Que un país como Suiza, pequeño pero cargado de talento, nunca haya ganado la Billie Jean King Cup, te lleva a pensar lo difícil que ha sido siempre ganar este evento. Un torneo que ya de por sí es complicado jugarlo por todo lo que implica, aunque hay equipos que son incansables: el conjunto helvético es uno de ellos. Tras perder las finales de 1998 (España) y 2021 (Rusia), el destino ha vuelto a situar a las suizas a un paso de la gloria, esa que tanto les has esquivado. En la última casilla espera Australia, uno de los países más laureados del palmarés, pero que no levanta la copa desde hace 48 años. Pase lo que pase, habrá noticia.
Pero si Suiza ha llegado hasta tan lejos no es por arte de magia, sino por contar con uno de los equipos más equilibrados dentro de la pista. Sustentados por una grandísima top15 como es Belinda Bencic, su segunda línea presume de contar con un par de fichas de primera categoría: Jil Teichmann y Viktorija Golubic. Entre las tres se han ido repartido el trabajo durante todo el curso, apoyadas por una Simona Waltert que también está lista si la situación requiere su presencia. Anoche, en la serie frente a la República Checa, solamente con los duelos individuales bastaron para sellar el pase a la final.
“No estaba pensando en nada de eso, simplemente en ganar mi punto”, reveló Bencic después en rueda de prensa. “Ahora me pregunto qué hubiera pasado si hubiésemos tenido que jugar el doble en este momento y tener que volver a competir mañana. Desde luego, no cambiaríamos nada de lo sucedido, pero es evidente que siempre es más fácil saltar a la cancha cuando tienes el 1-0 a favor, la presión es mayor para el otro equipo que está a punto de ser eliminado. En cuando a la República Checa, sabemos que tiene un gran dobles, así que nuestro objetivo era ganar en individuales. Cuando todo se decide en el dobles decisivo la presión se multiplica”, valoró la tenista de Flawil.
Pero la pregunta vuelve a ser la de siempre: ¿será esta vez la definitiva para Suiza? “Todavía estamos en la carrera por el título, pero estoy tremendamente feliz de haber llegado un año más hasta aquí. Hemos trabajado muy duro esta temporada para mantener nuestra posibilidades, siempre hay que brindarle una oportunidad a la suerte. Estamos tratamos de hacer exactamente eso, ojalá mañana podamos dar lo mejor de nosotras y que sea suficiente. Conocemos muy bien al equipo australiano, ellas también tuvieron una eliminatoria muy difícil. Tienen a Storm (Sanders), que es una gran doblista y también está ganando en singles, puede ser muy peligrosa. Espero hacer mi parte el trabajo y apoyarnos las unas a las otras”, aseguró la actual número 12 mundial.
LAS ARMAS DE AUSTRALIA
El cartel de la final lo compartirán con uno de los conjuntos más clásicos de la historia de la competición, la actual Australia de Alicia Molik. Subrayo lo de ‘actual’ porque poco tiene que ver con aquel equipo que levantó hasta siete veces el título entre 1964 y 1974, fueron los mejores tiempos para las oceánicas. Han pasado 48 años desde su última conquista, habiendo perdido hasta nueve finales desde entonces. Puede que sea momento de cortar la maldición, o de ver cómo se estira su racha una vez más. Para ello, la figura de Storm Sanders se antoja fundamental.
“Me siento bien, acabé muy bien del singles, lista para el dobles”, señaló ayer la jugadora 28 años tras sumar sus dos puntos ante Gran Bretaña. "Ha sido un segundo partido muy largo, bastante intenso, pero me he visto bien. Esta noche me recuperaré con tratamiento y descanso, estoy lista para la final, súper emocionada y orgullosa de este equipo. Está siendo una semana impresionante, el subidón de hoy seguro que nos servirá de cara al domingo. Estamos en la final, así que es momento de darlo todo”, añadió el perfil más polivalente del conjunto australiano.
Además de Sanders, Ajla Tomljanovic, Priscilla Hon y Ellen Perez, una quinta jugadora destaca en el banquillo, aunque ayer le tocó saltar a pista para sellar el punto definitivo en el dobles. No es otra que la legendaria Samantha Stosur, convocada para un último baile al borde de los 39 años, justo en la temporada donde anunció su retirada. Claro, que al estar tan cerquita de una recompensa tan grande, una se lo piensa dos veces.
“No sé hasta cuándo jugaré, no creo que aguante hasta los 40. Si mañana logramos ganar será un momento increíble, independientemente de lo que ocurra después, así que tenemos que lograrlo para tomar esa experiencia. He tenido mucha suerte de tener algunos momentos brillantes durante mi carrera, semanas y partidos como éste, días como el que hemos tenido hoy. Una siempre quiere mantenerse ahí fuera para vivir cosas así”, concluyó la ex número uno del mundo.
La primera de Suiza o la octava de Australia, esa es la cuestión. Será la séptima vez que ambos equipos se vean las caras en la Billie Jean King Cup, con un balance de 6-2 favorable a las oceánicas. En las últimas nueve temporadas solo se enfrentaron una vez, en la primera ronda del cuadro del año pasado, donde las helvética se impusieron por 2-0 con victorias de Teichmann sobre Sanders y Bencic contra Tomljanovic.