Novak Djokovic ya mete miedo y ruge en Australia como renacido

El serbio firmó su mejor partido en Australia ante un Etcheverry que elevó el nivel hacia el final del tercer set, pero que nada pudo hacer en un impecable tie break. 

Mónica Barberán Munera | 19 Jan 2024 | 11.50
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Novak Djokovic en el Open de Australia 2024. Foto: getty
Novak Djokovic en el Open de Australia 2024. Foto: getty

El Novak Djokovic que todos conocemos está de vuelta. El número 1 del mundo sacó a relucir su mejor versión ante Tomás Etcheverry en la tercera ronda del Open de Australia. Tras dos encuentros en los que sufrió más de la cuenta, el serbio volvió a conectar con la Rod Laver Arena para vencer al argentino por un cómodo 6-3 6-3 7-6(2).

Lo bueno tarda en llegar, sino que se lo digan a Novak Djokovic en este Open de Australia. Y es que, hasta ahora, el serbio no había terminado de imponer su superioridad, avanzando de rondas con bastantes dudas. Sin embargo, ante Tomás Etcheverry, el número 1 del mundo dio ese paso hacia adelante que todos esperaban y se plantará en los octavos de final una vez más para enfrentarse a Ben Shelton o a Adrian Mannarino.

Y es que Nole entró enchufadísimo, con una sensación de control muy diferente a sus dos anteriores encuentros. Un Djokovic desplazándose mejor y sacando a relucir su derecha desde los primeros compases, hicieron que el argentino se viera en la necesidad de mantener un ritmo muy alto desde el principio. Aunque Etcheverry pudo aguantarlo, su servicio no terminaba de despegar. Ambos protagonizaron grandes peloteos, pero con la sensación palpable de que Djokovic estaba sintiendo la bola a otro nivel. Además, el serbio fue implacable al servicio, algo que mantuvo hasta el final del encuentro.

A estas alturas, el número 1 del mundo ya dio señales de ir a morder, que este encuentro iba a ser su punto de inflexión en Melbourne. Se le vio más tranquilo y concentrado, a diferencia de un Etcheverry que fue perdiendo fuelle. Llegaría el momento clave del set cuando el argentino dudó más de la cuenta y se quedó enganchado con la derecha, para luego cometer una doble falta y conceder la primera bola de break. Ahí Nole fue determinante con una dejada magistral y aprovechó su segunda oportunidad para coger ventaja. Tomás salvó el doble break, pero no pudo escapar del mejor set del torneo de su rival, quien tan solo cedió cuatro puntos con su servicio.

La segunda manga siguió la misma tónica para Djokovic, a quién le corría la bola una barbaridad en el día de hoy. Mientras, Etcheverry continuó con su juego de fondo, aguantando los peloteos, pero sin mucha suerte en los largos rallies. El argentino estuvo sufriendo mucho la tensión y volvió a conceder su servicio tras un resto directo de otro mundo de Nole. Y es que Etchevrry necesitaba ser más agresivo si quería meter mano al imponente servicio de su rival. En un momento, pareció que el serbio se desconcentraba un poco por primera vez en el encuentro y Etcheverry se mantuvo alerta para intentar recuperar el break. Sin embargo, Nole resolvió ese tenso momento como solo él sabe para evitar cualquier motivación de su rival. Así, aprovechó el bajón de Etcheverry para romperle de nuevo y apuntarse el set con mucho repertorio.

Nole aplaca el subidón de Etcheverry

Y es que el argentino no fue capaz de hacerle prácticamente nada de daño a Nole al resto, que comenzó muy animado el tercer parcial. El serbio sabía que debía apretar el revés de su rival para hacerle daño, obligándole también a desplazarse de un lado a otro y acelerando su derecha por momentos. Aún así, el argentino se dio cuenta de que Nole quería terminar rápido y empezó a ser más duro y más efectivo con sus restos. A estas alturas, ambos firmaron los mejores peloteos del encuentro y Etcheverry consiguió su primer deuce cuando Nole dominaba con un 40-0. Sin embargo, aunque se defendió como un jabato llegando a pelotas inalcanzables, el saque mantuvo a Nole sin sustos.

El partido dio un cambio muy significativo hacia el final de este tercer set con un Etcheverry mucho más animado y con la sensación de poder dar más de si para plantarle cara, por fin, a su ídolo. Todo empezó a ponerse muy interesante y el nivel del encuentro se puso por las nubes. La guerra que el argentino dio en lo que fue una versión mejorada de su juego, obligó a Nole a fallar más en este último tramo y a bajar el nivel con su servicio. Aun así, aunque el argentino lo dejó todo y llevó al serbio hasta el tie break, Djokovic sacó sus garras para terminar con el subidón de Etcheverry y meterse en los octavos de final una vez más.