Djokovic vuelve al Paraíso

El serbio regresa cinco años después a Indian Wells, un torneo determinante en su carrera y en el que ha vivido momentos inolvidables.

Carlos Navarro | 28 Feb 2024 | 13.00
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Novak Djokovic, con su último cetro en Indian Wells, 2016. Fuente: Getty
Novak Djokovic, con su último cetro en Indian Wells, 2016. Fuente: Getty

Se avecina Indian Wells 2024 y son muchos los regresos que tendrán lugar en el primer Masters 1000 del año. Uno de los más destacados, claro, es el del número uno del mundo: Novak Djokovic vuelve cinco años después.

Y es que cinco años son muchos. "Demasiados", según afirmaba el propio Novak Djokovic en un vídeo promocional en el que anuncia su regreso al "Paraíso del tenis", la frase promocional con la que se anuncia en redes sociales el torneo de Indian Wells 2024. En cierto modo, nos puede resultar extraño observar una ausencia tan prolongada en un torneo de categoría Masters 1000, si bien existe un motivo lógico para todas y cada una de ellas. Antes de recordarlas, sin embargo, toca echar la vista atrás y repasar la trayectoria del serbio en un evento que ha generado varios puntos de inflexión en su carrera.

En cierto modo, son 'micromomentos' que han dado los impulsos necesarios a Djokovic para superar barreras en su carrera deportiva. El primero de ellos llegó en 2007, con un Djokovic que todavía no había pisado el top-10: fue precisamente Indian Wells el torneo que le propulsó a la élite más absoluta, puesto que en aquella edición alcanzaría su primera final de Masters 1000. Solo fue superado por Rafael Nadal, de quien se tomaría revancha apenas un par de semanas después, noqueándole en las semifinales del torneo de Miami y proclamándose dos días después campeón de un evento de esta magnitud por primera vez.

Aunque ahora parezca olvidado por una ausencia tan prolongada y por el hecho de que no haya conquistado este torneo en casi una década, aquel año comenzó un idilio que se hizo aún más fuerte en la próxima edición. En 2008, el de Belgrado se alzaría con su tercer título de Masters 1000 y daría continuidad a un inicio de temporada soñado, haciéndose por vez primera con el doblete Australia-Indian Wells y encadenando triunfos ante Wawrinka, Nadal y Fish. 

El nombre de Rafael Nadal aparecerá varias veces en este artículo. Da la sensación de que tras aquella derrota ante el balear, con más hechuras de gran jugador en 2007, Nole hiciera un juramento de revancha para que jamás algo así volviera a ocurrir. No, al menos, en el desierto. La temporada de mayor dominio de Nole sobre Rafa, el histórico 2011, comienza precisamente en California: la final de aquella edición enfrentó a serbio y español en un momento de plenitud física y madurez tenística, y cuando Rafa se hizo con el primer set, el castillo que Nole había construido en Australia y Dubái comenzó a temblar. Sin embargo, Djokovic le dio la vuelta al encuentro y firmó la primera estacada en su cara a cara particular con su mayor rival histórico. ¿Qué hubiera pasado aquel año si Rafa hubiese materializado la ventaja del primer set?

Lo que sí sabemos es que Djokovic, tras ceder ante dos auténticos cañoneros que le sacaron de la pista a balazos (Isner en 2012, del Potro en 2013), recuperó su sintonía con Indian Wells en una época donde su voracidad iba más allá de los Grand Slams. El serbio se construyó un gran colchón de títulos en lo que se presuponía su mejor etapa en el circuito (ya tendría tiempo de desafiar las leyes de la física y el tiempo), firmando el 'threepeat' de títulos entre 2014 y 2016: especialmente relevante resulta su victoria en 2014, puesto que fue el primer título de su etapa junto a Boris Becker, una solución balsámica a un inicio de temporada que había dejado muchas dudas (con derrotas ante Wawrinka en Australia y Federer en Dubái). Que el derrotado en la final fuese Roger, máxime en un tiebreak del tercer set, dio aún más confianza al serbio.

LESIONES, INCONVENIENTES Y CAMBIOS EN SU TENIS

2016 fue el último triunfo de Djokovic en Indian Wells. El serbio pasó de dominar este evento a encontrar dificultades para sacar su mejor tenis a pista en años tumultuosos. Nunca llegó bien preparado a California en sus últimas ediciones: Kyrgios confirmó su mal momento de forma en 2017 (en un duelo en el que Nole se mostró especialmente lento al resto, sin llegar a leer bien el saque del australiano), Taro Daniel firmó una de sus derrotas más dolorosas antes de su operación en 2018 y Philipp Kohlschreiber demostró que el calor y el martillo de su revés eran demasiado para Nole en 2019.

Aquella edición puso en relieve que lo que antaño había sido el jardín de casa ahora estaba en visos de convertirse en un torneo en el que sería muy difícil encontrar su mejor versión. A medida que ha evolucionado su carrera y los años han hecho mella en su físico, Djokovic ha evolucionado hacia un tenista mucho más eficiente, puliendo sus armas de ataque y transformándose en un tenista muy agresivo, con predilección hacia las canchas más rápidas, bote bajo de bola e intercambios relativamente cortos. Muchos de esos factores pueden explicar su ausencia en 2021, justo después del US Open (aunque, para ser honestos, el timing de aquel torneo fue muy extraño); no así las de 2022 y 2023, por su negativa a vacunarse.

Sí sirven de contexto de cara a lo que pueda hacer Novak esta temporada. A priori, el cemento de Indian Wells dejó de ser la superficie más beneficiosa para el tenis de Novak, pero su ilusión por regresar a un lugar en el que fue muy feliz puede opacar perfectamente esa falta de rodaje en California. Podría ser ese uno de los motivos por los que ha llegado a Estados Unidos con casi dos semanas de antelación, buscando recuperar su sintonía con una gira que, en las últimas ediciones en las que participó, dejó derrotas tempronas y un impacto prácticamente nulo en el resto del año. ¿Volverá el Djokovic que dominó Indian Wells o aparecerá con no demasiadas expectativas y preparado para una posible derrota? Lo comprobaremos en unos días.