ATP - Las decepciones de la temporada 2017

Nunca es plato de buen gusto repasar y mucho menos enumerar a aquellos jugadores que, por unas razones u otras, fracasaron a lo largo de una temporada. Son muchos nombres los que inician esta carrera desde la línea de salida y pocos los que llegan con éxito a cruzar la meta. A veces, empezar desde el minuto 1 con las expectativas demasiado altas puede resultar contraproducente, del mismo modo que puede llegar a ser peligroso afrontar el camino sin esperanza ni motivación. Desde Punto de Break hemos destacado algunas decepciones, las de siete jugadores ATP que no consiguieron los triunfos que muchos pensaron que tendrían en un 2017 dramático y repleto de lesiones.

Novak Djokovic: Siendo honestos, el serbio no ofreció su mejor nivel ni estando bien, ni estando lesionado. Es cierto que desde Wimbledon (torneo incluido) no pudimos ver su versión óptima por culpa a una lesión de codo, pero tan cierto es esto como que en los meses anteriores, el de Belgrado pagó muy caro su falta ambición tras conquistar Roland Garros en primavera de 2016. Al final, entre unas cosas y otras, su nombre acabó cayendo fuera del top10 y hoy en día su regreso a las pistas sigue siendo una incógnita.

Tomas Berdych: Muy lejos ya de su tenis regular aunque inocente ante los grandes, el checo ya camina en una etapa de su carrera totalmente distinta. Superado sin problema por los rivales de su generación, en 2017 también pudimos ver cómo Berdych sufre ya de igual manera antes los jóvenes que vienen pisando fuerte desde atrás. Un veterano que cada día muerde menos y que solo el tiempo dirá hasta dónde le veremos caer después de una década dorada ocupando un lugar en la élite.

Gael Monfils: Tan bueno fue el 2016 que lo más normal era que en 2017 viviéramos el efecto rebote de la carrera de Gael Monfils. Todo lo que no vimos el curso pasado (lesiones, tirar partidos, sorpresas prematuras) regresó sin preguntar este calendario para sacar al francés de top10 y casi sacarlo del top50. Un cambio drástico marcado por una lesión que le impidió celebrar la Copa Davis en noviembre, la única alegría que se hubiera llevado a la boca en un año para olvidar.

Borna Coric: Algunos pensarán que el bueno de Borna no se merece ocupar un lugar en esta lista, sobre todo después de capturar en Marrakech su primer título como profesional. Sin embargo, su nombre y su pasado le han jugado a veces una mala pasada, una jugada de excesiva presión y múltiples focos puestos en él. Ya con 21 años, cuatro de ellos compitiendo como un profesional, el estancamiento del croata es evidente, aunque por suerte todavía le quedan varios lustros de tenis por delante. ¿Llegará en 2018 la gran explosión del que llegaron a llamar el ‘nuevo Djokovic’?

Ivo Karlovic: Otro croata en la lista, el segundo, aunque éste un poco más mayor que el anterior. Tampoco estamos siendo muy justo con este hombre de 38 años que todavía tiene fuerza para mantenerse en el top100, pero hay que olvidarse de estos aspectos y estudiar la bajada monumental de posiciones que ha sufrido Karlovic respecto a 2016. El de Zagreb ni siquiera pudo brillar con luz propia en la gira de hierba y eso que la empezó perdiendo la final en Den Bosch. Pero más allá de eso, derrotas dolorosas y ausencias por lesiones. Ojalá que en 2018 veamos la penúltima resurrección del Dr. Ivo.

Andrey Kuznetsov: Joven, con talento y rodeado de un equipo de trabajo y unos compañeros de generación ideales. Kuznetsov lo tenía todo en Barcelona para dar un salto de calidad a su tenis y colarse por fin en ese top25 en el que todo el mundo le veía más tarde o más temprano. El resultado final fue salir del top100 y caer en el infierno de las fases previas. La crisis de los 26 en estado puro, edad en la que todavía tiene tiempo de seguir aprendiendo y darle la vuelta a la situación.

Bernard Tomic: Por último, cerramos la lista con un caso aparte. Alguien que podría estar fácilmente sin bajarse del top15 todo el año y que, desgraciadamente, solo llega a nuestros oídos por derrotas incomprensibles o alguna declaración fuera de tono. El australiano va dejando atrás aquella etiqueta de talento o prodigio, siendo hoy la de juguete roto o caso perdido las más comunes. Una historia triste que seguirá estando en su mano hasta el último día, donde decida tirar la toalla o demostrar lo que vale realmente. Hoy, de momento, es el 140 del mundo.

¿Y vosotros qué pensáis? ¿A quién meteríais como decepción del año? ¿Murray? ¿Quizá Ferrer? Sois libres para opinar.