El día que Youzhny se volvió loco
Sucedió hace 15 años en Miami, en un partido de tercera ronda contra Nico Almagro. Tras desperdiciar una bola de break, se abrió la cabeza con la raqueta.


El reloj lleva más de dos vueltas pero el partido todavía no ha terminado. No es una final, apenas es la tercera ronda del Miami Open 2008, pero Mikhail Youzhny y Nicolás Almagro están dispuestos a regalarnos un encuentro memorable. El nivel es altísimo, la emoción se palpa en el ambiente, aunque nadie puede llegar a imaginar lo que está a punto de ocurrir. En los últimos coletazos del tercer set, una bola de break desperdiciada provoca una erupción en la cabeza del ruso. Una erupción de sangre, literal. La tensión del momento le hace perder el control y abrirse una brecha en la frente con su raqueta. La imagen fue tan espectacular que todavía sigue dando que hablar quince años después, timing perfecto para contar al detalle lo que pasó.
Lamentablemente, no hemos podido llegar hasta 'El Coronel', aunque llegar tampoco era sinónimo de éxito. ¿Acaso han escuchado al ruso hablar alguna vez de aquel incidente? El que siempre está dispuesto a hablar es Nico Almagro (Murcia, 1985), que respondió a la llamada de Punto de Break encantado de rescatar aquella escena y explicarnos cómo vivió toda la polémica desde el otro lado de la red.
“Fue un partido muy duro desde el principio, lo recuerdo perfectamente, en la antigua Grandstand de Crandon Park”, señala el murciano, que por aquel entonces tenía 23 años y era el Nº25 del mundo. “Hubo muchas opciones para los dos, todo el rato surgían oportunidades, pero al final lo que pasó hizo que, de alguna manera, yo me fuera un poco del partido, digamos que pequé de novato. Ese día la veteranía fue un grado y por eso terminó de su lado”, comenta acerca de su rival, tres años más veterano y en aquel momento Nº11 del ranking ATP.
Se juntaron todos los ingredientes en la receta: partido abierto, condiciones duras y dos personalidades ardientes. Si nos vamos a los datos, Youzhny salvó 17/23 bolas de break, mientras que Almagro salvó 11/16. Un duelo para perder la cabeza que, además, representaba el primer enfrentamiento entre estos dos jugadores. “Eran esos días típicos de Miami con mucho aire, en aquella Grandstand construida con gradas supletorias, así que el aire era mucho más racheado. Se volvía muy complicado jugar, yo creo que por eso se dieron tantísimas oportunidades de break. Al final, entre la tensión y todo lo que había pasado, se llegó a un punto límite donde pasó lo que pasó”, rememora el murciano.
¿Pero cómo se llegó a ese momento de locura? Para el que quiera más información, hay un vídeo de 10 minutos en Youtube que lo resume a la perfección, destacando algunos puntos de inflexión durante el encuentro. Por ejemplo, cuando Mikhail arranca con el show lanzando la raqueta tras perder su primer juego del primer set. Eso solo sería sería el principio, incluso el propio Almagro terminaría exigiéndole más adelante a Cedric Mourier que le sacara un warning a su oponente, quien seguía combinando su espectáculo de golpes con el de reacciones fuera de lugar. Y mira que el español no era de los más tranquilos del tour, pero ese día fue el ruso quien se colgó la medalla de oro.
“Mikhail era un jugador con mucho carácter, daba la sensación que siempre estaba discutiendo, incluso con su propio entrenador, Boris Sobkin”, nos cuenta Almagro en la entrevista. “En ese aspecto éramos muy similares, en cuanto a carácter, por eso nuestros partidos siempre fueron así de intensos. Él tenía un talento brutal, un talento innato, podía hacer cualquier cosa desde cualquier parte de la pista. Si le dabas esa opción luego era muy difícil recuperar la posición, lo tenías que llevar siempre al límite para que cometiera errores no forzados”.
EL ‘HIT’ DEL PARTIDO
Ya instalados en el set definitivo, el marcador invita al español a sacar para ganar el partido (6-7, 6-3, 5-4). Sabemos lo complicado que es sumar ese último juego y esta vez no fue distinto. Con bola de break para el ruso, el intercambio entre ambos tenistas termina con un revés inofensivo de Youzhny que no supera la red, así que vuelta al 40-40. Es entonces cuando ocurre el momento que le da sentido a este artículo.
“Realmente, no me di cuenta de lo que había pasado, solo estaba intentando concentrarme para sacar. Cuando ya estoy preparado, veo que él está sentado en el banco con las manos en la cabeza, ahí es cuando me acerco a preguntarle a Cédric Mourier qué estaba pasando. Cuando me acerco a Mikhail y le veo es cuando me empiezo a reír, pero de tensión”, relata el ex Nº9 mundial sobre una escena que daría la vuelta al mundo. El ruso, frustrado por desperdiciar aquella bola de ruptura, se había golpeado en la cabeza con el marco de la raqueta, abriéndose una brecha por la que rápidamente empezaría a brotar la sangre.
“La realidad es que pequé de pardillo, nos dijeron que si el partido se paraba ‘X’ tiempo habría ‘penalty point’, y si la hemorragia no se cortaba y continuaba sangrando sería ‘game penalty’. De haberse cumplido la normativa, se había acabado el partido, no se hubiera jugado más”, contrasta el español, que tuvo que esperar ¡17 minutos! hasta que se reanudara el encuentro. ¿Por qué permitieron tanta demora al tenista de Moscú? ¿Qué explicaciones le dieron al español?
"Decían que la Grandstand estaba muy lejos, que por eso el fisioterapeuta tardó casi diez minutos en llegar, mas luego el tratamiento para parar la hemorragia y de nuevo volver a jugar. Cuando pasan los años y te paras a pensarlo fríamente, es cuando te das cuenta que las cosas podrían haber sido distintas. Quién sabe, quizá el partido hubiera caído de mi parte, lo que quedará para siempre será la anécdota, una que podré contarle a mis hijos”, sostiene el murciano, que al volver a pista no pudo cerrar el duelo a su favor. Youzhny lograría el break, forzaría el desempate y allí obtendría su billete a los octavos de final (7-6, 3-6, 7-6). Una batalla de 2h43min en la que Nico acabó con más puntos ganados que su rival (127-125).
NO SE HA VISTO NADA IGUAL
Pero no dejemos de lado tan pronto aquel arrebato, porque no todos los días se presencia una enajenación de tal calibre dentro de una pista de tenis. Almagro, que conoce perfectamente las emociones que se respiran dentro de la cancha, hace un esfuerzo por comprender al ruso. “Son situaciones límite que pasan durante el juego, situaciones de estrés máximo donde te planteas hacer una locura, pero de ahí a hacerlo hay un mundo. No sé si él se lo planteó, lo que está claro es que lo hizo”, asegura el campeón de 13 títulos ATP.
Quince años después, aquella imagen seguirá dando que hablar cada vez que el calendario pare en Miami, aunque para sus protagonistas nunca surgió un momento para comentarlo. “A día de hoy mantenemos una buena relación, pero nunca llegamos a comentar ese tema, ni siquiera aquel día quiso comentarlo. Es un partido que quedará marcado en la historia, desde luego, al menos yo no he vuelto a ver a ningún otro jugador que se abra la cabeza con su propia raqueta durante un partido”, comenta Almagro en Punto de Break, confesando que muy poca gente recuerda quién terminó ganando aquel encuentro. “Después de todo lo que pasó, el ganador es lo de menos. Ese partido será recordado por ese momento”.