Los incidentes ocurridos hace ya algo más de un mes con respecto a ciertas publicaciones en redes sociales por parte de jugadoras como Paula Badosa o Magda Linette en China (con gestos que podían interpretarse como racistas) han hecho que todas las tenistas reciban una advertencia seria, prometiendo que serían responsables en el futuro, tal y como informa James Gray en iNews: "La razón de una respuesta tan severa es que la WTA no puede darse el lujo de dar por sentada la generosidad de sus anfitriones: los torneos chinos de este año representaron casi 12 millones de libras en premios en el circuito femenino".