Moyà: "Rafa me recordó a un toro que lleva un año encerrado, que lo sueltas y va como una fiera"

Entrevistamos en exclusiva al entrenador de Nadal. "A un partido, no tengo dudas del nivel que puede ofrecer Rafa. Será candidato a los torneos que juegue", señala Moyà.

Jose Morón | 29 Jan 2024 | 20.57
facebook twitter whatsapp Comentarios
Entrevista con Carlos Moyà: "Rafa me recordó a un toro que lleva un año encerrado, que lo sueltas y va como una fiera".
Entrevista con Carlos Moyà: "Rafa me recordó a un toro que lleva un año encerrado, que lo sueltas y va como una fiera".

El último año de Rafa Nadal ha sido más duro de lo que muchos pueden llegar a pensar. El mallorquín tuvo que pasar por el quirófano para tratarse el psoas y una vieja lesión en la cadera. Una intervención nada sencilla que hizo peligrar su carrera. Alguien que sabe perfectamente el sacrificio de Rafa para volver a sentirse tenista es Carlos Moyà. Con él nos sentamos de manera exclusiva para repasar lo ocurrido en estos últimos 12 meses.

El entrenador ha estado al lado de Rafa durante todo este tiempo, viviendo desde dentro todo lo que ocurrió posteriormente a esa lesión en el Open de Australia 2023 ante McDonald. En esos meses donde Nadal intentaba apretar al máximo para llegar a la gira de tierra, sin éxito. Alargando semana a semana su dolor para darse la oportunidad de estar en París, hasta que tomó la decisión de pasar por el quirófano y poner sus miras en 2024. Esa que él mismo denominó como su “posible última temporada”.

Después de muchas horas de trabajo en el gimnasio y en la pista, poco a poco fue dejando atrás las molestias y los dolores para ganar confianza y colocar el dedo en Brisbane. Allí sería su regreso. Después de dos partidos más que notables, una lesión muscular en la cadera le impidió regresar al Open de Australia. Otro contratiempo que digerir y que le dejaba fuera de un torneo al que tenía ganas de volver a visitar.

Entrevista completa con Carlos Moyà: “He vuelto a ver disfrutando a Rafa”

Cómo se encuentra Rafa

“Va mejorando. Estamos siendo cautos. De dónde venimos, hay que ir con cuidado. Estamos empezando poco a poco a entrenar de nuevo. No fue grave, pero sí lo suficientemente seria como para no jugar el Open de Australia, que era uno de los grandes objetivos que él tenía”.

Golpe moral que supuso verse fuera de Australia

“Vas llenando el vaso y hay una gota que lo colma. La lesión en sí no es grave, puede pasar, pero cuando vienes de donde vienes, con esos meses tan duros que ha tenido y verse tan cerca de volver a una versión muy decente, es una lástima. A él le apetecía mucho jugar el Open de Australia”.

Si se asustó

“Sabía que no era lo mismo, porque no reacciona igual que el año pasado. Ahí se vio enseguida que había una limitación muy grande. En este caso no fue igual. Pudo competir. Una lesión grave te impide hacer lo que él sí pudo hacer ante Thompson. Eso sí, nunca se sabe porque ya habíamos tenido problemas en el pasado que parecían que no iba a ser nada y luego fueron un par de meses. Una roturita a estos niveles son 3-4 semanas y en este caso hemos tenido suerte de que no ha ido a más. Esto pasa en el deporte, pero es cierto que el golpe moral ha sido fuerte porque se veía preparado y de nuevo te vienen problemas del pasado”.

El miedo que tenía en su regreso

“Yo sabía que no iba a ver pérdida de nivel ni físico, mi miedo era saber qué iba a pasar en partidos duros y exigentes. Hicimos mucha simulación en entrenamientos de tres horas o jugar varios sets, pero la competición es otra historia. Esa tensión extra no la tienes y eso se nota, sobre todo después de un año y a estas alturas de su carrera. Es normal que haya estos pasos atrás en la adaptación a la competición”.

Por qué jugará Doha y algún torneo más de pista dura y no la tierra en Sudamérica

“Los cambios de superficie no son fáciles. Si bien es cierto que la tierra le debería ir mejor para las articulaciones, pasar de rápida a tierra, para ir de nuevo a EEUU y luego otra vez a tierra, pensamos que era un poco excesivo. Por eso elegimos hacer este calendario, sin tanto cambio de superficie”.

Valoración de su regreso en Brisbane

“Nunca he tenido miedo del nivel que pueda ofrecer Rafa. A nivel físico o tenístico, le conozco muy bien y sé lo competitivo y humilde que es para remar cuando tiene que hacerlo. Tiene una inteligencia táctica muy grande y los distintos planes de juego que tiene. En ese aspecto, no me sorprende lo que vi porque he visto tantas cosas de Rafa que ya no es sorpresa, pero es cierto que podía no haber ido bien y empezar con más dudas, pero me recordó a un toro que lleva un año encerrado, que lo sueltas ahí en medio y va como una fiera. Después de tantos meses de sufrimiento, le volví a ver disfrutando, tanto en los entrenamientos como en los partidos en Brisbane. Esa era la versión de Rafa que todos queríamos ver”.

Sobre los partidos que jugó

“Estuvo sufriendo, por el partido, pero a la vez disfrutando de ese momento. Todos los meses de trabajo y sufrimiento se vieron recompensados. Se volvió a sentir jugador de nuevo. Me encantaron los tres partidos. Nos dio una pequeña muestra de lo que podemos esperar de él. Por nivel, me quedé muy satisfecho de lo que vi”.

Volvió a jugar sin dolores

“No tuvo ningún aviso ni durante el torneo ni la semana previa. En Manacor estuvimos haciendo muchos sets ante Gasquet, Struff, Ruusuvuori, Munar… y con todos entrenamos sesiones de hasta tres horas, porque no queríamos ir a Australia sin haber hecho esos tests serios. No tuvo molestias ni problemas, fue de menos a más. En Brisbane, los entrenamientos fueron positivos. Ese problema nos vino de repente, pero sabíamos que podía pasar. Es imposible simular la competición en los entrenamientos. Siempre hay ese extra de tensión que hace que los músculos tengan más estrés que en los entrenamientos”.

Si confía en que pueda ser competitivo ante los Top otra vez

“Sí, ¿por qué no? Los dos primeros partidos los ganó bien y casi gana a un jugador que la semana siguiente casi gana a Tsitsipas en Australia. Es decir, de un nivel alto. Yo creo que, a un partido, no tengo dudas del nivel que puede ofrecer Rafa. Lo que faltaría es saber qué pasaría si un día juega con un Top, ganar y jugar mañana con otro. Ese ritmo de competición aún no lo ha vivido y eso nos falta. Dije que necesitaría unos 10 partidos para llegar a ese nivel del 100%”.

Si confía en que podrá volver a ser el que fue

“Yo soy optimista, pero también realista. Rafa ganó Roland Garros hace un año y medio. Si no ha tenido continuidad es por las lesiones. Hasta la lesión de Wimbledon, llevaba un año espectacular. No sé si a ese nivel, pero si las lesiones no lo impiden, creo que será un jugador candidato a los torneos que juegue. Necesitará continuidad, pero si lo logra, volverá a su nivel”.

Opciones de que 2024 no sea su último año

“Sí, ¿por qué no? También lo ha dicho él mismo en otras entrevistas. Él se ha ganado el derecho de decidir cómo, dónde y cuándo quiere retirarse. Pese a su situación, que ha cambiado al tener un niño, a él le apetece seguir compitiendo de esta manera”.

¿Riesgo de recaída?

“A priori no. Le han dejado el tendón mucho mejor de lo que lo tenía antes de la lesión. En teoría no”.

Si le sigue sorprendiendo el espíritu de lucha que tiene Rafa

“Sí. Me sorprende las ganas que tiene, su comportamiento en pista, siempre querer más, su ambición por mejorar. Es increíble. Eso es lo que le ha llevado a ser quien es. Mantener esa motivación durante tantos años, cuando lo más fácil sería decir ‘Lo dejo’. Ves la profesionalidad que tiene y lo mal que lo ha pasado en este último año, viendo cómo volvió tras la operación y el día a día y piensas qué mérito tiene para volver a buen nivel”.

Lo duro que ha sido el camino

“Si hubiera vídeos de los primeros entrenamientos que hicimos en agosto… no eran optimistas ni positivos. Entiendes que es el proceso por el que tiene que pasar a tres o cuatro meses vista para ser competitivo. En el día a día te van pasando cosas que te tiran un poco para atrás. No avanzas a la velocidad que creías. Ahí te entran dudas. Yo tenía dudas de que podía no volver a jugar por cómo le vi en el primer o segundo mes, donde los avances fueron mínimos. Jugábamos 15-20 minutos y a veces se quedaba tirado en el suelo por el dolor. Son situaciones duras, pero sabíamos por los médicos que tenía que pasar por eso, una adaptación del cuerpo, pero todo estaba muy controlado. Hubo días que dudamos”.