Casi dos años después de su retirada, Ashleigh Barty recorre una vida totalmente distinta a su etapa anterior. Felizmente casada y madre de Hayden, la australiana analiza cuáles son las ruinas que actualmente ocupan su día a día.
Lo reconozco, sigo echando mucho de menos a Ashleigh Barty. Tras anunciar su retirada en marzo de 2022, la jugadora oceánica ha apostado por meter una marcha más a su vida personal, pasando por el altar con su pareja y siendo madre por primera vez hace siete meses. Pensamos que ganar Grand Slams y ser Nº1 del mundo le habría cambiado la vida, pero la verdadera revolución no llegó hasta la llegada de Hayden a este mundo. En esta entrevista patrocinada por Body & Soul podemos entender hasta qué punto ha supuesto una revolución.
“La maternidad es diferente a cualquier otra cosa que hayas experimentado”, reconoce la campeona de 27 años. “Tuve mucha de ver a mis dos hermanas criando a sus hijos, por lo que siempre fui muy sensible a lo difícil que es, pero al mismo tiempo es muy gratificante. Obviamente, la película cambia cuando se trata de tu propio hijo, es algo implacable, te ocupa las 24 horas del día, pero es precioso. Honestamente, creo que es lo mejor que he hecho, es algo incomparable a cualquier capítulo vivido como atleta”, añade la mejor tenista australiana del siglo.
¿Pero qué supone más dificultad, ganar grandes eventos o ser mamá? “Es que no se puede ni comparar”, comenta entre risas. “Hubo muchas veces a lo largo de mi carrera en las que pensé que el entrenamiento era difícil, o intuía que tendría algunos días complicados, pero ser madre supone un nivel completamente nuevo, no tiene nada que ver. He intentado crear pequeñas rutinas dentro de nuestro día a día para hacerlas divertidas y agradables, para que todos nos mantengamos ciertos. Por ejemplo, a primera hora siempre salimos a dar un paseo con los perros, es la mejor manera de empezar el día”, relata la ex número 1 mundial.
“Intento buscar algún momento para mí, creo que es algo natural. Tu vida cambia por completo cuando te conviertes en madre, a partir de ahí toda tu existencia se centra en cuidar de tu hijo, asegurarte de que tenga absolutamente todo lo que necesita. Aún así, todavía es importante tener ese tiempo para ti, quiero seguir mejorando para convertirme en una mejor persona. Quiero ser una buena madre y una buena esposa, pero también tener algo de tiempo para mí”, manifiesta la campeona de tres Grand Slams.
¿SIGUE ENTRENANDO?
Lo que no ha dejado de hacer Barty es de entrenar, aunque ahora con una intención totalmente distinta. “Durante mucho tiempo me entrené para ser buena en mi trabajo, me entrené con un propósito claro, pues ahora ese propósito ha cambiado. Ahora entreno para sentirme bien, para ser feliz, para estar sana y, en última instancia, para seguir disfrutando con los ejercicios, ya sea corriendo o yendo al gimnasio. Todavía trato de ser lo más completa posible, todavía soy bastante competitiva conmigo misma, no puedo evitarlo. A veces es agradable tener también alguna sesión relajante, sin tanta intensidad”, comparte una mujer que siempre estuvo enfrentada con los tiempos del profesionalismo, de ahí sus múltiples retiradas.
Sin embargo, todo el mundo piensa que en unos años esa puerta podría volver a abrirse, cuando Hayden sea un poco más mayor y Ashleigh cultive de nuevo ese gusanillo por el tenis, quizá hasta el punto de querer volver a vestirse de corto y coger un avión cada semana. “Sinceramente, no tengo una lista de cosas pendientes por hacer, solo trato de vivir cada día lo mejor que puedo, haciendo las cosas que me encantan, obteniendo experiencias y siendo agradecida por estar en el presente. Para mí esta es la mejor manera de vivir, disfrutando del momento y no pensar demasiado en el futuro”, concluye.