Djokovic continúa en modo apisonadora

El serbio cuajó una actuación estelar ante un impotente Rublev, que acabó desesperado ante la solidez de Djokovic, gran favorito en este Open de Australia 2023.

Diego Jiménez Rubio | 25 Jan 2023 | 11.51
facebook twitter whatsapp Comentarios
Novak Djokovic gana a Rublev en Open de Australia 2023. Foto: gettyimages
Novak Djokovic gana a Rublev en Open de Australia 2023. Foto: gettyimages

No por verlo durante tanto tiempo, debe dejar de asombrarnos lo que es capaz de hacer Novak Djokovic y este Open de Australia 2023 es una muestra más. Cuando algo prácticamente inaudito e irrepetible se mantiene en el tiempo durante tanto tiempo y con una aparente facilidad tan pasmosa como lo hace el serbio, se corre el riesgo de banalizar sus éxitos, pero conviene recordar de vez en cuando lo impresionante que resulta vencer a jugadores de primer nivel con una claridad tan rotunda como lo hace el serbio cuando está en plena forma. Andrey Rublev ha sido una víctima más de este animal competitivo voraz que desgarra cualquier atisbo de resistencia y hace que tenistas del top-10 parezcan meros principiantes, al verse carentes de argumentos para ponerle en aprietos. Venció Djokovic por 6-1 6-2 6-4 y accede a semifinales rebosante de confianza. Su próximo rival, quién sabe si víctima, será Tommy Paul.

Había fundadas sospechas de que Novak saldría a la Rod Laver Arena dispuesto no solo a ganar el partido, sino a meter miedo con una de esas actuaciones que hacen preguntarse a cualquier amante del tenis si veremos a alguien tan dominante en algún otro momento de la historia de este deporte. Su carácter, historial de días reivindicativos tras pasarlo mal y la rabia y la ambición que transmite durante este torneo incitaban a pensar en ello, así como el estilo de Rublev, que por muy buen jugador que sea, ostenta un tenis poco preocupante para Djokovic si está en forma. Y vaya si lo está. Las molestias en su pierna izquierda han quedado en un segundo plano después de sus dos últimas actuaciones en las que no hubo tregua para sus rivales. Ya desde el primer set, Rublev se topó con una muralla inexpugnable y fue incapaz de encontrar resquicios.

Djokovic no perdió ni un turno de servicio en todo el partido

El ritmo de bola del serbio era mayor, no tenía ningún problema a la hora de desplazarse por la pista y neutralizar con insultante suficiencia las insivas derechas del ruso, encontraba la manera de defenderse con maestría y era inabordable cuando se metía en pista. En la segunda manga, Djokovic cometió tan solo cuatro errores no forzados, algo impresionante si se tiene en cuenta el notable viento cambiante que circulaba por la pista y dificultaba la tarea de los jugadores. Rublev se desesperaba al ver cómo cada cosa que proponía, era respondida con una pelota a la línea, una defensa imposible o un golpe inverosímil que le arrebataba la iniciativa de forma abrupta. Con gesto desafiante y sin bajar el pistón, Novak no mostró ni un ápice de piedad.

Tanto es así que ya en el arranque del tercer parcial consiguió el break que diluía por completo cualquier atisbo de esperanza por parte del ruso. Se veía tan superior Novak Djokovic que pareció conformarse con esa rotura y no buscó con más ahínco aumentar la sangría. Andrey Rublev consiguió sacar adelante sus turnos de servicio, pero no se pudo sacar de encima la sensación de que estaba ante un rival infinitamente superior a él. Bailaba por la pista el serbio, que cerró son consistencia el partido y culminó un auténtico festival de tenis que le catapulta a semifinales. Está a dos pasos de la gloria, del 22º título de Grand Slam y de recuperar el número 1 del mundo. La historia pasa por Australia y Djokovic tiene una cita ineludible con ella.