Carreño: “Estoy seguro de que el cambio continuo de bolas tiene que ver en mi lesión”

Pablo Carreño charla con Punto de Break tras pasar lo peor de su lesión en el codo: “Te ayuda a darte cuenta de que el tenis no es lo único que hay en la vida”.

Raquel Bermúdez Rodríguez | 9 Oct 2023 | 21.59
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Entrevista con Pablo Carreño. Foto: Getty
Entrevista con Pablo Carreño. Foto: Getty

A Pablo Carreño le toca empezar de cero después de un año en el que apenas ha podido jugar. El español decide volver en la fase final de la temporada del circuito Challenger para ganar ritmo de cara a los próximos meses, en los que espera sentirse mucho mejor, según nos cuenta en una entrevista en exclusiva en el Challenger Málaga Open 2023.

El español, ahora número 195 en el Ranking ATP, llevaba desde el 13 de febrero sin competir como consecuencia de una lesión en el codo derecho con la que jugó en toda la fase inicial de la temporada, hasta que ya alcanzó el límite para buscar una solución. Esas molestias comenzaron en noviembre de 2022 durante la Copa Davis e impidieron a Pablo Carreño (Gijón, 1991) preparar la temporada de 2023. Conseguía la victoria en la primera ronda del Open de Australia, pero le continuaron dos derrotas, momento en el que decidió parar.

Han pasado casi ocho meses para volver a verle jugar un partido, aunque Pablo ha luchado por retomar la competición durante todo el año, con resultado negativo hasta el momento. A pesar de que esas molestias siguen presentes, Carreño hacía su reaparición competitiva en el Alicante Ferrero Challenger, torneo en el que cedía en su debut ante Pedro Martínez Portero en dos sets. Sin grandes pretensiones, el asturiano busca seguir sumando minutos en las pistas en el circuito Challenger. Pablo se sincera en exclusiva con Punto de Break sobre cómo han sido estos meses, sobre la lesión y sobre sus metas a corto plazo antes de su debut en el Málaga Open 2023.

¿Cómo has vivido este año sin apenas jugar partidos?

Es un año complicado, aparte, no he estado parado. He continuado entrenando, intentando recuperarme. En algunos momentos he estado parado, pero no más de cuatro semanas. He estado recuperándome y parecía que iba bien, pero luego iba a peor y tenía que volver a parar, volvía otra vez… Ha sido sobre todo duro mentalmente el hecho de que parecía que sí que iba a poder competir y luego no. Intenté volver en Indian Wells, luego volver en Madrid, luego en Winston-Salem, y al final fue la semana pasada (en el Alicante Ferrero Challenger).

¿Qué se siente al volver en Challenger y en un sitio que conoces tan bien?

El torneo de la semana pasada lo jugué también un poco porque se jugaba en la academia donde entreno y sabíamos que no iba a estar perfecto para competir por la victoria, pero hay que empezar en algún momento. También el codo tiene que acostumbrarse al nivel de competición, que no es lo mismo que entrenar. Me hubiera gustado haberlo podido hacer mejor porque es un sitio al que le tengo mucho cariño y donde me quieren y me apoyan mucho, pero creo que la sensación no fue mala del todo, a ver si continúa así.

¿Te sigue doliendo el codo?

Sí, me molesta, especialmente cuando acabo de jugar y cuando descanso, me molesta menos. De momento, parece que el dolor es controlado, al día siguiente puedo volver a jugar. Voy a tener que convivir con el dolor al menos un tiempo y esperemos que se vaya adaptando y desapareciendo.

El año pasado ganaste en Canadá y este tenías por objetivo acercarte al Top 10, aunque no has podido pelear por ello.

Estoy luchando por acabar dentro del Top 1.000 (risas). Ha sido un año perdido, un año muy difícil. Al final los objetivos no podemos valorar si los he conseguido o no porque no he podido ni intentarlo. En ese aspecto estoy tranquilo porque no ha sido un año malo, simplemente no ha sido.

¿Qué sacas positivo de la lesión?

Ahora mismo pocas cosas. Quizás que a nivel personal he tenido más tiempo para mí, para estar con mi familia, con mi mujer, y por querer sacar algo positivo. La verdad es que ha sido un año muy complicado y con muy pocas cosas positivas. Hace muchos años tuve una lesión muy grave de espalda, antes de ser profesional como soy ahora, y han sido diferentes puntos de vista. Antes tenía 19 años, ahora tengo 32 y está claro que no estoy en el mismo momento de mi carrera.

Quizás ahora te ayuda un poco a darte cuenta de que el tenis no es lo único que hay en la vida. Cuando tenía 19 años, mi único objetivo era volver a competir, volver a jugar a cualquier precio. Ahora es diferente la visión que tengo. Priorizo mucho más el recuperarme bien a volver cuanto antes o el poder disfrutar de una vida también fuera del tenis que antes era diferente.

¿Cuál ha sido el momento más duro en estos meses de lesión?

Ha habido muchos momentos malos. El peor es cuando parecía que iba a competir, me ponía una fecha para regresar y veía que no la iba a cumplir, que no iba a poder, porque el codo no reaccionaba bien. Te haces unas ilusiones, te pones una meta para entrenar y motivarte para eso y al final no puedes hacerlo. Es algo muy duro, especialmente si te pasa varias veces. Ahora el dolor no es el mismo. El tratamiento parece que me ha mejorado. Estar libre de dolor es muy complicado, pocos tenistas juegan un partido al 100% libres de dolor. Después de una lesión como esta, los médicos me dicen que algo me va a doler, que se tiene que acostumbrar. Quizá algún día me duela más y otro menos, dependerá de la climatología, de las bolas con las que jugamos… Esperemos que cada día vaya a menos.

¿Ha tenido el constante cambio de pelotas alguna influencia en tu lesión?

Estoy seguro de que las bolas tienen que ver en mi lesión. Por ejemplo, antes de Roland Garros estaba entrenando con unas bolas en la Academia para recuperarme de la lesión e iba bien, estaba jugando sets, y cambié a las bolas de Roland Garros para empezar a entrenar con ellas y a los 20 minutos tuve que parar porque se me había inflamado otra vez. Está claro que las bolas son muy diferentes, y el cambio de bolas tan continuo influye.

La semana pasada jugamos con una marca, esta semana jugamos con otra… En el circuito Challenger es todavía peor, porque se cambia más, pero es que en el circuito ATP también se cambia mucho de bolas. No hacemos ni dos torneos con las mismas prácticamente. En la misma gira de Australia o de tierra batida puede cambiar la marca de bolas. Eso influye en que haya más lesiones.

¿Tienes algún objetivo para 2024?

Poder jugar. El objetivo es poder jugar, que la lesión vaya bien, que me respete, que pueda otra vez volver a sentirme tenista y volver otra vez al circuito, poder hacerlo entero, intentar que vaya lo mejor posible.

Conseguiste medalla de bronce en Tokio, ¿tienes marcados en el calendario los Juegos Olímpicos?

Me gustaría estar en París, al final los Juegos Olímpicos son muy importantes. Sólo pude jugar unos, los de Tokio, y conseguí una medalla, y me gustaría poder disfrutar de unos Juegos Olímpicos más normales. En Tokio no había público, no tenía a la gente cerca. Me encantaría disfrutar de unos Juegos Olímpicos con público, con mis familiares y con todo el mundo apoyando, seguro que será algo muy bonito de vivir.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido del circuito ATP esta temporada?

No sabría decirte, la verdad. Djokovic ha seguido como estaba, Carlos ha mantenido el nivel que venía teniendo el último año. Quizás a alguien eso le podría sorprender, pero a mí no. Ha habido jugadores jóvenes como Sinner, que parece que ha dado un pasito más adelante, Rune, que, aunque estos últimos meses no acaba de ganar muchos partidos, también ha mejorado… Todo ha sido más o menos parecido.

¿Cómo afrontas tu debut en el Challenger de Málaga?

No tengo ningunas expectativas en cuanto a resultados. Sólo quiero poder jugar, disfrutar en la pista y que no me moleste el codo, seguir sumando horas en la pista, que es lo que necesito ahora.