Alcaraz, Rune y Sinner, ¿la gestación de un Big 3 llamado a hacer historia?

Analizamos el margen de crecimiento de una terna que parece llamada a dominar el tenis mundial, y en la que pueden filtrarse otros jóvenes muy prometedores.

Diego Jiménez Rubio | 18 Apr 2023 | 10.00
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Alcaraz, Rune y Sinner, el Big 3 del futuro. Foto: gettyimages
Alcaraz, Rune y Sinner, el Big 3 del futuro. Foto: gettyimages

El espectáculo debe continuar y hay varios chicos jóvenes dispuestos a que así sea. En muy poco tiempo, los atisbos de catastrofismo respecto al futuro del tenis mundial han tornado en esperanza e ilusión ante lo que está por venir y lo que está ya ocurriendo. Son momentos dulces para los aficionados, en los que se mezcla el amor por unas leyendas que siguen irradiando fulgores de luz incontenible en su ocaso, y nuevas estrellas emergentes que inundan el cielo y buscan su lugar en la zona noble del firmamento. Carlos Alcaraz parece ser el incontestable genio del presente y del futuro, conveniendo todos en que está un peldaño por encima del resto, pero es muy interesante comprobar cómo pueden estar gestándose rivalidades íntimas con Holger Rune y Jannik Sinner, los dos opositores más firmes al imperio que pretender construir el murciano.

Puede sonar muy manido el concepto de Big 3, e incluso injusto por la tendencia a eliminar de la ecuación a otros tenistas de gran nivel y proyección, pero lo cierto es que se respira algo especial entre español, danés e italiano. Tienen estilos y personalidades muy diferentes entre sí, equipos de trabajo tan prestigiosos como variados en cuanto a carácter y forma de entender el tenis, así como trayectorias distintas hasta el momento. Sinner nunca fue percibido en su etapa juvenil como una estrella en ciernes, sino que se ha ido construyendo a sí mismo y progresando de una manera tan brutal como inesperada para todos. Sigue haciéndolo así, con mejoras constantes, ligeras y amparándose en la regularidad antes de quemar la siguiente etapa.

Alcaraz y Rune fueron genios internacionales cuando apenas eran niños y han conseguido confirmar los mejores presagios en torno a su tenis. Son dos privilegiados que han sido dotados con el don natural de jugar a tenis y que, lejos de conformarse con eso, han cultivado una mente privilegiada para elevar este deporte a un nivel superior. Amantes de los ambientes calientes, apasionados con estadios llenos y bulliciosos, y conscientes de que el tenis del siglo XXI es algo más que un deporte, pueden ir retándose a sí mismos y retroalimentándose uno del otro.

No cabe duda de que el más completo en estos momentos es Carlos Alcaraz, así como el que posee más argumentos técnicos, tácticas y de intangibles de campeón. Muchos consideran que no es normal que un chico de 19 años sea tan completo y que será difícil que evolucione, siendo un tremendo desafío ver cómo los demás van estrechando la brecha actual. Juan Carlos Ferrero ha repetido en más de una ocasión que Carlitos tiene aún mucho margen de mejora y, si esto es así, parece imposible que alguien le haga sombra. Holger Rune necesita trabajar mucho a nivel físico, siendo un jugador todavía en construcción en este ámbito, así como en lo que a gestión de las emociones se trata. Ser un bad boy puede ayudar mucho al tenis y a él, por su carácter, pero debe tener claros cuáles son los límites ya que la línea entre el jugador con carácter y el bufón es muy fina.

Alcaraz es el más completo ahora mismo y de su capacidad de mejoría dependerá que tenga más o menos competencia

Por su parte, el caso de Jannik Sinner es el más apasionante y el que más aristas tiene. El italiano tiene dos años más que sus contrincantes, pero eso no se nota especialmente en situaciones cumbre. Su frialdad y capacidad para controlar las emociones en la cancha es muy notable, pero ha ofrecido serias fisuras en cuanto a confianza y temple en situaciones clave. Muchos se impacientarán con él, viendo que no termina de dar el paso al siguiente nivel, pero Jannik debe ser interpretado como un jugador diésel, un hombre que necesita sentirse seguro en su zona de confort antes de abandonarla y que está en un proceso enormemente complejo de progresión. Puede mejorar muchísimo en su juego a media pista, tiene margen amplio en el segundo servicio y el resto, aún debe trabajar en los tiros paralelos y, en definitiva, aunque es el más mayor por edad, es el que tiene más cosas que pulir.

Su juego no es tan natural como el de Alcaraz y Rune, por lo que requiere de un grado de precisión en su trabajo extremo. La robotización del tenis puede ser aplicada por un Sinner que ofrece un espectáculo sublime con su estilo genuino y que llegará a grandes cotas de éxito, por mucho que no tenga el carisma de los otros dos. A ellos habría que añadir otros tenistas como Félix Auger-Aliassime, que parece predestinado a conformar un Big 4, aunque no está evolucionando como se esperaba, así como otros talentos en formación. Entre ellos, podría citarse a Ben Shelton, Jiri Lehecka, Jack Draper o, más jóvenes aún, Luca Van Assche, Arthur Fils o Juncheng Shang. En definitiva, una época dorada para el tenis la que se avecina, con tres jugadores que se postulan a formar un histórico Big 3.