Hay derrotas que duelen mucho más de lo normal. Se clavan en el alma, escuecen como pocas y se mantienen en tu memoria durante varios días. La que sufrió Francisco Cerúndolo en la jornada de hoy, ante un irregular Holger Rune con la posibilidad de acceder en Roland Garros 2023 a sus primeros cuartos de final de un Grand Slam, posiblemente se coloque en el más alto lugar de ese ránking imaginario para el argentino. Como hiciese, por ejemplo, Thanasi Kokkinakis tras su varapalo ante Andy Murray en el pasado Open de Australia, el propio Fran acudió a las redes sociales para mostrar sus emociones después de una batalla sin cuartel. ¿El mensaje? Más conciso, imposible. "Qué deporte", sentenció el albiceleste, acompañando con un emoticono de tristeza un mensaje con una gran moraleja detrás: a veces no se necesitan muchas palabras para definir cómo se siente una persona.
Que deporte --