Jessica Pegula anunciaba a principios de este mes su ruptura profesional con David Witt, el hombre que le ha acompañado desde la temporada 2019. Ahora es momento de abrir una nueva etapa y desgranar qué motivos han llevado a la estadounidense a cambiar de rumbo.
Una victoria y una derrota en la United Cup, semifinales en Adelaida y segunda ronda en el Open de Australia, donde cayó de manera contundente ante Clara Burel. Luego se supo que Jessica Pegula estaba sufriendo de una lesión de cuello, pero su decisión ya estaba tomada: David Witt dejaba de ser su entrenador. ¿Por qué esta decisión después de cinco años cagados de éxitos? ¿Acaso no era un poco precipitado romper lazos después de solo tres torneos? De un modo u otro, la sensación es que esta idea ya venía rondando en la cabeza de la jugadora desde hacía tiempo y que lo único que necesitaba era una mínima excusa para llevarla a cabo. Una vez se hizo público el anuncio por ambas partes, la pregunta era evidente: ¿quién se sentará en el banquillo a partir de ahora?
“Ahora mismo estoy trabajando en una combinación con Mark Merklein y Mark Knowles, ya que ambos no pueden viajar a tiempo completo, así que estoy en el proceso de tratar de averiguar cómo montar las piezas”, confesó la norteamericana en el Media Day realizado en el WTA 500 de San Diego, concurso que disputa esta semana. “Uno tiene su sede en Boca Ratón, lo cual es muy útil, ya que ahí es donde vivo. Es agradable tener esa configuración, pero el otro está en Dallas, donde acabo de pasar una semana de entrenamientos. Han sido unos días agradables, me gusta compaginar ambas colaboraciones, siento que puedo contar con varias personas a mi alrededor y recibir diferentes comentarios sobre lo que hago”, amplía la actual Nº5 del mundo, encantada con la experiencia después de estos primeros días.
Para quienes no conozcan a estos dos hombres, la primera curiosidad a destacar es que los dos nacieron en Bahamas, aunque no en el mismo lugar. Knowles, el más famoso de los dos, llegó a este mundo hace 52 años en Nassau, donde partió hacia una carrera brutal donde relucen tres Grand Slams en categoría de dobles y unas ATP Finals, siempre al lado de Daniel Nestor. Llegó a ser el Nº1 en esta modalidad, coleccionando un total de 55 trofeos. Por su parte, Merklein nació en Freeport un año después que Knowles, aunque jamás pudo imitar sus números sobre la pista. Su trayectoria, mucho más escueta, se quedó en ser #37 del mundo en dobles y levantar cuatro títulos en la disciplina, bloqueado por no superar nunca la barrera de tercera ronda en los Grand Slam. Ahora bien, nada de esto importa ahora que su función se resolverá desde la grada y las canchas de entrenamiento.
UNA DUPLA EN UNA DIFÍCIL MISIÓN
Mientras que Merklein solamente tiene bagaje de entrenador universitario en los últimos diez años, parece que será Knowles el que llevará la voz cantante dentro de la pareja, aunque solo sea por la experiencia ganada en sus años entrenando a gente como Mardy Fish, Jack Sock y Milos Raonic, todos ellos miembros del top10 en algún momento de sus carreras. Por delante les espera la exigencia de una mujer como Pegula, reconocida como la reina de la regularidad, uno de esos nombres con facilidad para aparcar desde los cuartos de final en adelante, independientemente del nivel del torneo. La sombra de Witt amenaza con aparecer en algún momento, aunque Jessica tiene claro que esta decisión ha llegado en el momento preciso.
“Sentía que necesitaba algo diferente, ahora mismo acabo de cumplir los 30 años, creo que estoy llegando a ese punto en el que tal vez estoy más cerca del final de mi carrera que del principio de ella”, sostiene la de Buffalo, arrojando declaraciones de veterana que invitan a pensar a que este cambio llega por pura experimentación, por lo que todavía es pronto para juzgar. “Simplemente necesitaba tomar algunas decisiones difíciles para probar algo diferente, no quería arrepentirme de no haber hecho esto nunca. Creo que es algo que sucedió de manera natural, nada más”, concluyó la estadounidense, que debutará en los octavos de final de San Diego ante Jule Niemeier.