Gakhov: “Pensé en dejar el tenis, ahora siento que tengo mucho tiempo por delante”

El ruso, protagonista tras su duelo ante Djokovic en Montecarlo, se pasa por el canal de Punto de Break para contar su historia y su sueño de llegar a la élite.

Fernando Murciego | 25 Apr 2023 | 23.00
facebook twitter whatsapp Comentarios
Entrevista exclusiva con Ivan Gakhov. Fuente: Punto de Break
Entrevista exclusiva con Ivan Gakhov. Fuente: Punto de Break

Sé que llegamos un par de semanas tarde con esta entrevista, pero la historia de Ivan Gakhov merecía su tiempo de cocción hasta servirla como corresponde. Nacido en Moscú hace 27 años, residente en nuestro país desde que tenía 14 y noticia en este mes de abril por su gran labor en el Masters 1000 de Montecarlo. Después de levantar en Girona su primer título Challenger, Gakhov superó la fase previa en El Principado, sumando luego su primer triunfo oficial y citándose después con Novak Djokovic. Una aventura frenética en apenas unos días que traemos en exclusiva al canal de Punto de Break .

El mejor mes de su vida

“Pienso que todo esto es como un sueño, que no pasó de verdad. Sí es cierto que tanto mis entrenadores como mi novia siempre creyeron mucho en mí, todo esto que ocurrió fue sorprendente para mí, pero no para ellos. Es como ellos siempre pensaron que era cuestión de tiempo que pasara algo así, aunque yo desde luego no me lo esperaba”.

Éxito tardío

“La gente que llega al top50 antes de los 24 años son personas que nunca cometieron errores, no han perdido el tiempo, siempre tuvieron un entorno adecuado y la ayuda financiera necesaria, además de ser muy talentosos y hacer un gran trabajo. No han sido vagos durante esa etapa, por eso están donde están. Pero ahora mismo hay mucha gente luchando por ser profesional, por mucho que nos fijemos en Alcaraz, Sinner o Aliassime, por detrás tenemos cientos de chicos que hacen el mismo esfuerzo pero no pueden ni pasar la Qualy de un Futures. Yo hice muchos errores en mi vida, mi familia tampoco tuvo experiencias con el deporte, así que me equivoqué muchas veces eligiendo los caminos en mi carrera”.

Aspecto psicológico

“A nivel mental he crecido mucho desde que trabajo con Miguel Sánchez, me fuerza mucho, me lleva al límite en los partidos. Siempre me he considerado un tenista que sé hacer todo pero, si me preguntas qué es lo que mejor hago, no te lo sabría responder. Y si me preguntas qué es lo que tengo malo, tampoco te podría responder. Ahora hemos puesto el foco en algunos aspectos a trabajar, ahora tengo más claro o que tengo que hacer en pista, por dónde tengo que jugar, esto acaba generando más confianza en mí mismo”.

Su primer Challenger, el punto de inflexión

“Ganar un torneo, con tantos partidos duros, siempre me ha costado mucho a nivel emocional, me costaba gestionar todo lo que pasa a esos niveles. En Girona no me enfrenté a los mejores, pero fue un torneo durísimo igualmente, fueron cinco partidos en seis días a un nivel muy alto. Ahí fue donde me di cuenta que era capaz de hacerlo. Antes ya me veía capaz de competir ante un rival bueno, pero hacerlo durante toda una semana era una cuenta pendiente, esto me dio un extra de confianza”.

Debut en Montecarlo

“Mi novia siempre me había dicho que el torneo que más ganas tenía de visitar era Montecarlo, justamente el cuadro más difícil de acceder, por ser un cuadro tan pequeño en comparación a los otros Masters 1000. Tuve suerte de no ponerme tenso con el escenario, muy pocas veces me pasa, aunque el ambiente del evento es impresionante, no estoy acostumbrado a ver cosas así. Fuimos a pasarlo bien y disfrutar del fin de semana, pero ya que me planté allí el objetivo era dar lo máximo”.

Partido con Djokovic

“Siempre se dice que es malo pensar demasiado, pero hay momentos que es imposible evitarlo. La noche de antes vino Miguel Sánchez porque me vi súper tenso, con todo el respeto y amor a mi novia, necesitaba un poco más de ayuda. Hablamos sobre cómo afrontar tácticamente el encuentro, aunque lo más importante era el factor mental. Al salir estaba muy tenso, pero también sabía que Novak no iba a disputar ese partido como si fuera una final de Grand Slam. Él tenía mucha más experiencia y yo no tenía nada que perder, lo único malo es que no pude quitarme en ningún momento esa tensión de encima, no sé si por cansancio o por ser Novak, pero me acabó faltando oxígeno”.

La celebración

“Decidimos pedir unas pizzas porque en el hotel era demasiado caro cenar, además nos regalaron una botella de champán a todos los jugadores, aunque a mi tampoco me gusta mucho. No estaba acostumbrado a subir un vídeo y que se hiciera viral, pero bueno, creo que fue gracioso, no hice nada malo por comer una pizza con tu mujer en la bañera del hotel. Incluso me puse un poco tímido por saber que todo el mundo lo había visto”.

Impulso económico

“Con esta semana me he asegurado la Qualy de Roland Garros, así que son todo buenas noticias. Hay una gran diferencia entre un tipo que está #280 y no juega previas de Grand Slam a un tipo que está #220 y sí las juega, al final el dinero está en esos torneos, aunque esta temporada subieron un 60% el prize money de los Challengers, porque no era normal lo que se pagaba. Hace años, era mucho mejor ganar un ITF 25.000 que hacer semifinales en un Challenger, se ganaba más dinero con lo primero. Ahora con Girona y Montecarlo he podido dar un empujó económicamente para cubrir gastos con los miembros de mi equipo”.

Sin patrocinador de ropa

“La gente piensa que no tengo dinero para comprarme la ropa, tampoco es eso, pero sí tuve contrato con Lotto durante muchos años y por eso me quedan cosas. El año pasado entrené con Andrey Rublev y le pedí algo de ropa, ahora mismo estoy con una sudadera de Daniil Medvedev. No es que sea una rata (risas), pero si me puedan dar algo por ser muy buenos amigos, entonces perfecto. Si mañana tengo que ir a comprar diez camisetas para jugar y otras diez para entrenar, tampoco sería un problema. Ahora estoy utilizando muñequeras Lotto, zapatillas Asics y la ropa Nike de Andrey”.

El fantasma de la retirada

Lo he pensado muchas veces, sobre todo en los años del COVID, donde tuve una lesión en el dedo. Pero a la mínima que tenía ese pensamiento, enseguida me contradecía pensando que luego en dos meses me iba a arrepentir por no haberlo intentado hasta el final, no sería feliz con esos problemas mentales. Sabía que todavía tenía capacidades para hacerlo, así que poco a poco he ido mejorando, aunque pasé por momentos críticos donde no era capaz de competir ni siquiera en un 15.000. No sabía muy bien lo que hacía, los entrenadores me veían en esos torneos y no entendían nada. Ahora siento que tengo mucho tiempo por delante”.

Tatuaje especial

“Me lo hice con mi hermana hace unos años. Estábamos en Moscú y decidimos hacer algo juntos para el recuerdo, de hecho fue su idea, pensó en la molécula de la felicidad y eligió hacérnosla en el cuello. Alguno me dijo que en el cuello no, que luego tendría problemas para trabajar en el Banco o en el gobierno, pero nunca me vi trabajando en esos lugares. La verdad es que me gusta mucho, nunca hubo un día en que prefiriera no tenerlo”.