Rune saca pecho en un electrizante partido ante Cerúndolo

El danés está en cuartos de París tras una dura victoria ante al argentino. La lucha tuvo muchos altibajos en la que acabó venciendo la fuerza mental a la física.

Mónica Barberán Munera | 5 Jun 2023 | 19.31
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Holger Rune en Roland Garros 2023. Foto: getty
Holger Rune en Roland Garros 2023. Foto: getty

No fue fácil, pero lo sacó adelante. El danés Holger Rune ya está en cuartos de final de Roland Garros tras un partido de máxima tensión ante Francisco Cerúndolo. El joven de 20 años se impuso por 7-6(3) 3-6 6-4 1-6 7-6(7)en un partido que duró 4 horas y cuya victoria es muy importante para el danés debido a la complejidad que su rival le planteó. El argentino se mostró muy centrado en casi todo el partido, con pocas fisuras y con una garra que le hizo soñar. Sin embargo, no se puede dar a Rune por muerto en ningún momento. Aunque tuvo sus momentos de desconexión, Holger sacó adelante un partido que terminó siendo más mental que físico. Ahora, su siguiente rival será Casper Ruud.

Una montaña rusa de partido y la garra de Cerúndolo

El primer set del encuentro comenzó bastante igualado, sufriendo ambos con el servicio los primeros juegos. El argentino fue el primero en ceder su saque ante un Rune muy agresivo que llegó a ir 4 juegos a 1. Sin embargo, la presión de su rival le hizo mucho daño, no consiguió despejar la tensión de ir por delante y el argentino, sin rendirse en ningún momento, terminó igualando el set para mandar el partido al tie break. En la muerte súbita, Cerúndolo no pudo imponerse por pequeños detalles y el danés se adelantó en el marcador.

En la segunda manga, Rune empezó con bastantes dudas, teniendo que afrontar hasta 5 puntos de break. Pero Cerúndolo demostró su perseverancia, su buen estar y dejó a Rune sin argumentos. Esta vez Holger no se salvó y el argentino aprovechó muy bien sus armas para quebrar por primera vez en este segundo set. Y sería el único break que decidió el resultado, pues Rune se mostró poco dispuesto a sacar adelante el set, muy enfadado y con un porcentaje muy bajo de saque. Así, este fue un punto de inflexión para el argentino, que no bajó la guardia en ningún momento y metió presión a su rival en un partido que, a estas alturas, estaba siendo una montaña rusa de sensaciones.

Rune baja la guardia y su rival se engrandece

En el tercer set no se vio un claro favorito, pero llegó el momento de la polémica. El juez de silla concedió un punto a Rune tras un golpe del argentino que cayó primero dentro de la pista y después fuera. El juez no vio el doble bote y eso hizo estragos en el juego de Cerúndolo, pues terminó cediendo su servicio. Muy enfadado, quizá el argentino se descentró un poco del partido. Aunque nada podía parar las ganas de Francisco de hacer cosas grandes. Así, sorprendió a Rune para igualar el set con grandes restos, al pie del cañón y soltando a pasear grandes dejadas, muy protagonistas durante todo el encuentro. Pero finalmente, el danés cumplió en un momento complicado para el argentino y se apuntó el set ante las dudas de su rival.

Incomprensiblemente, la cuarta manga resultó una gran decepción para el danés, pues nadie diría que iba mandando en el marcador. Los ánimos con los que salió a la pista contrastaban con el hambre voraz de un Cerúndolo que aprovechó la poca actitud en los golpes de su rival. El argentino no perdonó y demostró que está cuando se tiene que estar. Con unos restos sublimes, agresivo y marcando la tónica del partido, Cerúndolo se marcó un set brillante para dejar seco a un Rune que tiró la toalla visiblemente. Puede que la razón fuera algo de malestar físico, pues el fisio entró en pista para darle algún tipo de medicación.

La tensión del quinto set

Toda la tensión del mundo se centró en ese último set que decidiría el ganador de tan dramático duelo. El argentino entró en pista con mucha hambre de no dejar escapar esta oportunidad. Por su parte, Rune jugó los primeros momentos del set con un enfado terrible, con él, con su box y con el mundo. La tensión dentro del joven danés fue extremadamente visible ante la cantidad de errores no forzados que estaba cometiendo. Finalmente salió del atolladero y sufrió consigo mismo para volver al partido. La actitud de Cerúndolo fue la de pelear y seguir peleando, haciendo lo que tenía que hacer cuando tenía que hacerlo.

Y es que fue un set muy disputado, con una gran oportunidad perdida por parte del argentino, que tuvo tres ocasiones de break para encarrilar el partido. Sin embargo, fue la mente quien jugó y no las piernas: Rune se sobrepuso y tuvo en sus manos el servicio para llevarse el partido. Pero Cerúndolo no quiso acabar tan rápido. La tensión en las manos del danés le hizo fallar y verse sometido a un break que volvió a igualar las tornas. El ambiente en la Suzanne Lenglen fue de otro planeta, que vio cómo se decidía todo en el super tie break. Finalmente, con valentía y sacando pecho en los puntos importantes, Rune se terminó llevando el partido que le lleva a los cuartos de final de París.