Zverev da un golpe sobre la mesa y ya está en semifinales

Horas y horas golpeando a una pelota dan para mucho. Momentos de alegría, tristeza, ilusión, enfado, esperanza y desesperación. En cierto modo, un partido de tenis es una vida dentro de otra, reuniendo sentimientos que todos los seres humanos tienen, y que un tenista experimenta en unas pocas horas. Stan Wawrinka y Alexander Zverev vivieron una experiencia de ese tipo en los cuartos de final del Open de Australia 2020, en la que solo uno alcanzó la felicidad: Alexander Zverev, que con un resultado de 1-6, 6-3, 6-4 y 6-2 logró el pase a semifinales.

Los vaivenes en el juego de tenis oscilaron al son del ritmo de piernas de Wawrinka, pero también de los latidos cardiacos del alemán. Cuando Stan Wawrinka se comenzó a mover de manera más intensa y a tomar la iniciativa con su derecha, Zverev se amilanó y perdió terreno en la pista. Sin embargo, supo reaccionar, y encorajinado e involucrando a la grada en su azaña, Zverev se hizo con un encuentro increíble.

Wawrinka tiene un ya consabido gran agujero en su tenis, como es el drive. Todos los jugadores del circuito se afanan en buscarlo, y de la rapidez e intensidad física y mental del suizo depende que se lo encuentren. Comenzó el encuentro muy mal Zverev, viéndose superado en todo momento por el buen tenis de Stan que en pocos minutos ya se veía con varios breaks arriba y marchándose en el marcador como un avión. Despojado de toda opción de ataque por su falta de chispa, el germano poco o nada pudo hacer para contrarrestar el buen y ordenado juego de Wawrinka, que en pocos minuntos se adjudicaba la primera manga por un contundente 6-1.

Pero algo cambió. En apenas unos puntos, Sascha se convirtió en ese jugador agresivo y con una actividad frenética de piernas, que aprieta con su derecha y somete al rival a un constante castigo. Mejoró su nivel al servicio, y aprovechando la relajación del suizo, se hizo con la segunda manga por 6-3.

Fue en el tercer set donde se vieron los instantes de mejor tenis. Una lucha encarnizada de tú a tú; un duelo entre dos jugadores con enorme ambición, y con una manifiesta oportunidad de alcanzar la penúltima ronda de Grand Slam. Zverev tuvo que hacer frente a bolas de set del suizo, pero las salvó y aprovechó los nervios de un Wawrinka que no supo aprovechar esas oportunidades para volver a ponerse por arriba en el partido. Sascha se mostró intratable en los momentos cumbre para vencer por 6-4.

Fue ahí donde emergió el aura de futuro campeón de Alexander Zverev, una garra y carisma poco conocidos en él. El alemán hizo gala de su mejor tenis para cerrar el cuarto set y el partido por un contundente e inapelable 6-2, para de esta manera cerrar su pase a la siguiente ronda de este Open de Australia 2020. Tan solo dos partidos separan a Zverev de la gloria; el alemán parece haber recuperado la chispa y la confianza en sí mismo, mostrándose de nuevo como un jugador temible. A buen seguro dará guerra en semifinales. Su rival saldrá del duelo entre el español Rafael Nadal y el austríaco Dominic Thiem.