Rafael Nadal volvió a ganarse al público australiano con su entrega en pista, pero también con gestos de gran deportividad y complicidad con los presentes. En el tercer set de su duelo del Open de Australia 2020 con Federico Delbonis, cuando el partido agonizaba, golpeó tarde un resto de drive y su potente golpe fue a estrellarse en la cabeza de una recogepelotas. Inmediatamente se acercó a consolarla y llegó a darle un beso en la mejilla. Al final del partido, le regaló su muñequera y volvió a disculparse.
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