
Dominic Thiem, aquel tenista que se mostró durante años como la alternativa al Big 3, conquistaba las tierras californianas de Indian Wells en 2019 ante un Federer que una semana después levantaría su último título de Masters 1000 en Miami. El suizo ya se retiró, pero el austriaco amenazar con hacerlo este año.
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, sino que se lo digan al bueno de Dominic Thiem. El austriaco estaba llamado a ser el relevo generacional del Big 3. No solo le puso las cosas difíciles a Nadal en tierra batida, también pudo con Federer en la pista dura de Indian Wells y rindió a Djokovic en cinco ocasiones.
Corría el año 2019 y Thiem ya había pasado, junto a Zverev y Tsitsipas, de ser una gran promesa a un jugador consolidado, capaz de ganar a cualquiera. Ya lo había sufrido Nadal en sus carnes en el Masters 1000 de Madrid en 2018 cuando Thiem lo batió en los cuartos de final o en aquel partido para la historia del US Open, ese mismo año, donde Rafa sudó para llevarse el partido tras 5 sets dramáticos.
Federer: último escollo para levantar un Masters 1000
Todo el mundo sabía del potencial que tenía el tenista austriaco, pero llegaba el momento en el que tenía que levantar grandes trofeos para mostrar que su presencia iba más que en serio. Y esta oportunidad llegó en la final del Masters 1000 de Indian Wells ante Roger Federer.
Thiem llegaba tras un mal arranque del año, venía de caer en la segunda ronda de Australia y la gira sudamericana de tierra tampoco le dio resultados. Mientras que Federer llegaba tras ganar el ATP 500 de Dubái. En aquel momento el cara a cara entre ambos era de 2-2 y en el desierto californiano se desequilibraría la balanza.
Dicha final fue una de las mejores de la historia reciente de los Masters 1000, con un tenis de calidad por parte de los dos jugadores: largos intercambios, puntazos y diversas alternancias. El primer set fue toda una declaración de intenciones por parte de Federer que sacaba su repertorio para ganarlo por 6-3 y lanzaba un claro mensaje al austriaco: Si me quieres ganar, vas a tener que sudar.
El mensaje lo captó de manera rápida el austriaco que subió el nivel para sorpresa del suizo que vio como la final pasó de ser un paseo a convertirse en una batalla. Thiem replicaba en el segundo set con otro 6-3 y la final se iba al tercero y definitivo.
Fue en aquel set donde ambos jugadores no se dejaron nada. En una intensa lucha de reveses a una mano, subidas a la red y grandes reflejos, el encuentro llegaba al 5-5 y todo presagiaba un desenlace en el tie break. Hasta que el austriaco demostró porque estaba destinado a ser el futuro del tenis, rompía el servicio de Federer y se proclamaba campeón de su primer Masters 1000 en Indian Wells por 3-6, 6-3 y 7-5.
Punto de inflexión para Thiem
Ese momento supuso un punto y aparte en la carrera de Thiem que vio que podía luchar en todos los grandes torneos de todas las superficies, no solo tierra batida. Y así lo confirmaba el austriaco tiempo después: “El título en Indian Wells fue un punto de inflexión para mí porque me dio mucha confianza a la hora de pensar que podía hacer cosas importantes en pista dura”.
Quien iba a decir que el futuro de Thiem, incluso después de ganar en 2020 el Us Open, se convertiría en un pozo sin fondo; una pesadilla de la que no ha conseguido despertar y que comenzó en Mayo de 2021 cuando se lesionaba de la muñeca derecha y decía adiós a las pistas durante más de nueve meses.
Incapaz de levantar el vuelo
Desde entonces, jamás volvió la versión dominadora y efectiva del austriaco que después de tres años de aquel infortunio sigue luchando por volver a ser el que era. Aunque a inicios de años lo dejó bastante claro: “Veo esto como la última oportunidad, si me sale bien todo podría cambiar rápidamente. Tengo que pensar si esto vale la pena".
Actualmente se encuentra el número 89 del ranking y ya anunció al perder en Australia que no jugaría ni Indian Wells ni Miami. Prefiere jugar Challengers para llegar en las mejores condiciones posibles a la gira de tierra batida, quien sabe si será la última. La única opción para que Thiem vuelva a Indian Wells es a través de una invitación del torneo, que todavía no ha desvelado quienes serán los jugadores afortunados.
Cabe recordar que Thiem recibió una invitación para jugar el año pasado. Está por ver si este año la organización le da la oportunidad de volver al lugar donde tocó la gloria, o tal vez sea el propio jugador quien decline la invitación. Siendo consciente que su época ya pasó y que cualquier tiempo pasado fue mejor.