¿Qué le piden los tenistas al 2016?

En Punto de Break hemos podido acceder a las cartas que algunos tenistas profesionales han escrito a Papá Noel en busca de algunos elementos que han podido echar en falta en este 2015. Todos se han portado muy bien pero no todos alcanzaron sus objetivos en un camino tan duro como largo. Ahora, ya descansados y con energías renovadas, los mejores del vestuario mandan sus deseos de cara al próximo curso a la espera de que sus sueños se cumplan antes del 4 de enero, fecha en que dará comienzo el calendario.

Serena Williams: La número uno del mundo tiene de todo, vamos, que no se puede quejar. Sin nadie que le tosa en las grandes citas y con la posición más alta del ranking asegurada con grandes garantías, la estadounidense ha decidido pedir un chico que la quiera y que le ayude a mantener esa estabilidad que consiguió lucir durante todo el curso pasado. Un equilibrio que le hizo levantar tres de los cuatros Grand Slams.

Grigor Dimitrov: Pasión, entusiasmo, amor al fin y al cabo. Se le puede llamar de muchas formas, pero lo que Dimitrov necesita en estos momentos es volver a enamorarse de este deporte que es el tenis para recuperar ese aura de genio con la que nos deslumbró hace unas temporadas. Luchar por lo que realmente importa y dejar los asuntos extradeportivos a un lado, conectar rápidamente con su entrenador y ganar en fortaleza mental para superar los momentos cumbre. Papá Noel tiene un papel determinante con esta carta.

Ana Ivanovic: Más concentración y menos portadas de revista. El tenis de Ana Ivanovic sigue en busca del recuerdo que fue hace ya unas cuantas temporadas. Este año asombró con sus semifinales en Roland Garros, aunque terminó siendo un espejismo esfumado por culpa de las lesiones. Un toque de madurez y un mejor enfoque es lo que necesita la serbia para volver a la élite.

Roger Federer: Conexión. Pero no de Internet, sino con su nuevo entrenador, Ivan Ljubicic. El suizo ya no será el mismo sin Edberg en el banquillo, pero no tiene porqué ser peor. La llegada del croata significa dar un paso nuevo en su carrera en busca de nuevas emociones e ilusiones. Aunque bueno, según hemos podido saber, Roger ha puesto entre paréntesis que, si no pudiera llegar esta conexión, una medalla de oro en Río como segunda opción tampoco estaría mal.

Garbiñe Muguruza: Suerte. Ese factor que solo se aparece a la gente que lo busca, que decide en una milésima de segundo un punto, un juego, un partido e incluso un torneo. Lo decide en mala comida, en una mala volea, en un emparejamiento fatal o en una decisión errónea en tu calendario. Garbiñe tiene todo para triunfar, empezando por un gran entrenador que le ha sabido llevar al número tres del mundo. Con un poco de suerte, podemos soñar con cualquier objetivo a corto plazo.

Rafael Nadal: Confianza. Carros y carros de confianza. Justo el ingrediente que jamás pensamos que faltaría en la despensa del español ha sido lo que le ha llevado a firmar la peor temporada de su carrera. Tan mala ha sido que ha terminado en el quinto escalón de la ATP, con lo que a poco que se inyecte una buena dosis de moral y de fe, tendremos al Rafa de siempre luchando por los grandes tronos del vestuario.

Carla Suárez: Un título. La canaria ha vuelto a dar una lección de humildad y no ha pedido demasiado en su carta a Papá Noel. Exactamente lo mismo que había pedido el curso pasado pero que se le escapó hasta en tres oportunidades. Una jugadora de su talento no puedo seguir luciendo un solo trofeo en la vitrina (Oeiras 2014), con lo que cualquier bastión sería bueno para sumar su segunda corona como profesional.

Novak Djokovic: El serbio tampoco se puede quejar de cómo le han ido las cosas, por lo que, al igual que Carla Suárez, ha decidido rescatar su carta de 2015 y reenviar el mismo mensaje a Santa Claus un año después: “Quiero ganar Roland Garros”. Así de claro se ha mostrado el de Belgrado que lleva cinco temporadas persiguiendo el mismo objetivo sin cesar. En tres ocasiones vio París marchar a Novak con la bandeja de plata, ¿será 2016 el año que le veamos reinar en la Philippe Chatrier?

Victoria Azarenka: Regresar al top-10 es, sin duda, lo que más desea y necesita la bielorrusa de 26 años. Con dos Grand Slams en su bolsillo y sabiendo lo que es ser número uno, Vika ha sido incapaz de volver al primer vagón de la WTA por haberse tenido que enfrentar a unos cuadros con muchísima dureza desde los octavos de final. Un par de meses buenos le harían recuperar ese lugar en la élite para poder pelear de nuevo por los grandes premios.

Andy Murray: El número uno es el gran objetivo que le falta por abordar a este hombre Grand Slams, medalla de oro en los Juegos Olímpicos y Copa Davis ya descansan en sus vitrinas, solo falta mirar a todos por encima de la tabla. Para ello, Andy ha pedido a Papá Noel que se le lleve carbón a Novak Djokovic por haberse portado mal en 2015, ya que el serbio fue tan avaricioso que casi no compartió los títulos con el resto. En este movimiento está la clave para que Murray logre ser el primer número uno británico de la historia del tenis moderno.

Petra Kvitova: Suelen decir los más austeros que lo más importante en esta vida es la salud. Y qué razón tienen. Petra Kvitova lo sabe mejor que ninguna otra jugadora, sobre todo desde que una mononucleosis le privara de competir durante un buen tramo de la presente temporada. Ahora la checa solo pide estar fuerte físicamente y no recaer en virus que ya forman parte del pasado. Si recibe su pedido, que se vayan preparando las rivales.

Kei Nishikori: Fuerza. Y quien dice fuerza dice dos piernas de repuesto para cuando llegue el bajón de siempre a mitad de temporada. El japonés sigue sin poder finalizar un año sin problemas físicos y sin un par de abandonos por temporada. La única solución para luchar con los de arriba es aumentar su resistencia y generar más consistencia en su físico.

¿Qué os han parecido las cartas de nuestros tenistas? ¿Creéis que Papá Noel corresponderá con los pedidos? ¿Conocéis otros escritos de tenistas que no hayamos nombrado? Es vuestro turno.