Marbella, cuna del tenis femenino español

El Andalucía Tennis Experience es una puerta de España abierta a la WTA

Pedro Gutiérrez | 1 Feb 2012 | 17.58
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Aún recuerdo los aplausos de las centrales de Roland Garros y del Open de Australia. Una jovencísima española, que aun no alcanzaba la veintena, seguía demostrando su talento al mundo alcanzando sendos cuartos de final dejando por el camino a grandes leyendas del tenis femenino como Venus Williams o Amélie Mauresmo. Ocurrió en 2008 y 2009 y esa jugadora se llama Carla Suárez. Algunos se atrevieron a pronosticar que ya teníamos nueva Arantxa. Para lo bueno y para lo malo, Carla es distinta.
No cabe duda de que en España sólo triunfan los resultados. Especialmente en los deportes femeninos, y el tenis no iba a ser una excepción. Si no se cumplen las expectativas creadas ni lo sueños dibujados no serán tenidos en cuenta los esfuerzos. Desgraciadamente esto es común en nuestro país, a diferencia de otros como Italia, Alemania o Francia donde los deportes minoritarios cuentan con gran apoyo y la repercusión de sus féminas es mucho mayor.


Anabel Medina, número 1 española. Foto:lainformacion.com/EFEHagamos la prueba, dirijámonos a una plaza cualquiera de una de nuestras ciudades, bolígrafo y papel en mano, y comencemos a preguntar. ¿Conoce usted alguna tenista española? La respuesta más común sería, “no, Rafa Nadal y los chicos sí”, o “Arantxa y Conchita ya no siguen ¿no?”. No habría margen para muchos más. Esa es la fotografía de nuestro tenis femenino español. Las Anabel Medina, María José Martínez, Carla Suárez, Lourdes Domínguez, Arantxa Parra, Silvia Soler, Laura Pous o Nuria Llagostera, quedan a un lado. Sus nombres no se retienen más que para aquellos que aman desde el fondo y para el fondo este deporte. Ello, a pesar de ser grandes jugadoras, Top 100 y que llevan la representación española en el circuito femenino a ser considerada como la 5ª potencia mundial. Es una pena, pues las emociones y las ilusiones de nuestra Armada femenina no tienen nada que envidiar a las de la masculina; no así, es evidente, los resultados.


Andalucía Tennis Experience

Hoy mismo nos confirmaba por twitter Conchita Martínez, directora hasta ahora del mismo, que el Torneo WTA de Marbella, el Andalucía Tennis Experience, no se va a poder disputar salvo cambio radical en lo que se refiere a captación de patrocinios. ¿Nos hacemos idea del golpe que esto supone para nuestro tenis femenino? Un golpe brusco y secó que deja helados a todos aquellos seguidores del circuito femenino. Algo inesperado y que trunca muchas ilusiones. La organización de ese maravilloso evento era, sin duda, un ejemplo a seguir. Nació hace tres años, pero en tan pocas ediciones y aún desperezándose ya se situaba como uno de los torneos de categoría “Internationals” (algo así como los ATP250) mejor valorados por la WTA y por las jugadoras. Lideraba junto a históricos torneos como Acapulco, Brisbane, Bad Gastein o Linz, la clasificación en puntuaciones. El enclave sin igual en el marbellí Club Puente Romano, las playas paradisíacas que rodeaban al complejo a apenas 5 minutos de las pistas, el ambiente español y andaluz que envolvía la atmósfera de gran torneo,… todo ello ahora se pierde. Y lo hace por falta de inversores dispuestos a colaborar con nuestro tenis femenino.

Carla Suárez, la estrella que espera. Foto:lainformacion.com/EFE
Este torneo ha sido en estos tres años pieza clave para nuestra cantera. Ahí también se jugaba el futuro de nuestro tenis, que ahora pierde una gran plaza donde aprender a torear. Era en Marbella donde una joven Beatriz García Vidagany pasaba la previa y se colaba en cuartos de final tras desesperar a toda una campeona como Kim Clijsters. Era también Marbella donde una gran baza para nuestro futuro como Lara Arrubarrena, cosechaba grandes victorias el año pasado y alcanzaba también la antepenúltima ronda de cuartos de final donde se topó con una gran Svetlana Kuznetsova; ahora Lara no podrá defender esos puntos. También era aquí donde muchas promesas españolas hacían sus pinitos como Tita Torró o Estrella Cabeza. Aquí en Marbella, Virginia Ruano se despedía cálidamente del público español con un bonito homenaje y era, también aquí, en Marbella donde todos confiaban que Carla Suárez, tras dos finales perdidas, cosechara su primer título WTA.

Pasado y futuro

Era el WTA de Marbella donde se mezclaban el pasado (Vivi o Conchita), el presente (Carla Suárez, Anabel Medina o María José Martínez) y el futuro (Lara Arruabarrena o Tita Torró), del tenis femenino español. Era una semana que bien valía la pena por nuestro tenis. Ojalá pronto se solucionen los problemas, bien lo merece un torneo que despertó, por su buena fama, la curiosidad de grandes del tenis femenino como Kim Clijsters, Serena Williams, Victoria Azarenka, Svetlana Kuznetsova, Jelena Jankovic, Flavia Penneta o Kaia Kanepi, que disfrutaron de la central de Puente Romano y de las mágicas calles de Marbella.
El futuro del tenis femenino español es gris aunque con claros. El siguiente paso para conseguir mayores éxitos le corresponde a la RFET, los talentos han de ser cuidados y pulidos y, España tierra de tenis, tiene promesas, lo que ahora se precisa es un empujón más, la unión de fuerzas que requiere sacar adelante un deporte que en su versión femenina no pasa por uno de sus mejores momentos. La culpa no es de las que se fueron, de las que están ni de las que vendrán. Quién ha de coger el timón es la Federación en busca de más apoyos y de mayor impulso, especialmente de inversión privada pese a las dificultades del momento actual.

Problema generacional femenino y masculino
A pesar de la teoría generalizada al respecto, el tenis femenino español no pasa por un bache. Bien es cierto, que las comparaciones no son buenas, ni con la armada masculina ni con el pasado del tenis femenino español, pero podría servir fácilmente de ejemplo la situación de nuestras chicas para aventurar el futuro de nuestros chicos en no más de 5 años. La historia se repite. España, en femenino, cuenta a día de hoy con buenas promesas. Garbiñe Muguruza, con un juego atípico en España, parece de la escuela rusa o checa: directo, rápido y de winners, se sitúa ya casi en el top200 con tan sólo 18 años (podríamos decir que es el gran baluarte de la Armada futura, incluída la masculina, donde no hay una promesa con tanto potencial); Lara Arruabarrena, poco a poco, cual hormiguita como diría el cuento, la tolosarra se va haciendo un hueco en el circuito profesional y sólo victorias en los momentos claves le separan de ser top100 con apenas 19 años; Tita Torró, de igual edad, que ha sufrido mucho este último año tras las lesiones, ha demostrado valor y talento como para ser una promesa a tener muy en cuenta, no se ha dejado ganar la batalla por las lesiones y ahora la tenista de Villena, protegida de Juan Carlos Ferrero, va a dar que hablar. Junto a este trío estelar, surgen otros nombres como Leticia Costas (de 21 años pero ya top200) o Rocío de la Torre, que a base de trabajo se hacen notar. Y el futuro que viene con Miriam Civera, Sara Sorribes, Silvia García, Julia Payola o Olga Saez, aun pequeñas, permite ser muy optimistas.
España tiene futuro en su versión femenina. Queda mucho por trabajar y por progresar, pero no cabe duda de que estaremos en el lugar que nos corresponde. Vaya este alegato a su favor, por su coraje y por sus esfuerzos. Confiemos, eso sí, que tengan el apoyo suficiente como seguir adelante.