![Novak Djokovic. Fuente: Getty](/sites/default/files/styles/epsa_detail_thumbail/public/2023-12/djokovic-cuatro-grand-slams-mismo-ano.jpg?itok=_RhHjWIm)
Novak Djokovic es un devorador voraz de marcas y récords. Escribir una parte importante de la historia del tenis no parece limitarle: su mente le empuja a conseguir nuevas cotas, a escalar nuevas montañas.
Tras conquistar Roland Garros 2023 y alzarse con su 23º Major, el serbio repasó las emociones que llegó a sentir tras derrotar a Casper Ruud, volvió a deshacerse en elogios hacia Roger Federer y Rafael Nadal y, más importante, apuntó a la posibilidad, aún real, de conseguir un poker en este 2023 que, si bien parece verdaderamente lejano, empieza a rondar la privilegiada mente de Novak.
Estas son sus palabras, recogidas por los micrófonos de Tennis Channel en una entrevista verdaderamente especial
El significado de ganar el 23º Grand Slam
"El hecho de que la historia estaba en juego estuvo presente en mi mente, pero mi equipo ha creado una gran burbuja a mi alrededor y no quería recibir ningún tipo de ruido innecesario. No quería separarme de lo que tenía que hacer, centrarme en la final y prepararme para ganarla. Cuando vi que su derecha se marchaba, caí al suelo y sentí una gran sensación de alivio: una vez el torneo ha terminado, es aún más dulce acabar con el título, pero cuando terminas te sientes un poco desinflado, como un globo sin aire. Hay tanta tensión, tanto estrés, anticipación y expectación por lo que va a pasar... está claro que eso también es un aspecto que me da motivación, pero puede llegar a ser una carga. Traté de mantenerme en el presente y no puedo estar más feliz por compartir esto con mi equipo y con mi familia. Mis dos hermanos no están aquí, pero sé que siempre están conmigo. Es una sensación impresionante".
Por primera vez, por delante de Nadal y Federer en la cuenta de Grand Slams
"Todo pasa por una razón, así que creo que son una parte importantísima de este éxito, de quién soy como persona y como jugador. Mi rivalidad con ambos son las mayores rivalidades que jamás he tenido, y son partidos que me definen, sobre todo los del principio de mi carrera. No tuve demasiado éxito contra ellos. Cuando gané en 2008 en Australia, mi primer Grand Slam, pensé que acababa de aterrizar en las grandes ligas y que me tocaría encontrármelos en más ocasiones... pero no fue el caso durante tres años. Dudé de mí mismo, sufrí bastante, no era capaz de vencerles y dar el siguiente paso en mi carrera. Cuando perdía esos partidos me cuestioné muchas de las cosas que hacía: entrenamientos, preparación, aspecto mental y físico... realicé un análisis profundo de mi personalidad, incluso. Creo que estas rivalidades han contribuido muchísimo a mi éxito y al hecho de que hoy tenga 23 Grand Slams".
¿Qué lecciones saca de las últimas dos semanas?
"Es una gran pregunta. Tendré que reflexionar un poco sobre ello, con mayor profundidad, para contestarte. Hay una cosa que es segura: yo controlo en mis manos el impacto más grande en el resultado de un partido. Con todo el respeto a mis oponentes, por supuesto, y a cualquier factor externo que puede tener influencia: nosotros tenemos muchísimo poder. A veces no somos conscientes de ello. Intento hablar conmigo mismo, de manera interna, y recordármelo. Ser quién eres, ser lo que eres, es lo que hace que sigas adelante, que puedas ganar más Grand Slams. Yo también tengo dudas, cualquier persona tiene dudas. Es imposible estar siempre en perfecta sintonía contigo mismo y tener pensamientos positivos, pero creo que es importante adaptarse a las circunstancias. Si tienes pensamientos que te hacen estar abajo, en cierto modo hay que abrazarlos, darles la bienvenida y saber que te vas a centrar en lo que tú quieres centrarte. 'La energía se mueve hacia el lugar en el que la atención va'. Lo creo firmemente. Espero que mis palabras hacia los deportistas más jóvenes les toque en cierto modo: más allá de jugar para ganar y hacer historia para el deporte que amo, intento inspirar a mis hijos y a otros deportistas por todo el mundo".
¿Discutirías con alguien que diga que Novak Djokovic, ahora mismo, está en su mejor momento?
"No, no discutiría (risas). Soy alguien diferente al que era hace 10 años. Lo positivo acerca de mi juego es que he aprendido mucho: conforme pasa el tiempo y pasan los partidos, más aprendes sobre lo que tienes que hacer para no caer en un agujero negro dentro de un partido. No solo mentalmente, también a nivel de tenis y físico. La verdad es que mi cuerpo responde de manera diferente a día de hoy, pero intento cuidarlo durante muchísimas horas y asegurarme de que puedo jugar a cinco sets. Los Grand Slams son el objetivo más importante y para lo que me preparo. Alguien me dijo que he ganado 2 de 2 este año, y la verdad es que es una sensación increíble".
¿Cuál sería el próximo reto que más le motiva?
"Me encantaría volver a tener una oportunidad en Nueva York. Me encantaría ganar Wimbledon, que es una montaña muy distinta que escalar, y el hecho de que haya ganado los últimos cuatro Wimbledon me da una confianza diferente, siempre ha sido mi torneo soñado. Si eso ocurriese, y es un 'y si' muy grande, me encantaría tener la oportunidad de volver a hacer historia en Nueva York. No pude lograrlo hace un par de años, ante Medvedev, pero he sentido siempre el amor de todos los neoyorquinos y aquel día me sentí diferente, el amor que me dieron me sobrepasó por completo. Tengo muchas ganas de volver allí".