Pocas jugadoras existen en el circuito que sonrían más que María Camila Osorio (Cúcuta, 2001). Y es normal, ya que en el Mutua Madrid Open 2023 ha dejado una grata actuación con su llegada a tercera ronda, donde cedió este sábado ante Aryna Sabalenka. Pero su viaje apenas acaba de arrancar, con tan solo 21 años cuenta con el potencial para formar parte de la élite, un objetivo que tiene muy presente en cada una de sus respuestas. Punto de Break pudo entrevistar a la colombiana y descubrir que soñar en voz alta no tiene nada de malo. Que nunca nos falte la ilusión y una buena sonrisa.
Esta semana has ganado a Burel y a Kostyuk, dos tenistas de tu misma generación.
Es increíble, ayer hablaba con mi mamá y recordábamos las veces que nos enfrentamos contra Clara y Marta en el circuito junior, así que vernos ahora en este tipo de torneos es maravilloso, ver que forma parte de esta generación. Estos son los torneos que siempre soñamos con disputar, desde que éramos unas niñas.
Con Sabalenka ya no fue posible.
Ha sido un partido muy emocionante, lo he dado todo hasta el final y creo que he tenido mis oportunidades, pero ella es una gran jugadora, lleva mucho tiempo consolidada entre las mejores del mundo. Pese a la derrota me llevo una gran experiencia de toda esta semana del torneo, agradezco mucho a la organización por esta invitación.
¿Te gusta jugar en Madrid?
Yo creo que sí, por eso llegamos a tercera ronda (risas). Estoy feliz, estoy cómoda jugando aquí, llevaba casi dos meses sin competir y estas victorias seguidas me llenan de confianza, es la recompensa al trabajo que vine haciendo. Sé que todavía falta mucho, que tan solo son dos victorias, pero me produce mucho placer volver a estar sana y verme compitiendo de nuevo.
Este año no has jugado mucho, pero los resultados son bastante positivos.
Totalmente, hice segunda ronda en Australia pero me tocó Iga (Swiatek, muy duro. Pero después de ese partido, de haber jugado contra la mejor del mundo, sientes que ya no hay nada mejor que eso. Empecé a verlo todo de otra manera, algo así motiva mucho, empecé a trabajar en las cosas que tenía que mejorar. Después jugué en Lyon y también hice buenos partidos, llegué hasta semifinales, hasta que me lesioné en Monterrey. Llegué a tener match point contra Linette, me sentía jugando muy bien, así que esa lesión me golpeó muy duro. Me supo muy mal no jugar los WTA 1000 de marzo estando en cuadro final, pero en todo momento mantuve la fe, confiada, estaba tranquila. Ahora estar aquí es una bendición.
En 2023 has arrancado una nueva aventura en España, ¿cómo va esa adaptación?
Empecé una nueva etapa en diciembre, en el TEC de Barcelona. Estaba un poco nerviosa porque aquí todo es muy diferente, cambia mucho de estar en tu casa allí en Colombia a venir a otro continente. Ya lo había hecho de pequeña, cuando me fui a Estados Unidos, pero ahora había que irse un poco más lejos (risas). Creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi carrera, siento que estoy aprendiendo muchas cosas, estoy rodeada de gente súper profesional y grandes personas. El apoyo y las herramientas que me han dado es impresionante, espero seguir mejorando a lo largo de este proceso.
¿Qué se siente al tener a Albert Costa en tu palco?
¡Lo admiro muchísimo! Yo soy una persona muy emocional y muy intensa, cuando tengo la oportunidad de estar con él creo que lo canso de hablar tanto de tenis (risas). Lo que me gustaría es que me transmitiera todo lo que él sabe, lo mismo con Ana Alcázar, todo lo que ellos saben trato de aprenderlo.
¿Viste algún partido de Albert?
De hecho, un día le pregunté si podíamos ver su partido de aquella final de Roland Garros y estuvimos viendo las tres horas (risas). A mí me encanta el tenis, cuando no lo estoy jugando lo disfruto viéndolo, así que imagínate la experiencia de ver tenis con un campeón de Grand Slam. Para mí es un privilegio.
En el pasado ya trabajarse con Ricardo Sánchez, ¿qué tiene el entrenador español?
Son entrenadores que van al punto, eso es bueno. Obviamente, para mí es muy importante el tema del idioma, compartir la misma lengua es clave, no es lo mismo que te transmitan en inglés o francés a que lo hagan en español. Igual a otras personas les funciona, pero a mí me funciona mejor si es en la misma lengua, creo que ayuda bastante.
Desde tu etapa junior se viene hablando mucho de ti, ¿qué tal llevas esa presión?
¿Quién habló de mí? (Risas)
Sobre todo la prensa.
A mí me gusta, que las personas piensen que puedo estar ahí, que me vean en ese proceso es algo que me motiva, siento que pertenezco a este nivel. Es bonito ver que te empiecen a conocer, que sepan quién soy en el circuito, el camino de generación en generación es impresionante, ahora estar enfrentándome a estas chicas es increíble. Desde que gané el US Open Junior pasa a profesional y desde ahí empecé a enfrentarme a otras jugadoras, es como que todo va pasando muy rápido. El año que entré al top100 no sabía ni cómo reaccionar, es como pasar de ser la #200 del mundo a entrar a formar parte de ese grupo selecto que disputa los Grand Slams, era el sueño hecho realidad. Esto es algo que todas lo soñamos cuando tenemos 6 años, pero nadie te asegura que los vayas a jugar (risas). Llegar ahí es maravilloso, por eso lo disfruto tanto, no siento ninguna presión.
¿Te tocó leer muchos titulares fuera de lugar?
¿Cómo qué?
El típico adelantando los Grand Slams que vas a ganar, o lo rápido que llegarás al Nº1.
No leí nada de eso, pero ojalá que me toque leerlo pronto (risas). Sí hay personas que saben mucho de esto, que han visto mucho tenis y que te dicen que puedes hacerlo. Pero al final, la que tiene que creer eres tú, la primera persona que tiene que confiar es uno mismo.
En Colombia la gente te tiene que adorar.
Allí recibo mucho apoyo y eso me gusta mucho, saber que las personas de mi país creen mucho en mí.
¿Por qué sigue habiendo tan pocas sudamericanas en el top100?
Es complicado por muchos temas, aunque poco a poco empezaron a hacer más torneos allá. Antes es que no había nada, tenías que viajar todo el tiempo entre Europa y Estados Unidos, pero muchas veces no hay dinero, si las empresas no te apoyan no puedes salir de tu país y sumar puntos, es casi imposible. Esto era el mayor problema, pero ahora poco a poco se está corrigiendo. Tenemos a Bea (Haddad Maia) que está top15, a Nadia (Podoroska) que salió del top100 pero ahora está volviendo, Pigossi que también está peleando en esa franja. Lourdes, Emiliana… obviamente no es lo mismo, pero talento hay, solo es cuestión de tiempo, tener paciencia y confiar. Espero que pronto seamos muchas más.
Camila, vamos con la ronda rápida.
¡Pin pon! Me encanta.
Un torneo.
Mutua Madrid Open.
Un golpe.
La derecha.
Un ídolo.
Roger Federer.
¿Y en mujeres?
Ash Barty.
Un partido que recuerdes.
Ahora mismo, el de Kostyuk.
Una rutina.
Desayunar lo mismo todos los días de partido.
¿Qué desayunas?
Ahora estoy comiendo la tortilla española con jamón, mas fruta y yogur.
Una rival.
Iga Swiatek.
Un recuerdo bonito.
Cuando jugué contra Sabalenka en Wimbledon.
Una amiga en el vestuario.
Elisabetta Cocciaretto.
Un apodo.
Cami.
Un sueño.
Ganar un Grand Slam.
¿Cualquiera de los cuatro?
Imagínate, ser campeona de Grand Slam, ¡el que tú quieras! (Risas)
Un objetivo en 2023.
Entrar al top20.
Has tirado alto.
Hay que confiar en una misma.
Lo mejor y lo peor de ser tenista.
Lo peor sería no estar tanto con la familia. Y lo mejor… es que todo es lo mejor. Jugar los Grand Slams, enfrentarte a las mejores del mundo, conocer gente increíble, viajar por el mundo, etc.
¿Quién es el GOAT?
Todos son increíbles, pero mi favorito es Roger.
Defínete en tres palabras.
Soy una persona feliz, con una me basta.