
Para que un tenista tenga éxito en 2023 ya no es suficiente con tener talento y trabajar. Hoy en día es fundamental rodearse de un equipo de profesionales que cuiden cada detalle del camino, donde la figura del preparador físico se ha convertido en una de las más importantes, especialidad en la que Duglas Cordero (Cuba, 1968) lleva tiempo siendo un referente. El hombre que actualmente trabaja con Dominic Thiem y las hermanas Fruhvirtova, hace unos meses que recibió la llamada de un nuevo atleta. No uno cualquiera, uno muy especial.
Se trata de Juan Martín Del Potro, retirado oficialmente desde febrero del año pasado, cuando regresó al ATP 250 de Buenos Aires para decir adiós ante su gente. Sin embargo, al argentino le quedó una pequeña espina dentro, una sensación de frustración por no marcharse al nivel deseado. Así fue como empezó a fraguarse un último regreso, the last dance, para el cual necesitaba ayuda de los mejores. El de Duglas fue uno de los primeros números que marcó.
Aprovechando su paso por el Mutua Madrid Open, donde trabajó con sus jugadores presentes en el cuadro, el entrenador cubano encontró un hueco en su agenda para reencontrarse con Punto de Break. ¿Llegará Del Potro al último Grand Slam del año? ¿Volverá Dominic Thiem al top10? ¿Qué futuro les depara a las hermanas Fruhvirtova? De todo ello hablamos en la entrevista.
¿Cómo está yendo el trabajo con Del Potro?
Con Juan Martín es un lindo desafío, me contactó hace unos meses y en Miami se concretó todo. Nos reunimos, vimos los objetivos que tenía y la verdad es que le vi muy ilusionado. Él tiene una lesión crónica, fue operado varias veces, así que empezamos con toda la ilusión del mundo, con un proceso de rehabilitación específica y, al mismo tiempo, un trabajo físico.
¿Específico en qué sentido?
Lo hacemos específico para que no pierda la ilusión por el tenis. Trabajamos duro durante dos semanas, él necesita mucho de la motivación, así que buscamos diferentes ejercicios y movimientos que podamos hacer sin provocarle dolor. El dolor siempre va a limitar mucho al jugador, así que encontramos esos ejercicios específicos para evitarlo.
¿Y funciona?
En esas dos semanas avanzamos mucho, ahora estamos un poco distantes para jugar un partido de tenis o un torneo, necesita todavía mucho entrenamiento y mucha más rehabilitación si quieres estar listo para jugar varios días seguidos. A partir de aquí, seguiremos con más bloques de fortalecimiento, así iremos ganando confianza en la movilidad y los apoyos.
La pregunta del millón: ¿le veremos jugando de nuevo un partido?
No me gusta dar falsas expectativas, en el tenis uno tiene que ser muy consciente de lo que está haciendo, pero reconozco que sí estoy muy ilusionado. Ojalá que él pueda cumplir su gran sueño, jugar de nuevo en el US Open o poder retirarse a su manera, esa es la meta que se ha marcado. Para mí es un lindo desafío.
Entiendo que es una puesta a punto para despedirse, nada más.
¿Quién sabe? Si en un momento determinado él siente que todavía tiene condiciones para jugar a un alto nivel competitivo, ¿quién puede quitarle esa ilusión? Las pequeñas metas son fundamentales, el nivel de exigencia no puede estar por encima de las posibilidades. Estamos ante una meta alcanzable que puede lograr si trabaja duro, ojalá tengamos la suerte de que los dolores disminuyan y la articulación aguante para jugar a tenis.
En su día confesó que sentía dolor hasta subiendo escaleras.
Juan Martín no solamente está pensando en el tenis, también quiere mejorar su calidad de vida, como jugador y como persona. La idea es esa, tomar todos esos factores y mejorarlo tanto físicamente, como también para la actividad de la vida diaria. Que él se encuentre mejor en cualquier actividad.
¿Hasta qué punto está limitado por el dolor?
Es algo frustrante, el problema es que lleva muchos años sin poder jugar, ni siquiera entrenar como él quisiera, eso frustra y te desmotiva. Él no puede trotar, por ejemplo, ahora mismo no puedo hacer un sprint. Pero lo importante es buscar distintos mecanismos, primero con la bicicleta, la segunda semana ya empezamos a hacer elíptica, en plan consiste en que Juan Martín vea que poco a poco va avanzando.
Parece que estamos ante el último tren.
Mira, antes no podía bajar 30º y ahora ya puede bajar 40º, esto lo conseguimos gracias a ejercicios específicos con el apoyo de su pierna derecha. También te digo que todos los jugadores profesionales arrastran algún dolor, son profesionales que conviven con esos dolores, la diferencia es que algunos son asimilables y otro no. En cuanto a Juan Martín, todavía no encontró una solución definitiva para ese dolor.
El factor psicológico habrá sido la parte más dura.
Trato de no hablar de dolor cuando estoy con él, me centro más en la rehabilitación y en el proceso de seguir mejorando, de buscar métodos y formas para que él pueda lograr una mejor adaptación, buscando ejercicios que no le provoquen dolor. Ahí está la clave, trato de buscarle ejercicios que le motiven y no le maltraten la articulación, que no le empeoren.
¿Mantenéis contacto diario?
Ahora estamos a distancia, pero él sigue muy ilusionado. Le mando cada día los ejercicios que tiene que realizar, también los vídeos de ejecución, porque cada ejercicio tiene su método diferente. Esto habla del nivel de responsabilidad que tiene Juan Martín en este momento.
Que Juan Martín Del Potro confíe en ti para su último baile debe ser maravilloso.
Es una gran satisfacción, desde luego, le agradezco su confianza. Para mí Delpo es impresionante, no puedo describirlo, me llena de alegría esa confianza que puso en mí. Me emociona bastante […] Es muy humilde, le entrego mucho cariño y motivación para que lo pase bien, que los entrenamientos no sean tediosos. Mi intención es que el jugador esté feliz, si no es imposible avanzar. La felicidad es clave para encontrar un buen resultado.
También has vuelto a trabajar con Dominic Thiem, otro proyecto ilusionante.
Tuve la oportunidad de trabajar con Dominic en 2019 y 2020, fue una tremenda experiencia junto a Nicolás Massú, que fue quien me llamó. La pasamos muy bien, tuvimos grandes resultados, pero después de la pandemia ya no pude viajar más y nos separamos. En este último Open de Australia me consultaron para volver a empezar, algo que se concretó en Indian Wells, cuando volvimos a juntarnos.
¿Cómo ves a Dominic?
Estaba con algunas dudas acerca de su rendimiento, le vi al 50-60% de sus posibilidades. Necesitaba ciertos cambios en el aspecto físico, así que empezamos a trabajar en eso. También pusimos especial atención a su explosividad, con la derecha había perdido mucha potencia, así que hicimos un trabajo específico para ello. Aquí la clave era reencantar al jugador y creo que lo estamos consiguiendo, tuvimos 5-6 sesiones muy fuertes en Indian Wells y, desde ese momento, viene encontrando mejores sensaciones sobre la pista, aunque todavía los resultados no estén ahí.
¿Cuánto le falta para volver a ser el de siempre?
Hoy todavía no está al 100%, estará entre un 85% o un 90%, así que todavía tiene margen para mejorar. Este es otro lindo desafío, así que le agradezco mucho a Dominic y su familia por confiar en mí, me ilusiona mucho este proyecto, tengo toda la confianza puesta en él, igual que él la tiene puesta en mí. Ojalá pueda acompañarlo por el camino correcto para alcanzar grandes metas.
Ese 15% que le falta, ¿es físico o es mental? ¿Todavía siente dolor?
No, no, no. Desde el punto de vista físico ya no siente dolor, pero necesita estar al 100% físicamente para competir contra los mejores jugadores. No solamente para que pueda jugar un día, sino para mantener un alto rendimiento durante mucho tiempo, que pueda disputar 2-3 partidos seguidos a una alta intensidad. No nos podemos ilusionar con un solo partido, así que antes de Roland Garros vamos a armarle otro bloque duro de entrenamientos. En París debería alcanzar ya su 100%.
Primero el físico y luego la mente.
Cuando tú estas bien físicamente, eso te hace sentir fuerte mentalmente, tienes más confianza. Si a eso unimos también la parte técnica, lo normal es que empiecen a llegar los resultados, pero antes había que trabajar estos aspectos más específicos. Cuando se une todo el trabajo técnico y físico es cuando llega la confianza mental, pero se necesita estar al 100%.
La gente se pregunta si volveremos a verle disputando finales de Grand Slam, tocando el top10, cosas así.
Si estoy aquí es porque me ilusiona todo eso, así que sí, pienso que lo va a lograr. Pero claro, lo que no ha logrado en dos años, no lo va a lograr ahora en tres meses, creo que la segunda parte de la temporada será mucho mejor que la primera. Ahora se está poniendo fuerte y en 2024 será donde le veamos brillar de verdad desde el principio. Es un grandísimo jugador, es una máquina, como le digo yo. No tengo dudas de que lo va a lograr.
Quiero mencionar también a las hermanas Fruhvirtova, con las que también ejerces de preparador físico.
Es una gran ilusión trabajar a diario con ellas, son dos personas muy bellas de corazón. Dos chicas con un talento increíble para la edad que tienen que ya han logrado grandes resultados, la familia ha hecho un gran trabajo desde que eran niñas. El año pasado me llamaron para trabajar, hicimos la pretemporada en Miami y conseguimos transmitirnos mucha confianza.
Aparte de muy buenas, se les ve felices cuando juegan.
Cada día tienen la mejor disposición, con la mejor sonrisa en la cara, siempre está alegres. Para mí esto es muy importante, en la cancha soy una persona que me gusta motivar a mi jugador constantemente, pues fuera de la cancha soy igual. A ellas les encanta todo este método, la forma que tengo de trabajar, tenemos una gran unión. Ojalá que a mediano y largo plazo puede seguir a su lado para ver cómo cumplen sus sueños.
¿En qué se diferencian entre ellas?
Brenda (15), es una chica muy talentosa, tiene una potencia en sus golpes muy natural, tiene la capacidad de golpear sin tanto esfuerzo a una intensidad que muy pocas en el circuito pudieron hacerlo a su edad. Linda (17) es mucho más explosiva, mucho más rápida, pero es más de trabajo y esfuerzo. Las dos juegan muy bien al tenis, han desarrollado muy buena técnica, han hecho un gran trabajo todos estos años, así que ahora me toca a mí ayudarlas para dar el siguiente paso.
¿De dónde sacas el tiempo para trabajar con tanta gente?
La planificación con cada jugador es clave, trato de organizarme porque de verdad que no paro. Un día tienes que hacer el entrenamiento con una, luego tienes que hacer el warm-up con otro, otro tienes que estirar después del partido, además cada uno juega su partido en días o turnos diferentes. Cada uno tiene sus prioridades, así que trato de organizarme para que todos queden satisfechos, sin maltratar el tiempo. No me gusta llegar apurado, quiero dar mi 100% a cada jugador.
No suena fácil.
No lo es, pero si te organizas bien se puede lograr.
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