
Este día 10 de junio de 2024 se quedará grabado en la mente de un hombre que acaba de alcanzar un hito personal y profesional que muy pocos pueden alcanzar. Jannik Sinner es el número 1 del mundo oficialmente a partir de hoy, primer italiano en serlo gracias a un año de resultados espectacular. Aunque estas últimas horas, Carlos Alcaraz es el gran protagonista tras su conquista en Roland Garros, el italiano se centra en el futuro más inmediato que es Wimbledon. En el torneo parisino, Sinner cayó en semis ante el murciano, pero buscará una nueva oportunidad en el Grand Slam sobre césped, donde ya le venció una vez.
El italiano ha recibido en la jornada de hoy el trofeo que le acredita como número 1 del mundo. Sin embargo, no quiere montar grandes fiestas, pues su mentalidad y disciplina le mantienen con los pies en la tierra porque todavía quedo mucho por lo que luchar y objetivos que perseguir en la gira de césped: “Estoy en mitad de la temporada. Se avecinan torneos muy importantes, está Wimbledon. Es un gran logro que seguramente voy a celebrar con mis seres queridos en algún momento. Obviamente estoy muy feliz, es un sueño hecho realidad, pero ahora están surgiendo nuevos desafíos”, dijo a The Associated Press.
Este 2024 está siendo su año después de haberse coronado con su primer Grand Slam en el Open de Australia y haber alcanzado el número 1 arrebatándoselo a Novak Djokovic. La realidad es que ver sus números asusta y sus rivales saben que es uno de los jugadores a batir en cualquier torneo y superficie. ¿Siente ahora ese miedo en sus competidores? “Ellos ya no tienen nada que perder contra mí y yo tengo todo que perder, pero esa es la parte emocionante y me gusta. Hay que trabajar para tener nuevas soluciones en la pista y espero que ese sea mi próximo paso. Trato de prepararme para ser más impredecible en la pista, es lo que quiero aprender en los próximos meses”, confesó.
Triste por no estar en la final de Roland Garros
Así, el italiano ha recibido este magnífico trofeo de número 1 en Montecarlo, lugar donde tiene su base de operaciones y desde donde confesó cuanto le hubiera gustado estar en la final de Roland Garros. Sin embargo, confía en poder darse la oportunidad de ganar el oro olímpico, como así recoge La Gazzetta dello Sport: “¿Tuve un momento en el que me di cuenta de que era el número 1 del mundo? Sí, lo hubo, pero reconozco que el dolor de ver la final desde la televisión fue más fuerte. Me hubiera gustado estar allí en la pista jugando en Roland Garros. Pero pensé que en poco más de un mes, en esa misma pista, estaría jugando los Juegos Olímpicos. La mejor manera de borrar la amargura será ganar el oro en París”.
Además, también quiso pronunciarse acerca de la posible baja de Novak Djokovic en Wimbledon, quien le derrotó en semifinales del año pasado. "Espero que Novak pueda regresar lo antes posible y que de alguna manera logre estar en la pista de Wimbledon. No verlo sería una gran pérdida", reconoció mientras marca a fuego su próximo objetivo. “Ver cuánto tiempo puedo estar ahí arriba, ver cómo puedo mejorar en tantos aspectos de mi juego o ver cómo jugaré en hierba, ya que el año pasado pasé apuros en el primer torneo. Hay que avanzar con pequeños pasos y pequeñas metas. Cuando terminas de escalar una montaña, hay otra en el horizonte", manifestó el nuevo número 1 del mundo.