Por segundo año consecutivo, La Bisbal d’Empordá celebrará su WTA 125K, uno de los tres eventos de esta categoría que actualmente tenemos en España. Entrevistamos a su director, Xavier Ponsatí, para descubrir todas las novedades.
Lo cierto es que el Club Deportivo de La Bisbal viene respirando tenis desde mucho tiempo, consolidando y proyectando su torneo desde que naciera en 2016 siendo un ITF de menor categoría. En 2023 surgió la oportunidad de convertirse en un WTA 125K y la organización no lo dudó ni un segundo. Doce meses después, a las puertas de su segunda edición como WTA (1-7 abril) y con la novedad de incluir el Foxtenn en sus pistas, es momento de descubrir toda la problemática que se esconde detrás de un evento como este. Y nadie lo cuenta mejor que su director, Xavier Ponsatí (La Bisbal d’Empordà, 1959).
Se acercan las fechas más importantes del año, ¿nervioso?
Nervioso no, estoy tranquilo porque sé que va a salir impecable. Lo único que pasa con el montaje de última hora es que todo el mundo empieza a pedir cosas, desde la WTA, la supervisora, etc. Como pedir es gratis, pues adelante (risas). Pero sí, lo único que falta es el tema de las gradas, las luces, las pancartas, además de arreglar las pistas para que, en caso de lluvia, se pueda volver a jugar lo antes posible.
Os han movido en el calendario.
Es el primero año que lo hacemos en estas fechas, ante solíamos hacerlo la segunda semana de mayo, aunque en 2023 lo hicimos en la segunda semana de junio. Esta temporada discutimos mucho con la WTA para encontrar la fecha perfecta, aunque terminamos jodidos igual por una norma que se han inventado que prohíbe jugar estos torneos a ciertas jugadoras del ranking.
¿Por ejemplo?
Por ejemplo, antes podíamos darle una WC a cualquier jugadora que estuviera entre la #15 y la #50 del mundo. Ahora con la nueva norma no puede haber ninguna jugadora por debajo del top75. Esto significa que alguien como Arantxa Rus no puede venir a defender sus puntos. Es una putada, sobre todo porque ella estaba encantada de venir, pero ahora tendrá que irse a Bogotá o Charleston en vez de quedarse aquí cerca de casa.
¿Por qué se han inventado esta norma?
Lo hacen porque los torneos WTA 500 y WTA 250 se han quejado y les han hecho caso. Lo hemos intentado pelear por todos los caminos, pero no ha habido manera de convencer a la WTA, veremos si el año que viene modifican esta norma. Para nosotros supone un hándicap importante porque afecta directamente a los patrocinadores y al nivel del campeonato. Es bonito decir que la #42 del mundo viene a jugar tu torneo, pero este año nuestra mejor jugadora será la #81 del ranking. Ahora mismo todos los 125K tienen el mismo problema.
¿Cambian mucho las exigencias a la hora de hacer un WTA 125K?
No hay punto de comparación, pero son exigencias por exigir. Al final sigue siendo un cuadro de 32 jugadoras que se meten en una pista al mejor de tres sets, el torneo sigue siendo el mismo. Lo que te piden es un mayor número de gradas, dobles focos en las pistas, horarios ajustados para descanso entre partidos, restaurante adaptado con alérgenos, más fisios, un médico on site las 24 horas… mil historias. La conclusión es que es mucho más fácil y más barato organizar un ITF 100K, donde no te tocan tanto las narices.
Ya veo.
Hay otra cosa curiosa y es que en un WTA te vienen entre 6-8 jueces de silla para dos pistas, mientras que en un ITF son la mitad, por eso digo que hay un diferencial económico importante. Organizar un ITF 100K cuesta un 20% menos que organizar un WTA, el drama es que si miras el cuadro te vienen las mismas jugadoras. De cara a patrocinadores y al nivel que tú quieras marcar, cuesta mucho sacrificio sacar todo esto adelante, por eso duele que haya una norma que te impida traer mejores jugadoras. Por suerte tenemos la mano rota con todo estos asuntos, son muchos años organizando el evento.
Nunca habéis parado de crecer, ni tampoco de innovar. Este será el primer año con la tecnología Foxtenn.
Esto es lo más importante de la edición, incluso por encima del cuadro. Oficialmente, el primer torneo WTA sobre tierra batida que se celebre sin jueces de línea será aquí, en La Bisbal d’Empordà. Estamos muy orgullosos del acuerdo al que hemos llegado con Foxtenn, ya que hasta ahora esta tecnología solo se había implementado en pista rápida. Hace unos años les dieron la certificación para utilizar su sistema en pistas de arcilla, por lo que vino la propia ATP y WTA para confirmar que tenía una fiabilidad del 99’9%, así es como luego consiguieron exportar el producto al resto del circuito. Ahora tendremos el estreno mundial en un torneo WTA sobre tierra batida.
¿Sale rentable económicamente?
Llevamos cinco años asociados con Foxtenn, así que lo que pagamos no tiene nada que ver con el precio real que se paga en otros torneos internacionales. Nos ahorramos los jueces de línea, eso es un punto positivo, pero no te lo pierdas: la WTA nos obliga a tener a un grupo de jueces de línea preparados por si el sistema falla. Lo que pasa que, en vez de tener 22 jueces de línea como el año pasado, este año tendremos solo 7, por si hay algún problema. El único requisito que nos pedían era tener una mayor iluminación de la habitual, para que el sistema reciba perfectamente la señal de la imagen. Contar con esta tecnología es nuestro premio de consolación, hay muchos grandes eventos que todavía no la tienen.
La arcilla es la única superficie donde se puede ver el bote de la bola, ¿realmente es necesario el Foxtenn?
Se ha demostrado que aunque la marca esté fuera, puede haber tocado la línea, se ha visto en las fotos. La marca no es segura al 100%, pero con Foxtenn se hacen 5.000 fotografías por segundo, así tienes la visión de toda la bola apretada y a cámara lenta, aunque luego la marca diga otra cosa. Recuerdo que el año pasado en Roma hubo un jaleo impresionante por este tema, no se ponían de acuerdo. Ahora lo que tendremos es mucha más tranquilidad para las jugadoras, entre otras cosas porque no protestan, ahora la gente ya ni mira las marcas. Nosotros pensamos que era mejor tenerlo que no tenerlo, la tecnología va marcando la evolución del circuito, así que la experiencia es positiva. Por el acuerdo que tenemos con ellos nos lo podemos permitir; si fuera precio real, seguramente no.
Desde fuera parece que aumentar un torneo de categoría solo trae buenas noticias, pero ya veo que no.
Nosotros estuvimos pensando seriamente si mantenernos o no este año en la categoría de WTA, porque durante los últimos meses se nos cayeron dos patrocinadores. Sacar adelante este campeonato nos cuesta 316.000€, para alcanzar esta cifra nos apoyamos en patrocinadores comerciales, además del Ayuntamiento y la Generalitat. Son casi 40 patrocinadores, cada año se cae alguno, pero esta vez se nos cayeron dos muy fuertes, de 10.000€ cada uno, lo cual hemos notado de manera crucial. Uno de ellos, la Generalitat.
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La Generalitat nos solía dar 50.000€ para celebrar un torneo de 100K; este año nos ha dado 25.000€ para un campeonato mucho mayor y de coste más elevado. Nos han dicho que la cifra es proporcional a las solicitudes que se piden, así que estamos muy descontentos. Si se quiere ayudar a dar visibilidad al tenis femenino, un torneo como este tendría que estar mucho más potenciado, hablamos de eventos que superan los 300.000€ de coste. Esto nos hizo replantearnos seriamente si merecía la pena repetir o no repetir la misma categoría. El problema es que la WTA te penaliza económicamente si no repites el segundo año.
¿Te obligan a mantener la categoría dos años seguidos?
Tres años, pero solo hay penalización en el segundo. Creo que son unos $20.000 de castigo, pero si lo comparas con lo que cuesta hacer un ITF 100K más la penalización, quedábamos empatados. La cosa es que inicialmente, cuando hicimos todos estos cálculos, todavía no existía la norma que prohibía traer jugadoras por arriba del top75.
De promocionar a un WTA 250 ni hablamos…
Eso vale más de un millón y medio, es imposible. No encuentras este dinero tan fácilmente. Un millón y medio siempre y cuando encuentres algún club que te regale la licencia, porque si no te cuesta 400.000€ alquilarla. Si quieres compararla son 3-4 millones.
¿Y volver a ser un ITF 100K?
Es posible, nos plantearemos todos estos requisitos y el dinero que conlleva. Queremos ver también cómo reaccionan las instituciones, ellas tienen la última palabra. Lo que tenemos claro es que del club no va a salir ni un euro para pagar el torneo. Ya ponemos las instalaciones, los voluntarios y todas nuestras horas de trabajo. En una entidad de 1.600 socios con un montón de actividades, lo que no podemos es sacar dinero del club para hacer un evento así. Todo es un tema económico, si el año que viene los patrocinadores quieren aportar un 25% más, nos lo podremos plantear.
Qué mala es la incertidumbre.
Yo estoy muy tranquilo y muy contento. Hemos demostrado que un club, situado en una población de 11.000 habitantes cerca de la Costa Brava, haya celebrado seis torneos seguidos de categoría ITF, más otros dos años organizando un WTA 125K. Soñar con un WTA 250 es imposible ahora mismo, ya veremos cómo evoluciona todo, el tema económico será fundamental para los próximos años.
¿Por qué crees que es tan difícil vender el tenis femenino?
Yo te diré cuál es el problema […] Mira, la gente solo habla de deporte femenino, sobre todo los políticos. Pero solo hablan, a la hora de la verdad no hacen nada. Existe un grupo que se llama ‘Universo Mujer’, unas empresas españolas que se le puso este nombre porque, teóricamente, apoyaban causas femeninas. Pues yo las he llamado todos estos años y siempre me han dicho que no, que solamente patrocinan las ligas. Aquí solo funciona el Barcelona de fútbol, todo lo demás a chupar rueda.
¿Qué conclusión sacas?
Si durante nueve años no ha venido nunca ninguna empresa ni patrocinador para ayudar económicamente al torneo, entonces es que la sociedad no está mentalizada para apoyar el deporte femenino. Y mucho menos un torneo de este nivel.
La cruda realidad.
Es que lo vivo en mi propia piel, además sin tener ningún beneficio. Porque si aún tuviéramos beneficios, como el Conde de Godó, pues al final todo el esfuerzo merece la pena. Ellos tienen un equipo profesional que se dedica a montar todo el torneo, pero aquí somos nosotros los que barremos las pistas, por decirlo de alguna manera.
¿La WTA no aporta alguna solución?
Les pedimos ayuda este año, porque WTA siempre te da una subvención de $50.000 para hacer el torneo, lo mismo que en ITF. Este año les pedimos más dinero y nos dijeron que sí, que aportarían $20.000 más, pero el día de la firma nos dijeron que eran a cuenta de los $50.000 del año que viene (risas). O sea que el año que viene solo tendremos $30.000, así van las cosas.
El apoyo que nunca falla es el del público.
Afortunadamente, sobre todo a partir del viernes. El año pasado nos juntamos mil personas para ver la final entre Arantxa Rus y Panna Udvardy. Aquí lo bueno es que no se cobra entrada, porque si lo hiciéramos sería todavía peor. Lo que sentimos es que cada año viene más gente de la región y de la provincia, el cariño de la gente se va incrementando y se nota que vienen a ver tenis, independientemente de quién juegue.
¿Qué tal pinta el cuadro?
Tendremos cinco jugadoras del top100, que serían tres si el torneo fuera un ITF 100K. Una persona que sea técnica y entienda de tenis sabe que todas las jugadoras de la #75 a la #150 juegan igual, no hay diferencia de nivel. Ahora mismo una #170 se puede carga a la #80, esto te lleva a la conclusión de que es mucho más tranquilo montar un ITF 100K que un WTA 125K, sin tantas exigencias y un cuadro casi idéntico.
¿Cómo quedaría entonces la alineación?
La número del cuadro será Greet Minnen, número 81 del mundo. Luego vienen Zhuoxuan Bai, Oceane Dodin y Harriet Dart, además de Rebeka Masarova y Marina Bassols. En el cuadro principal también estarán Jessica Bouzas y Nuria Párrizas y Olga Danilovic.