Así ganó Rublev a Rune en la final de Montecarlo

Estas son las principales claves que explican su victoria para conseguir su primer Masters 1000. ¿Qué dicen las estadísticas?

Mónica Barberán Munera | 17 Apr 2023 | 21.00
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Andrey Rublev y Holger Rune en Montecarlo 2023. Foto: getty
Andrey Rublev y Holger Rune en Montecarlo 2023. Foto: getty

La final del Masters 1000 de Montecarlo fue un partido atípico entre dos jugadores que, quizá, nadie había esperado que se acabaran enfrentando por el título. El ruso, Andrey Rublev, se proclamó campeón tras imponerse al danés, Holger Rune, por 5-7 6-2 7-5. Ambos jugadores ya se habían enfrentado en dos ocasiones: una victoria para Rublev y otra para Rune. Además, aquellos duelos se desarrollaron en una superficie totalmente diferente a las pistas de tierra batida del país monegasco. ¿Cómo fue estadísticamente ese encuentro? ¿Qué fue lo que Rublev hizo para ganar? Brain Game analizó este encuentro y extrajo una serie de datos interesantes.

El revés: arma mortífera de Rublev

En primer lugar, el revés del ruso fue clave para llevarse la victoria. Este golpe fue muy eficaz y su mejor baza para desarmar a Rune. Atestó 31 golpes seguidos desde el 1-4 de último set. Al mismo tiempo, el revés de Rune se descompuso por completo, al igual que él. Y es que solo acertó 31 golpes de revés, cometió 6 errores y acertó 2 winners. Así, Rublev obtuvo mejores datos con su revés que su rival, quién lo usó como último recurso.

Y es que el último set es del que más se puede extraer. Brain Game identifica tres momentos importantes de él. Primero: el servicio de Rublev. Aunque el ruso iba abajo en el marcador y casi vive un doble break cuando servía en el 1-4 con un 30-40, este sorprendió a Rune. El ruso varió su saque para desesperar a su contrincante que no pudo adivinar sus intenciones. Rublev desvió sus servicios de un lado a otro casi con la misma frecuencia. El 52% de su primer servicio fue hacia el lado de la ventaja y el 44% hacia la T.

Rune y su desesperación mental

Segundo. La presión que Rune se metió cuando sacaba con un 4-2 fue enorme. El danés se desesperó y cometió dos dobles faltas para terminar cediendo el juego. Y en el 5 iguales, la cabeza de Rune volvió a hacer de las suyas, condenándole a cometer una doble falta con punto de break en contra.

Tercero. Los restos del ruso también marcaron profundamente el devenir del encuentro. En esa remontada desde el 1-4, Rublev solamente falló 2 puntos al resto, mientras que se aprovechó de 2 fallos de su rival. Por su parte, Rune cometió 7 errores de devolución y forzó a Rublev únicamente a cometer 2 errores al servicio.

En cuanto al fondo de la pista, las estadísticas fueron más igualadas. Rublev ganó el 51% de sus puntos desde allí y Rune el 46%. Sin embargo, lo que más llama la atención fue el 78% de acierto de Rublev en la red. Aunque Rune lo intentó más veces desde esa posición, cometió muchos más errores. Y, por último, llama la atención las estadísticas que tienen que ver con las dejadas. Al danés le ayudó mucho este golpe durante toda la semana, pero no tuvo su mejor día ni su mejor mano para hacerlas en la final. De 15 drop shots que realizó, solamente acertó 7.

De esta manera, se puede concluir que la victoria de Rublev se debe tanto a factores físicos, como mentales. La fortaleza que el ruso demostró durante el partido, se acentuó en el tercer set. Mientras que Rune se vino abajo en cuanto su rival empezó a remontar y no fue capaz de controlar su ímpetu.