“Verme en el top30 es una locura, pero mi enfoque no cambia"

Emma Navarro avanzó por primera vez a la tercera ronda de un Grand Slam. La estadounidense, virtual top25, muestra un balance de 10-1 en este inicio de temporada.

Fernando Murciego | 19 Jan 2024 | 01.00
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Emma Navarro. Fuente: Getty
Emma Navarro. Fuente: Getty

Llevamos solo medio mes de enero y Emma Navarro ha confirmado que será uno de los que más suenen este temporada. Después de ganar su primer título en Hobart, la tenista de Nueva York debuta entre las 32 mejores del Open de Australia.

No tengo ninguna duda: Emma Navarro la va a liar en 2024. Bueno, realmente ya la está liando. A sus 22 años, esta jugadora que proviene del college universitario, ha tardado un poco más de lo normal en alcanzar la élite, por eso ahora parece tener prisa por quemar etapas. En el WTA 250 de Hobart le vimos estrenar su palmarés hace una semana, pero lo realmente importante ha llegado en este Open de Australia 2024, donde por primera vez ha puesto los pies en una tercera ronda de Grand Slam. Vamos, que se ha ganado que hablemos de ella antes de que pegue un petardazo mayor.

“La verdad es que estoy emocionada por estar en esta posición”, declaraba hace unas horas tras su victoria frente a Cocciaretto. “Ha sido un partido muy duro, sentí que mi oponente jugaba muy bien, veía que cuanto mejor jugaba yo, mejor jugaba ella. Definitivamente, necesité un poco de paciencia para capear esta tormenta, así que estoy muy feliz por haberla superado y alcanzar la tercera ronda. Emocionada por tener la oportunidad de jugar otro partido aquí en Melbourne, es muy especial estar en este torneo”, valoraba la oriunda de Nueva York, cantera del 2001.

“Cuando vienes jugando tantos partidos es más fácil encontrar el ritmo dentro de la pista, eso me gusta. Es agradable mantener este ritmo, es como si te estuvieras preparando constantemente para tu próxima ronda, como si inmediatamente te tocar jugar de nuevo”, añadía Navarro, de momento la jugadora con más victorias en lo que marcha de temporada. "Esto supone que todo se vuelva un poco más fácil, ayuda también en los entrenamientos de cara a mejorar ciertos aspectos de tu juego. Ahora es momento de aprovecharlo y sacar el máximo rendimiento en los partidos, espero seguir haciéndolo”, señala la mujer que acumula semifinales en Auckland y título en Hobart en estas dos semanas previas.

Este feeling inmediato con 2024 ha impulsado a Emma a convertirse en la cuarta mejor tenista estadounidense del momento, virtualmente situada en el top25 de la clasificación. “No tengo ningún ranking o resultado que suponga mi logro de mayor orgullo”, despeja rápidamente la de 22 años. “A veces es genial la sensación de tener atado un golpe dentro de la pista, sin más. Es genial pensar en todos los momentos específicos que destiné con mi entrenador a trabajar en cada golpe, puedo recordar cada minuto de esa progresión, aunque también recuerdo la frustración de cuando no me salían las cosas. Que todo el trabajo del pasado y toda mi evolución técnica me hayan llevado hasta la tercera ronda de un Grand Slam es lo más satisfactorio para mí”.

EL MOMENTO DEL CLICK

Como junior la vimos pisar la final de Roland Garros Junior en 2019. Como universitaria, convertirse en campeona de la NCAA en 2021. Sin embargo, el mayor chute de confianza no llegará hasta hace unos meses. “Diría que fue en abril del año pasado, después de ganar un W100K y entrar al top100 por primera vez. No me lo podía creer, para mí supuso un hito, algo que siempre pensé que podría conseguir. Tuve la sensación de estar muy satisfecha con mi carrera, desde entonces hice muchos avances, aunque todo lo que vino después fue como un extra”, recuerda emocionada.

“Llegar al top50 fue una locura, llegó mucho más rápido de lo que esperaba. Lo mismo ha pasado en el inicio de esta temporada, con el éxito en estas primeras semanas, verme dentro del top30 por primera vez es una nueva locura. Para mí el enfoque sigue siendo el mismo, todavía trato de ser la mejor jugadora que puede ser. Mi entrenador habla mucho sobre esto, dice que cada vez compito más parecido a como lo hacía en la universidad”, compara la actual Nº26 del ranking WTA.

UNA DESCONOCIDA EN LA ÉLITE

Muchos partidos, muchas victorias y un ascenso imparable podrían ser ingredientes suficientes para que Navarro estuviera en boca de tantos, sobre todo en su país, sin embargo ya sabemos que las cosas en el tenis no siempre funcionan así. Que se lo digan a Jessica Pegula, durante mucho tiempo la mejor raqueta norteamericana y, sin embargo, una desconocida para el gran público. Puede que Emma termine recorriendo ese mismo camino, así que le toca a ella directamente presentarse en sociedad a través de estas ruedas de prensa.

“Como tenista me gustaría que supieran que siempre doy el 110%, aunque no muestro ninguna emoción”, describe sobre sí misma la mujer que se enfrentará en tercera ronda a Yastremska. “Esto significa el mundo para mí, siempre lucho tan duro como puedo, lo pongo todo sobre la pista. Los resultados y el ranking no son fáciles, tampoco para mí que acabo de aparecer en la élite, aunque he puesto muchos años de trabajo junto a mi equipo. He tardado muchos años en llegar aquí, se necesita mucho trabajo”, prosigue la de Nueva York. “Como persona, mi mayor prioridad es la familia, siempre están en mi palco, agradezco que tengan tiempo para estar aquí. Supongo que soy una chica familiar, soy muy tranquila fuera de a pista, aunque no tan seria como dentro de ella”.