día, fue capaz de avanzar a la siguiente ronda donde se enfrentará al alemán Philipp Kohlschreiber.