Iga Swiatek, Coco Gauff, Qinwen Zhng, Marta Kostyuk, Emma Raducanu o Linda Fruhvirtova. Las nuevas generaciones del tenis femenino vienen pisando fuerte en el circuito WTA, una realidad potente que no escapa del pensamiento de sus protagonistas. Leylah Fernandez es otra de las integrantes de este nutrido grupo de nuevos talentos, pero la canadiense lo ve como una oportunidad de oro para darse a conocer y llevar al deporte femenino a un nuevo nivel. Así lo expresa en una entrevista con CLAY de hace unas semanas, donde dialoga acerca del relevo dentro del vestuario y desvela también sus raíces familiares.
Su conexión con Raducanu
“Las rivalidades son buenas, son sanas para el deporte. La mía con Emma es algo nuevo, algo emocionante de esperar, aunque no creo que Emma sea mi única rival importante, también hay otras jugadoras como Cori Gauff, o la misma giga Swiatek. Somos una generación de chicas muy amplia que está haciendo muy bien las cosas, por lo que pienso que habrá rivalidades interesantes entre todas nosotras, no solo entre Emma y yo”.
Una nueva generación dominante
“Somos caras nuevas, eso ya es mucho. En mi generación, todos los rostros que puedes observar son frescos, aunque todo lo que hacemos es seguir los pasos que antes han dado las jugadoras mayores. Ellas han construido ese puente para que ahora nosotras estemos intentando seguirlo. Esperemos llegar a una cuarta parte de lo que todas ellas han logrado, ya que todas ellas me parecen deportistas extraordinarias. Honestamente, creo que nosotras estamos haciendo un buen trabajo, estamos atrayendo cada vez más aficionados al tenis, es todo lo que podemos pedir”.
Varias culturas dentro de casa
“Crecí en un hogar latino, algo que siempre tratamos de mantener con el paso del tiempo. Recientemente, sobre todo estos dos últimos años, he intentado adentrarme un poco más en la cultura filipina, tratando de aprender más sobre la familia de mi madre. En casa lo que hablo con mi familia es el español, en la cancha también hablo mucho español con mi papá, que también es mi entrenador. Desafortunadamente, todavía no he aprendido el idioma filipino, es difícil, tiene muchos dialectos”.
Su tiempo de ocio
“Es una pregunta difícil, ya que estuve durante toda mi infancia practicando muchos deportes. Siempre me ha gustado mucho el fútbol, pero por encima del deporte, lo que más me gusta es pasar tiempo con mi familia. Después de estar viajando tantas semanas por el circuito, casi no he tenido tiempo de pasar unas vacaciones con ellos. El tiempo en familia siempre es lo más valioso para mí, así que intento estar con ellos viendo películas, yendo de compras o cualquier otra cosa, eso es lo que más aprecio”.