La griega Eva Asderaki pasó anoche a la historia como la primera mujer árbitro que fue juez de silla en una final de US Open. Asderaki cumplió con creces y mostró personalidad ante una cita como esa. Llegó a hacer un par de overrules, cantando ella como mala varias bolas que sus líneas no vieron y que luego tras el Challenge se comprobó que la griega tenía razón. Las redes sociales se volcaron con ella y todo son buenas palabras hacia la manera en la que lo hizo. No es, sin embargo, la primera mujer que es umpire de una final masculina de Grand Slam. Ese honor recae en la francesa Sandra de Jenken, que arbitró la final del Open de Australia 2007.
Eva cumple así su sueño de arbitrar una final masculina de Grand Slam. Hace cuatro meses, cuando la entrevistamos en Madrid, nos confesaba que ése era el sueño que le quedaba por cumplir por lo que imaginamos que estará inmensamente feliz.