Dominic Stricker ya es uno de los nombres propios de este US Open 2023. Se lo ha ganado a pulso, pasando la fase previa tras algunos momentos con altas dosis de épica y colándose en la tercera ronda de uno de sus Grand Slams preferidos. Si, además, incluimos una victoria ante un top-10... mejor imposible.
Es posible que muchos aficionados al tenis ya conociesen a Dominic Stricker antes del día de hoy. Ser suizo supone un arma de doble filo: para nadie es más accesible compartir ratos en pista con nombres como los de Stan Wawrinka o Roger Federer... pero has de cargar con la presión, las expectativas y el ruido de fondo solo por el mero hecho de compartir origen y pertenecer a una generación posterior a ellos. Ser brillante en la época junior y tener un talento incontestable resultan ingredientes que hacen la mezcla aún más complicada, y Stricker ha experimentado meses de altibajos, con una irregularidad manifiesta en sus resultados, pero varios picos más que suficientes para pertenecer de forma constante a los 150 mejores del mundo.
Solo faltaba hacer un gran cambio en sus rutinas para, por fin, asaltar el top-100. Salvo sorpresa mayúscula, Dominic formará parte de los cien mejores del mundo dentro de dos semanas, cuando el US Open 2023 llegue a su fin. Y ya que estamos, Nueva York significa soñar. Soñar más allá de Stefanos Tsitsipas, a quien derrotó en un partido épico, tras estar dos sets a uno por detrás en el marcador y ver cómo todo un top-10 saca para ganar el encuentro. Nada de eso amedrentó a Stricker. "Me sentí genial desde el primer punto y lo disfruté desde el principio, estoy sin palabras. Jamás había ganado a alguien como Stefanos, el 7 del mundo. Es un día muy especial para mí, y la confianza va a aumentar muchísimo tras algo así, es genial comprobar que tengo este nivel a cinco sets".
Contextualizar esta victoria es fácil. Tan simple como acudir a dos momentos que han cambiado, en mayor o menor medida, la carrera de Stricker. El primero se produce a mediados de año: el suizo decide llevar a cabo un cambio radical en su dieta y en su preparación fuera de la pista, un plan a medida que varió rutinas tan simples como lo que hacía en los momentos previos a un partido. "Fuera de la pista, todo se ha vuelto mucho más serio. Quizás estoy trabajando un poco más duro que hace un año, todo es mucho más profesional que antes, y eso me ayuda", afirma el suizo, que no ha estado solo en este aspecto. Este cambio es imposible de entender sin la segunda modificación: su nuevo mentor, el alemán Dieter Kindlmann, exentrenador de nombres como Sharapova, Keys o Sabalenka. El germano diseccionó en ATP la estructura que ha traído a la vida profesional de Dominic.
"Veo mucho talento en él, pero también muchas cosas en las que hay que trabajar. No solo en pista, especialmente fuera de ella, en lo que se refiere a la profesionalidad, en qué significa ser un top-100, top-80 o top-50. Paso a paso tiene que aprender lo que significa trabajar en el gimnasio, trabajar con el fisio, hacer prevención, entrar más en detalle, trabajar en una estructura, planear el año al completo. Intento enseñarle qué significa ser profesional cada día", sostiene un Kindlmann convencido del potencial de Dominic. ¿Y dónde queda la dieta en todo esto?
"MENOS CHOCOLATE, MENOS AZÚCAR"
Tras derrotar a Stefanos, el propio Stricker reflexionó sobre sus nuevos hábitos, que incluyen ese famoso cambio de dieta. "No es que haya significado un cambio de inflexión grandísimo, pero sí que pensaba que me ayudaría de cara a partidos tan largos como éste. No he hecho locuras, pero sí que he cambiado mi dieta: como menos azúcar, menos chocolate y menos cosas de este tipo. He cambiado mucho. Mi equipo también lo está haciendo, así que es genial sentir ese apoyo por su parte. Es genial ver que mi cuerpo es capaz de soportar cuatro horas de tenis de máximo nivel. Me siento mejor en pista que el año pasado, mi juego ha mejorado. Sé que si sigo haciendo las cosas de esta manera, mi ranking también va a mejorar pronto". Por el momento, bienvenido al top-100, Dominic... y quién sabe si más allá.