
Carlos Alcaraz fue capaz de sobreponerse a problemas físicos y vaivenes mentales para salir victorioso ante Jannik Sinner en el emocionante duelo de semifinales de Roland Garros 2024 que midió a ambos rivales íntimos. El marcador final fue de 2-6 6-3 3-6 6-4 6-3 a favor del español, que mira ya a la final.
Las expectativas eran máximas, se notaba la ilusión en el ambiente por ver una batalla equiparable a la que asombró al mundo hace casi dos años en Nueva York, pero el duelo entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner en estas semifinales de Roland Garros 2024 fue realmente extraño y difícil de interpretar por momentos, pero dos de los mejores del mundo lucharon hasta la extenuación contra sus propias dudas, además de frente al rival, y terminaron ofreciendo un partido repleto de emoción y destellos de gran tenis en el tramo final.
Una vez más, se pudo ver un inicio más que titubeante en el primer set por parte de un Alcaraz que ha incurrido en varias ocasiones en este pecado. Jannik se encontró con la peor versión posible del murciano y abrió hueco hasta el 4-0 en un abrir y cerrar de ojos. Logró un break Carlitos, que empezaba a dar altura a sus bolas, cambiar ritmos e intentar no entablar intercambios veloces de fondo de pista con su rival. La táctica de Indian Wells le reportó la recuperación de un break, pero seguía cometiendo errores infantiles con su drive y claudicó de forma clara.
- Sinner tuvo problemas de calambres en un brazo y Alcaraz acusó molestias en su antebrazo maltrecho
El guion parecía seguir siendo funesto para Carlitos en el arranque de la segunda manga, encajando un break de salida y viéndose 0-2 abajo. Sin emnbrgo, se produjo un cambio sustancial en el partido. Alcaraz empezó a poder meterse en pista, a repartir con su drive de manera más eficiente y encontrar los resquicios en un Sinner que dio un bajón importante de nivel.
Pocos peloteos, errores permanentes, altibajos y falta de intensidad. Eso es lo que marcaba un partido desconcertante para todos y en el que ninguno de los dos parecía reconocerse a sí mismo. El pozo en el que se había sumergido el italiano parecía no tener fondo cuando al inicio del tercer parcial, encajó otra rotura. Carlos parecía lanzado, estaba cómodo y aprovechaba las fisuras de un rival venido a menos, pero de repente todo cambió.
Durante el cuarto juego, el joven murciano cometió numerosos errores y su frustración era evidente; las molestias en su antebrazo habían vuelto. Visiblemente angustiado y sin poder evitar que esto afectara a su intensidad de piernas y claridad de ideas, Alcaraz encadenó cuatro juegos consecutivos perdidos y vio cómo el italiano, a pesar de sentir calambres en su brazo izquierdo, prevalecía en el marcador y se hacía con un triunfo parcial muy importante para sus aspiraciones.
Carlos Alcaraz terminó el partido con 65 golpes ganadores y 57 errores no forzados
Alcaraz estaba cabizbajo y sin rumbo, pero sacó fuerzas de flaqueza para aferrarse al partido. Supo sufrir en los juegos iniciales del cuarto set y, poco a poco, recuperó la confianza en su antebrazo. Su golpe de derecha empezó a ser reconocible y se activó de piernas para emocionar al público con puntos asombrosos.
Jannik no estaba dispuesto a dejarse avasallar por esta reacción y se mantenía firme, incrementando la potencia de sus golpes de derecha y buscando un tenis ofensivo e imponente. La balanza se decantó en el décimo juego, cuando Carlitos encontró el resquicio por el que colarse, aprovechando varios errores claros de un Sinner que sintió la presión de su rival y esos intangibles capaces de desequilibrar a su favor cualquier situación apretada.
Se desató la tormenta de tenis y excitación máxima en el arranque de la quinta manga. Carlitos estaba lanzado, en ese estado de ataraxia al que solo pueden optar los genios supremos y que le hace erigirse en un jugador inexpugnable. Su tendencia al alza devoró a un Sinner aturdido ante la reacción de su rival, situándose con 3-0 en el marcador y tirando de talento puro, dejadas y golpes imposibles para sofocar el intento de rebelión por parte del italiano en el quinto juego.