¿Qué podemos esperar de Nadal en Indian Wells?

El manacorí regresa al circuito en un lugar de gratos recuerdos. ¿Tendrá tiempo de afinar la máquina antes de la llegada de la tierra batida?

Carlos Navarro | 1 Mar 2024 | 10.00
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Rafael Nadal. Fuente: Getty
Rafael Nadal. Fuente: Getty

Si tuviésemos que enumerar las grandes atracciones del próximo Indian Wells 2024, la presencia de Rafael Nadal se encontraría, sin dudas, en una posición muy elevada. Mes y medio después, el manacorí está de vuelta.

Rafael Nadal ya se encuentra en Palm Springs, aguardando su regreso a las pistas con la impaciencia y las ganas con las que un niño pequeño espera el día de Reyes. De reinar en tierras estadounidenses sabe algo el balear, que arribará a Indian Wells 2024 con el ferviente deseo de poner a punto la máquina de cara a su hábitat natural, una gira de tierra batida que determinará su futuro dentro del circuito y una posible retirada. Antes es momento de rendir en un cemento cuyas condiciones le vienen como anillo al dedo, conquistado en multitud de ocasiones y donde enfrentará desafíos muy interesantes.

La pregunta que se hace el público parece clara. ¿Qué podemos esperar de Rafa? Su regreso al circuito, en Brisbane, arrojó buenas sensaciones a nivel tenístico (ante Dominic Thiem y Jason Kubler, Nadal demostró que el tenis sigue ahí y que su bola mantiene la capacidad de maniatar a muchos jugadores) y otras preocupantes a nivel físico, con un cuerpo que sucumbió a las exigencias de la competición apenas en su tercer partido. Que Rafa se quedase a solo un punto de alcanzar las semifinales no es consuelo para nadie: quién sabe si el cataclismo físico hubiese llegado, igualmente, en una ronda más avanzada.

Pero Nadal ha tenido tiempo para descansar y su temprana llegada a Indian Wells ofrece síntomas ilusionantes. Tras descartar Doha por precaución, sabedor de que una lesión de mayor gravedad podría significar el KO final, el hecho de que Nadal haya llegado a Estados Unidos casi dos semanas antes de su debut en Palm Springs (sí, está la exhibición de Netflix de por medio; el margen podría haber sido mucho más pequeño, de todos modos) habla a las claras de la ilusión con la que afronta el manacorí este nuevo desafío, con una predisposición exquisita a aclimatarse a la meteorología y la superficie de Palm Springs (a pesar de que la conoce bastante bien a nivel histórico).

UNA CUESTIÓN DE FÍSICO MÁS QUE DE RESULTADOS

El camino que Rafa tendrá por delante en Indian Wells no será nada fácil. Su condición de jugador con ranking protegido y la distribución del cuadro le dejará emparejado, sí o sí, con uno de los 32 primeros clasificados del ranking mundial en caso de ganar su primera ronda. Una primera ronda, por cierto, en la que podría medirse a nombres como los de Jordan Thompson (su verdugo en Brisbane), Jack Draper, Alexei Popyrin, Matteo Arnaldi, Zhizhen Zhang, Christopher Eubanks, Tomas Machac o Denis Shapovalov, por nombrar tenistas que aparecen como posibles huesos duros en un primer enfrentamiento.

Si el ranking impone su lógica, Nadal tendría casi asegurado enfrentar a un jugador de los 16 primeros en segunda o tercera ronda. Y sí, eso incluye a la absoluta élite de la clasificación, y eso aumenta las probabilidades de que la aventura del manacorí termine de forma temprana... pero no se engañen: Indian Wells es una prueba de fuego a nivel físico, no a nivel de resultados. Un Rafa competitivo, sin notar ninguna molestia física, mostrando su habitual espíritu de lucha y sintiendo bien sus golpes puede ser peligroso ante cualquiera, pero la mera presencia de esa versión de Nadal sería una reafirmación de lo que puede llegar a lograr en la gira de tierra batida.

Esta es la última bala de Nadal para poner a punto la maquinaria de cara a los torneos en los que verdaderamente quiere brillar. Sentirse competitivo y encadenar varios duelos sin molestias físicas, evitando un Brisbane 2.0, se antojan los objetivos principales para un tipo acostumbrado a mirar a la cara de los desafíos más imposibles. Solo el tiempo nos dirá hasta dónde puede llegar Rafa en su regreso... de lo que no cabe duda, eso sí, es de que el mundo estará muy pendiente. Qué ganas del próximo jueves.