Pase lo que pase en estas WTA Finals 2024, ya nadie le quitará a Aryna Sabalenka el privilegio de terminar el año como la mejor tenista del planeta. Normal, si tenemos en cuenta que ha ganado dos Grand Slams, dos WTA 1000 y, además, ha sido la que más regularidad ha promediado durante estos diez meses de calendario. Ahora el reto se encuentra en Riad, donde la bielorrusa buscar poner la guinda a un ejercicio espectacular con su primera corona maestra, aunque de eso ya habrá tiempo de hablar. Antes de afrontar las semifinales del próximo viernes tras haber quedado primera del Grupo Morado, la tenista de Minsk atienda al portal Arab News para explicar qué siente una persona al levantarse cada mañana y ver que no hay nadie mejor en lo suyo. Orgullo, por supuesto, pero también mucha responsabilidad.
“En líneas generales, creo que ser un líder es difícil, aunque pienso que es una gran oportunidad para ayudar al deporte… por ejemplo, para luchar por la igualdad de premios en metálico entre circuitos, para mostrarle al mundo esta perspectiva y hacer ver a países como este en el que estamos que se puede mejorar mucho la calidad de vida de las mujeres”, apunta sin pelos en la lengua la tenista de 26 años. “Es una responsabilidad, es una gran oportunidad para servir de altavoz para las mujeres. La verdad es que me gusta esa responsabilidad, me gusta representar el deporte femenino, demostrar que somos fuertes y poderosas, que podemos luchar por nuestros derechos”, dispara con vehemencia una mujer que goza de un carácter que traspasa cualquier barrera mediática.
“Siempre quise dominar la gira como lo hizo Serena Williams, o como hizo Iga (Swiatek) durante tanto tiempo”, reconoce con humildad mencionando a las dos raquetas que más han dominado el tour en los últimos tiempos. “Iga todavía está en la pelea, aunque esta temporada he podido terminar la temporada como Nº1 del mundo, lo cual es un honor. Es realmente inspirador el hecho de optar a dominar el circuito como hicieron ellas, aunque actualmente estoy tratando de centrarme en mí misma, en mejorar cada día. Estoy enfocada en pulir todas las herramientas que estén a mi alcance para dominar la gira como hicieron ellas”, apunta la bielorrusa con ese ímpetu que le ha llevado a superarse y dar un nuevo salto en el último curso.
UN DESAFÍO PARA 2025
Poco se le puede a reprochar a una Sabalenka que, para el que no lo recuerde, tuvo que superar un importante bache personar a principios de año con el fallecimiento de su ex pareja. Fue una etapa turbia, de muchos comentarios y poco rendimiento en pista, pero incluso ahí logró recomponerse para volver a encadenar victorias. ¿Un lunar en este 2024? La derrota en cuartos de final de Roland Garros y su ausencia en Wimbledon por lesión, lo cual no empaña ni un poquito sus títulos en el Open de Australia y el US Open, confirmando por enésima vez que no hay jugadora más eficaz que ella sobre pista dura. Sin embargo, Aryna tiene entre ceja y ceja completar el Grand Slam a medio plazo, por eso se atreve a subrayar dónde están las metas de cara al próximo ejercicio.
“Esta temporada llegué bastante segura de hacerlo bien en superficies naturales, hasta que unos problemas estomacales me frenaron en Roland Garros, lo cual detuvo mis planes”, recuerda sobre la derrota sufrida ante Mirra Andreeva en uno de esos días donde el físico no estuvo de su lado. “Aquel momento fue muy doloroso mentalmente, luego en Wimbledon volvieron los problemas, en esa ocasión una lesión de hombro. Estoy convencida de que puedo hacerlo bien en esos Grand Slams, ya lo demostré en años anteriores, así que veremos si en 2025 puedo hacerlo bien allí, siempre que mi cuerpo me lo permita. Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que lo sufrido esta temporada no nos vuelva a suceder, pero estoy convencida de que puedo hacerlo bien”, concluye una Sabalenka que se ha convertido en la gran rival a batir dentro del vestuario.