Djokovic, apartado del binomio Nadal-Federer: "No había lugar para tres"

El serbio no siempre se sintió en igualdad de condiciones dentro de ese histórico 'Big 3'. ¿Cómo de querido se ha sentido a lo largo de los años? Nole responde.

Mónica Barberán Munera | 14 Jan 2024 | 23.25
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Novak Djokovic en el Open de Australia 2024. Foto: getty
Novak Djokovic en el Open de Australia 2024. Foto: getty

Novak Djokovic concedió una extensa entrevista en la que reflexionó acerca de varios temas sensibles que han tenido mucha repercusión en su carrera. Su irrupción en la ya existente rivalidad entre Nadal y Federer, su relación con Alcaraz y las consecuencias de su derrota en la final de Wimbledon o su inescrutable longevidad han sido las claves protagonistas.

Lo criticarán más o menos, pero Novak Djokovic ha demostrado ser un jugador fuera de serie y una persona bastante honesta en sus declaraciones. El número 1 del mundo no se ha ganado ser uno de los mejores deportistas de la historia por pura casualidad, sino que su ambición y ganas de codearse con los mejores y ganar a los mejores ha sido mayor que la del resto, o así lo manifestó siempre. En su caso, Djokovic tuvo que penetrar en esa rivalidad que ya existía entre Roger Federer y Rafa Nadal. “No había lugar para tres. En todas las rivalidades deportivas más famosas siempre son dos personas, no tres. En el fútbol es Ronaldo o Messi. Entonces entiendo que esa es probablemente una de las razones por las que yo me quedaba fuera”, confesó el serbio a The Times.

Al igual que ahora estamos acostumbrados a escuchar a Carlos Alcaraz exponer sus ganas de vencer a Nole y de arrebatarle el número 1, hace algunos años era el propio serbio quien no tenía reparos en decir que su gran objetivo era vencer a Federer y a Nadal: “No tenía miedo de decir que quería vencer a estos tipos, de ser el número uno. Lo dije cuando era un adolescente y creo que a mucha gente no le gustó, incluidos ellos, así que de inmediato me mantuvieron fuera y me juzgaron mucho. También fue por mi actitud, de decir soy mejor que ellos, que seré el mejor. Sabía que alguien con este tipo de mentalidad sería algo polarizador. Un grupo de personas dirá: "me gusta su confianza", pero otros pensarán: 'mira a este imbécil arrogante'.

Teniendo esto en cuenta, Nole sabe que sus dos compañeros han tenido más apoyo del público. Para un jugador joven, como un día lo fue, tuvo que ser bastante duro lidiar con ello. Sin embargo, al cabo de los años entendió que no podía controlarlo todo. “¿Quiero ser querido? Creo que al comienzo de mi carrera realmente traté de estar un poco más conectado con la gente, particularmente en lugares donde querían más a Federer y Nadal, o a Andy Murray. Pero también entendí que hay varios factores por los que no recibiré más apoyo que ellos. Entonces me pregunté: ¿sigo intentando ganarme a la gente o lo acepto y sigo adelante? ¿Ser mi yo auténtico, les guste o no?

Centrándonos en el presente, a Djokovic todavía le queda mucho fuego por apagar y tiene entre ceja y ceja llevarle la contraria a su “yo” del pasado en cuanto a su jubilación se refiere: “No me pongo límites. Normalmente es la sociedad la que te impone limitaciones: ‘después de los 30 eres demasiado viejo’. A mí no me afecta nada de lo que piense la sociedad del deporte”. Y en relación a esta codiciada longevidad, Djokovic vuelve a incidir en el sumo cuidado de su cuerpo: ¿Esperaba a los 36 años ganar tres de cuatro Slams? No. Alguien publicó una entrevista mía de hace diez años en la que digo que mi carrera terminaría a los 32. Ahora quiero sobrepasar los 40”.

Las derrotas le dan el combustible que necesita para superarse

En este glorioso camino que continúa recorriendo el número 1 del mundo, se ha topado con todo tipo de jugadores que le han frenado más y otros menos. Y es que este tipo de bestias no se nutren únicamente de las victorias, sino que se crecen aún más con las derrotas. Eso podemos comprobarlo con tan solo echar la vista unos meses atrás: “Normalmente este tipo de partidos, como la final de Wimbledon, despiertan algo en mí. Alimentan mi deseo de tener aún más éxito. Las grandes derrotas son para mí como una llamada de atención, un trampolín. Ahora voy a saltar aún más alto, voy a hacer lo que hago, pero aún mejor. ¿Qué pasó después de Wimbledon? Pues que gané todos los torneos que jugué en Estados Unidos, incluido el US Open, y en Europa bajo techo. Hasta cierto punto se podría decir que estaba feliz de perder esa final de Wimbledon porque me puso en marcha”.

Que Carlos Alcaraz le arrebatara Wimbledon despertó a la bestia, pero en la pista, porque fuera de ella ambos mantienen una muy buena relación de respeto mutuo que ninguno tiene reparo en ventilar a los cuatro vientos. Y es que Djokovic reconoce el talento del murciano, distinguiéndolo sobremanera del resto de rivales a los que se ha enfrentado: "Es realmente único. Nunca he jugado contra alguien como él. Tuve que jugar contra Federer y Nadal. Todos son diferentes tipos de jugadores, pero Alcaraz parece muy maduro para ser un chico tan joven. Ha tomado la derecha y el movimiento de Nadal, la delicadeza y el toque de Roger y mi defensa con el revés cortado. También tiene carisma, sonríe mucho en la pista y es un tipo muy simpático”.

Así, Nole apunta quiénes recogerán el testigo de lo que un día fue el ‘Big 3’: “Con Carlos, Holger Rune y Jannik Sinner, que tienen aproximadamente la misma edad, habrá grandes rivalidades en los próximos años”. Sin embargo, el serbio no tiene prisa en desaparecer del mapa y confiesa divertido: “Me aseguraré de que se jubilen antes que yo".