Naomi Osaka reaparece en el WTA Doha 2024 después de cinco años ausente en el torneo catarí. La jugadora japonesa sigue buscando su mejor nivel en pista para cumplir sus objetivos. Naomi comenta cuáles son a corto plazo y cómo su hija le ayuda a querer cumplirlos.
Un cambio de ruta a última hora
“Definitivamente es difícil para mí no ser dura conmigo misma, pero después de Abu Dhabi, tengo más confianza en mí misma. Es un poco extraño, pero para mí fue lo peor que podía pasar. Siento que desde que lo he vivido, todo lo demás puede ser una ventaja. Sé que en Australia dije que tan solo jugaría en Dubái, así que siento que tengo que tomarme estos torneos como un extra. Alguien me dijo que era como un entreno muy caro, después de eso me siento bastante optimista”, explica la jugadora nipona.
“Decidí que iba a jugar estos torneos al día después de perder en Australia. Ha pasado mucho tiempo desde que estuve por aquí, no era muy consciente de las semanas de Dubái y Doha y de lo cerca que están de Indian Wells, así que me equivoqué. Es temprano aún en la temporada, así que no me siento cansada. Cuando estaba embarazada tenía envidia de todo el mundo que podía viajar, así que ahora estoy feliz de no estar atrapada en casa. Obviamente echo mucho de menos a mi hija, estoy deseando que viaje conmigo, porque vendrá a Europa.
Tengo la esperanza de hacerlo mejor y ganar más partidos, así tal vez no tenga que jugar tantos torneos. Me fui de Melbourne al día después de perder y volví a ver a mi hija, quería pasar mucho tiempo con ella. Verla reforzó mi objetivo de hacerlo mejor en cada torneo. Tengo que ser más inteligente con mi programación porque quiero hacer tiempo para ella, no quiero que no me tenga en sus recuerdos”.
¿Jugará en los Juegos Olímpicos?
“Sí, jugaré si me dejan. Creo que tengo que jugar la Fed Cup y tener un ranking superior a 70 o 60, así que espero ser capaz de lograr esos objetivos y poder ir a París. Me encantaría si me lo permiten”.
¿Qué cambios nota en el circuito desde su vuelta?
“No lo sé, siento que he estado solamente en cuatro torneos, uno de ellos un Grand Slam, pero creo que lo que más he notado es que hay muchas jugadoras de calidad. Por supuesto, era así cuando paré, pero ver jugar a las mejores tenistas como Iga, Sabalenka, Coco… y ver cómo crecen sus juegos es realmente inspirador para mí. Me hizo querer jugar contra ellas”.