Grigor Dimitrov está demostrando encontrarse en un estado de forma espectacular, colocándose como el séptimo mejor jugador del año en la race a Turín y convirtiéndose en uno de los peores rivales que te pueden tocar. No hay nada como estar de vuelta en el top 10 y sentir que el trabajo y el equilibrio tiene su recompensa. Así, en una reciente entrevista, el búlgaro habló sobre la disciplina y de qué es lo que realmente persigue en este momento de su carrera.
No hay duda de que Grigor Dimitrov está atravesando uno de los mejores momentos de su carrera. Con muy buenas victorias sobre grandes jugadores, el búlgaro se hizo en Brisbane con su primer título desde 2017. Eso, sumando a los grandes resultados que ha continuado firmando, Dimitrov regresó a top 10 del ranking mundial tras 6 años gracias a su espectacular paso por el torneo de Miami. Allí, logró vencer a los mejores jugadores que incluyeron a Carlos Alcaraz, Alexander Zverev o Hubert Hurkacz. Así, el búlgaro considera que sus éxitos sobre el terreno de juego le ayudan a valorar también todo lo que hay fuera. "Creo que en la etapa en la que me encuentro en mi carrera, cada año que pasa aprecio más todo lo que puedo hacer no solo en la pista, sino también en la vida", confesó a la revista Australia Tennis.
Y es que ese regreso al top 10 no se ha dado por arte de magia, sino que Dimitrov ha sabido cambiar ciertas cosas en su manera de trabajar para lograr lo que está logrando. Junto a su entrenador, Daniel Vallverdú, el búlgaro se apoyó en sus puntos fuertes y aprendió a priorizar ciertos aspectos que influyen en su rendimiento como la salud mental o la alimentación. Así, eso le ha permitido mantener una buena regularidad desde el final del pasado año hasta ahora: “La disciplina, el trabajo duro, toda la dedicación, la adaptación a jugadores muy diferentes a lo largo de ese tiempo… Debes poder hacer eso de manera constante. Eso ha estado sucediendo durante los últimos ocho, nueve, doce meses y ha sido difícil. Tuve partidos muy, muy difíciles que perdí, pero seguí creyendo”.
Por otro lado, en esa charla con la revista, Grigor también admitió que, al inicio de su carrera, quizá el respeto y la admiración hacia los grandes nombres del circuito como Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic no le dejaron encontrar ese equilibrio del que ahora goza. “Yo diría que el tenis usa el mismo lenguaje que la vida, te enseña. La disciplina es libertad, ya sea que juegues un partido o no. Muchas de las cosas que hago ahora las tengo como estilo de vida. Hay tantas cosas que están relacionadas y no las doy por sentado en absoluto. Eso no me sirvió mucho cuando tuve que competir contra ellos y creo que tuve que aprender eso un poco más con el tiempo. Recuerdo que pensé: 'está bien, necesito aprender a separar esas cosas y ponerlas en un compartimento diferente'”.
-Conviviendo con varios jugadores de época y enfocado en el presente
Lo cierto es que Grigor ha tenido la suerte o el infortunio, según cómo se mire, de coincidir con varias generaciones de jugadores que han marcado historia en el tenis. Por ejemplo, en sus inicios se enfrentó a Andy Roddick o Lleyton Hewitt, más tarde al ‘Big 3’ y ahora comparte pista con Alcaraz, Sinner y compañía. "Es muy interesante para mí ver de alguna manera tres épocas en las que he jugado e incluso a jugadores de mucho antes hacia el final de su carrera. Estoy en una posición única y muy afortunada de poder competir con cada uno de ellos", confesó un encantado Dimitrov.
Sin embargo, al ex número 3 del mundo le toca mirar hacia el futuro, un futuro que solo concibe viviendo el día a día y sin grandes pretensiones. “Una cosa que he aprendido no solo en el deporte que practico sino incluso fuera, es que solo tenemos ese momento frente a nosotros. He estado entre los 10 primeros antes, fui número 3 del mundo. Todo fue genial, no hay que malinterpretarme, pero ahora tengo una búsqueda diferente, tengo diferentes batallas que pelear ahora mismo. Lo único que sé es que las estoy conquistando paso a paso. Al final del día, las cosas irán en la dirección correcta".