Con el trofeo ya en sus manos, Carlos Alcaraz reflexiona sobre su gran logro este Roland Garros 2024. El español, que asciende de nuevo en la clasificación para ser número dos del mundo, habla en una entrevista con la página oficial de la ATP sobre cómo ha vivido su triunfo en París, acerca de su mentalidad, la comparación con el Big 3 y sobre ese periodo de dudas por la lesión en el brazo.
El equilibrio entre vida profesional y vida personal
"Después de todo el trabajo, todo el sacrificio para ganar un trofeo así, tienes que disfrutarlo un poco. Es algo que estoy aprendiendo. Tengo 21 años y sigo conociéndome a mí mismo: lo que necesito, lo que no necesito, cómo hacer las cosas y cómo no hacerlas. Me estoy dando cuenta de que tienes que tener un equilibrio entre los días de trabajo y sufrimiento con días de descanso y libertad de hacer lo que quieras, de no sentirte tenista, simplemente un chico normal. Eso te ayuda a desconectar y levantarte con la mente despejada para ir a la pista y dar el 100%".
La angustia de la lesión en el antebrazo
"Soy alguien más propenso a llorar por la frustración, no de felicidad. No lloro mucho, pero sí que lo hice un par de veces con la lesión, cuando tuve que perderme ciertos torneos en los que me hacía mucha ilusión jugar. Mentalmente era angustioso, utilizas el brazo derecho para todo. Uso mucha velocidad y potencia en cada golpe y mi antebrazo sufre mucho. Estaba preocupado, pensando que quizá no me recuperaría al 100%. En Madrid jugué cuatro partidos y en el cuarto me molestó. No pude ir a Roma.
Hicimos pruebas y todo lo necesario para llegar aquí de la mejor forma posible, pero mi cabeza seguía haciéndome preguntas. Estaba un poco inseguro sobre cómo reaccionaría mi brazo en un Grand Slam, al mejor de cinco sets. Fue duro, pero a medida que pasaban las rondas, me iba sintiendo bien, sin dolor, aunque fui cauto. El día de las semifinales decidí olvidarme de esa cautela cuando pegaba con la derecha. Me dije: 'Si me hago daño, que sea aquí'. No era el momento de tener miedo y tuve que confiar en todo el trabajo que habíamos hecho".
Comparación con el Big 3
"He visto algunos vídeos, pero no puedo comparar los highlights con lo que eran a mi edad. Al final, no importa lo que haya conseguido a esta edad si ahora paro. Quiero seguir con mi carrera, continuar creciendo y llegar a donde han llegando Djokovic, Rafa y Federer... los grandes, los genios, que han seguido mejorando hasta los 37 o 38 años. Mantenerse en lo más alto durante 16 o 17 años, luchar por grandes títulos temporada tras temporada, lidiar con la presión, con las lesiones, con todo, es extraordinario y muy pocos pueden hacerlo. Creo que es la fortaleza mental y mi cabeza lo que me permitirá pertenecer a esa conversación en el futuro".